Jamás habían descrito tan bien a Aurora como Pepper lo hizo. 

–Pequeña insolente. ¿Cuál es tu nombre? Quiero presentar una queja con el dueño de este asqueroso lugar. 

–Perke Frost. Diría que es un placer servirle, pero no suelo mentir. Ahora, la invito a salir de mi club. Lo puede hacer voluntariamente o puedo llamar a seguridad, así se aseguran que todos sus huesos lleguen afuera y ninguno se quede en el camino. 

Estoy impresionado. Mierda que Pepper sabe poner a la gente en su lugar, es decir, lo hizo conmigo, cosa que es bastante inusual, y con Aurora, ella simplemente es inmune a su veneno. 

–Cuida lo que dices, jovencita. Sé quién eres. ¿No te sientes mal de que a tu edad tus padres todavía te siguen manteniendo? Claro, eres una niña mal criada. 

–Creo que es hora de que hagamos la hipocresía a un lado, señora, porque ¿quién es quien le ha comprado todo lo que tiene, usted misma o se lo compro su marido? Yo diría la segunda, cosa que no está mal, digo, un hombre debe de proveer a su esposa. Pero es de arpías que finja que ama a su marido cuando a sus espaldas sale con jóvenes de dieciocho años. Como que le atrae que haya mucha diferencia de edad con sus parejas, ¿no? Le gusta tener perritos falderos. 

¡Vaya! Al principio creía que Pepper era distraída, pero en algunas cosas no se le escapa nada. Pensé que sólo yo había visto al chico que acompaña a Aurora, y cuando vi que ella estaba aquí, ambos actuaron como si no se conocieran y el idiota se fue hacia la pista de baile. 

–¿Me estás investigando, zorra? 

–No es necesario tener todo el dinero del mundo para investigar a la gente que no te agrada, como es obvio que usted hizo conmigo, aunque no lo hizo muy bien, pero bueno. ¿Ha escuchado lo que dicen de que el diablo está en los detalles? No es tan difícil poner atención, ¿sabe? 

–Maldita zor... 

–¡Basta! –la interrumpo. Me encanta que Pepper sepa defenderse sola, pero no voy a permitir que Aurora la insulte más–. Es suficiente. Tienes que irte, Aurora –. Hay ira en sus ojos, pero no me importa. Después voltea y examina el lugar y me doy cuenta de que está buscando al chico con el que vino–. El puede irse solo, al igual que tú, a menos que quieras que le diga la verdad a papá–. Después de eso, finalmente toma su cartera y se va. 

¡Por fin! 

Siento como me relajo, no me había dado cuenta de que estaba tan tenso. ¿Cómo mierda sabe Aurora lo del dinero de Pepper? Es Obvio que no sabe todo, pero, ¿por qué la investigó? Tengo que hablar con Thomas y le daré algunos de mis agentes a Pepper. 

–...ces a tu papá? –me pregunta Pepper. 

–¿Qué? –. Estaba tan metido en mis pensamientos que no entendí bien su pregunta. 

–¿Que por qué tú no le dices a tu papá? Eso también es mentir, Dastan. No creo que tu papá lo merezca.

–Él lo sabe. 

–¿Cómo? –pregunta, sorprendida. 

Me encojo de hombros–. Él lo sabe, no sé por qué sigue con ella. 

–¿Entonces por que a Aurora le importa que le digas a tu padre algo que ya sabe? 

–Porque ella no sabe que mi papá lo sabe –. Sonrío porque eso sonó raro. 

–No le encuentro la gracia –dice algo enojada. 

–Yo tampoco –digo poniéndome serio. 

–Entonces, ¿por qué te ríes? –sigue enojada. 

De nuevo vuelvo a sonreír–. ¿Sabías que te vez hermosa cuando te enojas? 

Huellas en la Piel ©Where stories live. Discover now