Confused » Jicheol.

Catorce.

— ¡Jihoonie! ¿Estas bien? Estaba preocupado por ti, bebé.

Jihoon se estremeció al oír aquel apodo.

— Estoy bien, lamento no haber respondido tus llamadas.

— ¿Esta todo bien? ¿Tu madrastra... Te hizo o dijo algo malo?

— Planeaba mandarme al psicólogo. Pero me negué rotundamente.

— ¿Tu padre te defendió?

— Claro. Pero yo estaba muy enojado por todo lo que dijo mi mamá, así que solo me encerré en mi habitación.

Oyó a Seungcheol suspirar del otro lado de la línea.

— ¿Te sientes bien? ¿Quieres que vaya para allá? ¿Te llevo algo? — Preguntaba preocupado.

Jihoon no podía creer lo tierno que se estaba comportando su novio.

— No, no hace falta Cheol. — Respondió sonriendo.

— ¿Seguro? No importa si tengo que enfrentar a tu malvada madrastra con tal de estar ahí contigo, si eso es lo que quieres.

— No es malvada, solo... Hay que hacerla recapacitar, es todo.

— Yo la haré recapacitar. La convenceré de que soy él indicado para ti aunque sea un hombre.

— ¿Como estas tan convencido de que tú eres la persona indicada para mi? — Interrogó bromeando.

— Porque te amo. Y haría todo lo que está a mi alcance para hacerte feliz.

Se quedo paralizado ante esas palabras.

Seungcheol nunca le habia dicho que lo amaba, hasta ese momento.

— ¿Sigues ahí? Espero no haberte asustado, pero es la verdad. Te amo Jihoon.

— Yo también, Seungcheol. También te amo.

Casi que podía sentir al mayor sonriendo de oreja a oreja, aunque no lo pudiera ver.

— Quisiera poder estar ahí contigo para besarte y abrazarte.

Jihoon se sonrojó.

— Yo también quisiera eso. — Le dijo.

— Entonces abre la ventana de tu habitación, que esta empezando a hacer frío.

— ¿Q-Que...?

Escuchó unos sonidos que provenían de afuera.

Abrió su ventana y lo primero que vio fue a su novio tratando de subirse a un árbol.