Dan.

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Ajetreado, miserable, sarcástico y solitario son algunos de los muchos adjetivos calificativos de mi persona. A lo largo de los años he forjado mi personalidad, mi forma de relacionarme con las personas y mi filosofía de vida, desde pequeño he sido muy solitario, principalmente desde la partida de mi abuela materna, con la cual tuve la dicha de compartir aunque sean escasos; momentos inigualables.

Nunca tuve una infancia como la de muchos niños... para ser sincero no tuve infancia, me tocó madurar a muy temprana edad, con forme pasaba el tiempo mi visión de la vida no era como la que se supone que un niño debe tener. Pasaban las horas, los días, los meses y mis únicos amigos eran mis juguetes y las personas que creaba en mi mente, dicho sea de paso que he crecido en un vecindario envejecido y peligroso a su vez. En cuanto a mi familia puedo decir que no es como yo alguna vez la soñé o pensé de niño que sería, cuando tenía aproximadamente cinco o siete años mi abuela materna falleció y eso me afectó al punto en que actuaba de forma diferente, psicológicamente mal interpretaba la tristeza con enojo, de hecho precisamente dos meses después del fallecimiento de ella tuve un problema en la escuela, tan trastornado estaba que tuve un ataque de ira y un compañero mío pago los platos rotos.

Caía en depresión casi que dos semanas por medio, mis padres tuvieron que llevarme al psicólogo, el cual intentó ayudarme incansablemente para superar la falta de mi abuela, a los años mi abuelo materno fue el siguiente en pasar a mejor vida, otro golpe fuerte en mi vida, más que yo seguía siendo un niño y como a todo niño me afectó enormemente la partida de él, se puede decir que mi psicólogo veía un progreso en mi con el tema de mi abuela pero ese mismo progreso lo vio desvanecerse cuando mi abuelo falleció.

A lo largo de mi vida muchas desgracias, principalmente fallecimientos en mi familia se han presentado, unos cuantos años más tarde del fallecimiento de mi abuelo materno, mi tío abuelo materno falleció dejando un vacío mucho más grande en mi vida, aún recuerdo cada mañana cuando yo despertaba y salía de mi casa , él era la primera persona que veía y siempre con una sonrisa, yo sacaba mi bicicleta, daba unas vueltas al cabo de unos minutos y unas cuantas vueltas me detenía al su lado y pasaba tiempo hablando con él de diversos temas.

Daniel Aguilar: Mi vida. Where stories live. Discover now