Y no me estaba controlando siquiera todo el consejo, solo cinco personas que en él participaban cuyo objetivo era permanecer en el poder y ser una manada al mismo tiempo, cosa que no pueden hacer si no son de sangre alpha. Todos ellos con ideas idénticas de como las cosas deben funcionar y sin remordimientos de estar manipulandome como si no fuera más que una marioneta sin pensamientos propios. Me estaba sintiendo como una.

Me reuní con ellos en el bosque, donde nadie más nos podría ver. Dos hombres y tres hombres. Todos ellos con marcas de la edad en sus rostros y con expresiones serias. Me acerqué en silencio e hice una reverencia burlesca. 

Tuve que decir todo lo que ellos me pedían. Desde los progresos detallados de los proyectos que me habían permitido comenzar hasta los avances en lo que ellos querían lograr. Mi voz fue neutra, como un robot.  

-- Necesitamos que encuentras la forma en la que todos confíen en ti. Así podría finalmente disolverse el consejo -- Una de las mujeres dijo. Aunque no me habían dicho su plan directamente, no había sido muy difícil inferirlo. Ellos querían hacerse con el poder definitivamente, sin nada ni nadie que pudiera intervenir en sus decisiones. Y lo único que necesitaban para hacerlo era que el grupo que dirigía el lugar antes de que llegáramos se marchara, dejando el poder a "mi".

No se dijo nada que no superamos ya. La única razón por la que me exigían que me reuniera con ellos tan seguido era para confirmar el poder sobre mi de ellos. Solo para estar al tanto si sigo temiendo las cosas que pueden hacer a mi familia si es que no cumplo con sus indicaciones.

Y es una mierda estar de esta forma. No poder decirle a nadie lo que está mal. Tener este peso sobre los hombros uno solo, saber que soy la única persona a la que le preocupa esto.

La reunión terminó y me fui lo más rápido que pude. Me hubiera encantado poder haberme encerrado en mi casa nueva y dormir por el resto de mi vida, pero había prometido a Amanda que la acompañaría a la ciudad para conseguir algunas cosas. Según ella, Tyler estaba un poco mal humorado y no quería que le arruinara un perfecto día de compras. Así que el malhumorado de mi hermano quedaría todo el día cuidando de mi compañera.

Tuvimos que correr hasta el lugar cerca del camino en el que habíamos dejado los vehículos. Otra cosa que debíamos tener como prioridad debía ser construir un camino entre la manada y alguna calle, porque estar en medio del bosque no era una buena ubicación cuando se trabaja.

Amanda condujo. Ella no tenía miedo en ir al límite de la velocidad legal, y no me importó que por tramos incluso la duplicara, porque yo quería ir y volver lo más pronto posible.

En la ciudad no hicimos demasiado. La acompañé a comprar ropa para ella y los niños, detergente, comida, semillas entre algunas otras cosas. Amanda estaba planeando hacer un jardín con árboles frutales y hortalizas para no tener que ir a la ciudad a buscar esos ingredientes, y también planeaba en un tiempo más criar animales para conseguir carne directa. Me parecía una buena idea. Pero sin permiso de esos dictadores no me podía meter en ninguna decisión, por muy mínima que fuese.

Finalmente antes de marcharmos decidí dar una mirada a la oficina de correos.  Desde la primera carta de Damián me había comprometido a revisar las cartas cada vez que tenga la posiblidad, aunque no hayan pasado más que unos días desde la última vez que lo hiciera.

Hacer la fila fue una tortura. Mientras tanto Amanda estaba comprando helados para ambos. Todos los seres humanos estaban preocupados por dramas mundanos que me hubiera encantado tener en vez de los problemas que a mi me perseguían. Todos tenían un ritmo muy lento, al igual que las personas que atendían. Pero yo tenía prisa. Y en la fila comenzaba a desesperarme y estresarme cada vez más y más.

Pero finalmente llegué al frente. 

Tenía una sola carta, aunque no esperaba ninguna. Después de que el tipo que me atendió confirmara que era yo quien debía retirarla y que todo estuviera en orden -En lo que demoró por lo menos seis minutos-, finalmente me entró un pequeño sobre blanco.  A penas salí de la fila y me alejé un poco de todas las personas rasgué la parte superior del sobre y saqué un papel de oficio doblado perfectamente en tres partes desde adentro. El mensaje era breve y claro.


Dean:

Cambio de plan.
Necesitamos hablar. Voy en camino.

-Damián.



Holaaaa, he aquí el capítulo narrado por Dean:3 lamento si está mal escrito, pero estoy muriendo de sueño y no me tomé el tiempo de hacer una segunda lectura, si ven algún error pueden escribirlo en los comentarios para que yo lo pueda corregir.

Muchas gracias por leer, y como les prometí aquí está este capítulo este día domingo:3

Me di cuenta que los comentarios han bajado un montón:C ¿Por qué ya no comentan? ¿A caso quieren que los haga sufrir...? Ok, no les haré esto en esta historia.

Bueno, pronto la historia Behind the glass, que pueden encontrar en mi perfil, saldrá de pausa y comenzaré a publicar de nuevo. Tengo muchos capítulos avanzados:3 y la otra semana, probablemente al mismo tiempo de cuando actualice esta historia, publicaré de nuevo un capítulo. Los quiero invitar a todos a leerla y agregarla a biblioteca. Estoy segura que les encantará.

Bueno, esto es todo por hoy, espero que hayan tenido una linda semana y que la que sigue sea sea aun mejor.

Los ama...

-Valerie

PD: No se olviden de dejarme saber que piensan del capítulo y de lo que pasa con la manada de Dean. 

PD2: No olviden votar si les ha gustado.

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora