Capítulo 20

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Capítulo veinte
Punto de vista de Alex

No pensé que demoraría tan poco en convencerlo. Me quedé muy sorprendida cuando  aceptó sin discutir más. Supuse que en serio le gustaba la idea de volver a ser  un Alpha, o tal vez era lo suficientemente  encantadora para manejarlo. Aunque tendría que intentar usar ese encanto más amenudo. Últimamente habíamos tenido muchos problemas en nuestra relación,  la mayoría por cosas sin mucho sentido. Pero ¡Dios! Que desgastante es pelear con él.

Bueno, esa tarde hicieron una ceremonia para celebrar  al nuevo  líder de la manada. Y me quedó  más que claro que el anterior no era querido.

--¡Se emborracha!  --Había exclamado Daniela -- ¿sabes lo difícil que es para uno de nosotros emborrachamos? Al menos dos decenas de botellas, si eres débil. Pero el siempre encontraba la forma de estar borracho.

La ceremonia fue más normal de lo que pensé  que sería. Lo que sucedió con los niños de la manada ahora perteneciente a Dean me había dejado unos perjuicios  bastante poco favorecedores sobre los hombres lobos. Está vez fueron unas palabras de rutina,  con todo el mundo presente. Se parecía un poco al sistema empleado por las personas en los matrimonios. Daniela, como la beta,  fue quien dirigió todo. Cuando ella preguntó  si alguien objetiva, a hizo un silencio profundo. Todo el palabroteo duró  aproximadamente una media hora.

--Todo lo que sucedió el día de hoy ha sido muy precipitado -- Dijo ella una vez estaba concluyendo la charla -- Y no nos dejó tiempo suficiente para cumplir con la tradición de celebrar en estos casos. En una tarde no se puede organizar  una fiesta para tantas personas. Pero no crean que está cancelada.

Una ola de gritos de conformidad llenaron el lugar. Esto fue principalmente de los más jóvenes,  que parecían  muy emocionados y sus rostros revelaban que  lo único que deseaban hacer era ponerse a gritar ¡Fiesta!  ¡Fiesta!  ¡Fiesta!

Casi desee poder compartir el entusiasmo. Pero lamentablemente,  lo mío no iba con eso. Especialmente cuando todo el mundo -Nunca había sentido  esas palabras tan literal como  en ese momento- Me resultaba ser completos desconocidos. Y claro que cuando una a una ciudad a una discoteca o club la pasaba de maravilla.  Pero ser el centro de  atención , o la razón  por la que en primer momento fue  organizada,  Me hizo sentir incómoda.

Habíamos sido llevados a la casa paquete inmediatamente después  de la ceremonia. Tengo que admitir  que jamás había visto tantas personas  alegres. Ellos habían sacado todo lo que pertenecía a su antiguo Alpha y Daniela se ofreció a enseñarnos cada habitación  del lugar. Era tan grande como la antigua casa de Damián, en la que yo me hospedé solo unas semanas antes de tener que marcharnos.

Dejamos nuestras maletas en el suelo.  Ambos nos encontrábamos agotados. Damián le había pedido a Daniela que  le entregara  los documentos que tuviera a mano para que cuando tuviera  un tiempo, pudiera revisarlos. Ella pareció contenta con eso. Se había alejando murmurando que era hora de que alguien comenzar a tomarse  en serio eso.

Pero no llegó el momento de revisar  el papeleo hasta el día siguiente.  Porque una vez que mi espalda conectó  con la cama no demore en  dormirme al instante. Damián me había prometido que veríamos los papeles juntos, por lo que no tuvo más  opción que dormir y esperar a que despertara. 

Fue  una noche muy reconfortante.  Me había encontrado demasiado agotada  tanto física como emocionalmente. En un maldito día habían sucedido demasiado cosas que a cualquiera abrumarían.  Cada día me fortalecía más. Si a la Alex del pasado le hubiera tocado enfrentar todo esto, definitivamente ella se hubiera quebrado. 

Desperté en las primeras horas de sol, y en ese momento Damián ya lo estaba. Al abrir mis ojos estos se encontraron con los de mi compañero observándome fijamente. En otras circunstancias me hubiera resultado algo incómodo. Pero la confianza era tanta que ninguno se avergonzó. Pero lamentablemente nuestro tiempo sin hacer nada en la cama terminó rápidamente cuando tuvimos que poner manos a la obra respecto a lo que nuestros nuevos deberes -Desconocidos para mí-, requerían.

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora