I Love The Way You Lie

38. De vuelta a casa

Me despierto sola en la cama, intento abrir los ojos, pero la cortina estaba abierta y la luz no me dejaba ver. Me levanto desnuda y camino al baño, me ducho y me visto para bajar y ver si había alguien. Sobre todo mis padres, tenía curiosidad por saber que pasó anoche.

Bajo las escaleras y siento olor a café y tostadas, se me revuelve el estómago de hambre y me apresuro.

Abro la puerta de la cocina y me encuentro a mis padres y Jake conversando y riendo. Me sorprendo un poco y Jake me sonríe.

-Buenos días, el desayuno está casi listo. Ve a despertar a Lauren para que comamos todos —Se acerca y me besa despacio.

Sonrío inconscientemente y subo de nuevo las escaleras.

Golpeo la puerta de mi hermana y entro, esperaba no encontrarme con alguna sorpresa. Pero no, estaba durmiendo plácidamente.

Voy y me tiro sobre ella.

-¡Hermana! Es hora de levantarse, el desayuno está listo.

Se da vuelta y me mira feo.

-No diré nada solo porque te he extrañado mucho, pendeja.

Sonrío y le beso la mejilla.

-Te estaremos esperando, no tardes.

Salgo y cierro la puerta. Bajo al comedor y ya estaban los tres sentados a la mesa. Miro a mis padres, estaban como hace dos años atrás  felices y juntos, de nuevo. No podría estar más feliz, mi plan había resultado.

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Con Jake vamos a comer solos, pensábamos volver en la noche y queríamos aprovechar el tiempo para estar juntos y solos. Ya que, al volver, sería difícil.

Desenvuelvo la hamburguesa, le pongo kétchup y más mayonesa, y me la llevo a la boca.

-Eres tan cerda —Dice mientras hace lo mismo con la suya, que por cierto, era dos veces más grande.

-Mira quien lo dice, el chico hamburguesa XL —Me rio con la boca llena.

Cuando terminamos de comer, compramos palomitas y entramos al cine. Guardamos también unos chocolates y bebidas.

Entramos con las manos llenas de comida, a pesar de que habíamos comido recién, eramos simplemente unos cerdos.

-Me traes a ver estas películas solo para asustarme y que me abraces —Digo.

-Puede ser, pero también es porque estas películas me gustan.

La película empieza y me empiezo a comer las palomitas también. Abro el chocolate y me llevo un pedazo a la boca.

Después de dos horas de tortura, por fin termina la película.

-Para la otra será una romántica.

-Pero las odio —Se queja.

-Entonces una de acción.

-Si, eso me gusta más.

Me da la mano y caminamos hasta casa.

Un chico de al menos veinte años pasa por al lado nuestro y me da una mirada coqueta. Lo miro de mala gana y de repente siento su mano en mi trasero. Me quedo inmóvil y Jake se da cuenta.

-¿Pero qué carajos te pasa? —Le grita.

-No Jake, tranquilo.

-No cariño, yo me las arreglo con este imbécil.