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POV Omnisciente

Al día siguiente, Jaime fue el primero que despertó de todos sus amigos. No sabía que hora era pero suponía que era bastante temprano, así que no era necesario levantarse de inmediato, dejándolo con bastante tiempo para observar a su pololo dormir.

El enojón lo miró y acarició su cara ligeramente para no despertarlo. Lo amaba tanto y de verdad que siempre le parecía perfecto. Le gustaban esos momentos donde veía a su novio dormir tan pacíficamente, sin preocupaciones ni nada en realidad. Pero tampoco podía mentir y decir que no le gustaba cuando este estaba despierto y lo miraba con los ojos un poco dilatados o cuando se ponía rojo por alguna cosa que dijera o hiciera él. Le encantaba todo de Nicolás, cada cosa de él le parecía muy fascinante. Su piel morena y lo suave que era, sus ojos cafés que se iluminaban cuando estaba feliz, su pelo, etc. No podía elegir que cosa le gustaba más del moreno porque probablemente nombraría una y después se acordaría de otra y de otra, así hasta describir a su ex profesor por completo.

-Me siento observado.-Dijo Nicolás con la voz ronca sin ni siquiera abrir los ojos para saberlo.-Me estás mirando, cierto?

-No Nico, no te estoy mirando, te estoy admirando.-Dijo Jaime con una sonrisa mientras veía como Nicolás se reía ligeramente y abría sus ojos solo para mirarlo.

-Bueno, lo que sea que estabas haciendo, lo podía sentir.-Dijo el moreno. Este vio como habían unos pocos centímetros de distancia entre Jaime y él, así que de inmediato se acercó aún más.

-Qué podías sentir?.-Preguntó el enojón con una voz más ronca y con un doble sentido notorio en esta frase, haciendo que Nicolás se colocara rojito casi de inmediato.

-Q-Que me mirabas.-Respondió el pequeño moreno bastante nervioso sintiendo como su novio le comenzaba a hacer de nuevo cariño en la espalda como el día de ayer.

Jaime se rió por el nerviosismo de su pololo para luego darle un pequeño beso en los labios, haciendo que los dos sonrieran.

-Tenemos que levantarnos?.-Preguntó el pequeño travieso mirándolo con un puchero para luego acurrucarse más contra el pecho de su novio.

-Bueno, creo que no altiro, amor.-Respondió el drogadicto con una sonrisa viendo como su pareja lo abrazaba fuertemente. Se notaba que este no se quería levantar y bueno, si Nicolás no se levantaba, él tampoco lo haría.

-Cuantos días nos vamos a quedar?.-Preguntó el profesor Gaulle de repente, llamando la atención y curiosidad de Jaime.

-No lo sé, por qué amor? No te gusta este lugar?.-Preguntó el futuro profesor de Matemáticas mirándolo con atención.

-No, no es nada de eso, solo preguntaba.-Respondió el profesor de Lenguaje mirándolo solo unos segundos.

-Esta bien.-Dijo el ex alumno del moreno algo inseguro con aquella respuesta.

-Y a Gus le tocó dormir con el Naiko?.-Preguntó Nicolás de repente, haciendo que el enojón frunciera el ceño.

-Eh sí, como los otros duermen en pareja.-Contestó Jaime mirando a su novio, queriendo notar un rastro de molestia o de celos porque Gustavo tuvo que dormir con Naiko.

-Bueno, al menos así se hacen compañía.-Dijo el moreno con una sonrisa.-En secreto los shippeo.

-Espera, shippeas a tu ex con tu amigo?.-Preguntó el enojón algo divertido.

-No es tan raro, Gus nos shippeaba aún así estando juntos él y yo.-Dijo el pequeño moreno como una razón válida.

-Esta bien, ahora ganaste tú.-Dijo el drogadicto todavía acariciando la espalda de Nicolás.

-Como siempre.-Dijo el pequeño travieso con una sonrisa socarrona.

Jaime sonrió y se acercó al oído de Nicolás para luego decirle algo.

-Te amo.-Murmuró el ex alumno de Nicolás en una voz ronca, haciendo que este se estremeciera.

-Yo también te amo, Jaime.-Dijo el profesor Gaulle también en un murmuro, sintiendo sus mejillas enrojecer y como el recién nombrado le daba pequeños besos en estas haciendo que se colocara más rojo aún.

-Me gusta cuando estás sonrojado.-Dijo el futuro profesor de Matemáticas como si fuera confesión.-De hecho, a mí me gustas tú.

-J-Jaime...

El recién nombrado no lo dejó hablar y lo besó lentamente en los labios, recibiendo respuesta inmediata de Nicolás.

Estuvieron varios minutos así hasta que se separaron porque escucharon como unos de sus amigos salía del carpa y empezaba a preparar todo para el desayuno.

-Aún no te quieres levantar?.-Preguntó Jaime con una ligera sonrisa y en un tono bajo para que nadie más los escuche.

-Te digo la verdad?.-Preguntó Nicolás también en un tono bajo, viendo como Jaime asentía con la cabeza.-Aún no me quiero levantar.

-Pero tenemos que hacerlo.-Dijo el enojón viendo como Nicolás fruncía el ceño y se acurrucaba aún más, no queriendo levantarse.-Vamos amor, si quieres en unas horas más nos volvemos a acostar, pero si vinimos no fue para estar acostados.

-No quiero.-Gruñó el moreno, sintiendo unos segundos después la mano de su novio sobre su boxer. Mejor dicho, sobre su trasero haciendo que se volviera a sonrojar.-J-Jaime qué ha...

-No es necesario que te castigue para que te levantes, cierto?.-Preguntó el drogadicto otra vez con la voz ronca, mirándolo directamente a los ojos. En los ojos de Jaime se notaba mucho deseo, haciendo que el moreno quisiera provocarlo aún más.

-No quiero.-Volvió a decir el pequeño moreno sintiendo como Jaime comenzaba a jugar con el elástico de su boxer.

-Estás seguro de eso?.-Preguntó el ex alumno de Nicolás, bajando un poco el boxer de este para luego dejarlo donde estaba para que el moreno sepa que si se atrevía a hacerlo.

-Muy seguro.-Respondió el pequeño travieso, sintiendo como solo unos pocos segundos después Jaime le bajaba el boxers, dejando ver la mayoría de su trasero.

El enojón lo observó por varios segundos para luego colocar una mano encima de este, tocándolo por unos segundos para luego levantar su mano y cuando lo iba a golpear ligeramente, escucharon una voz cerca de la carpa, haciendo que Jaime le subiera el boxer de inmediato por si a alguien se le ocurría entrar.

-Sé que están despiertos.-Dijo Gustavo con una risa.-No es por molestarlos pero me podrían ayudar a hacer el desayuno, no?

-S-Sí, altiro vamos.-Respondió Nicolás con la voz algo entrecortada, sintiendo como Jaime le tocaba el torso.

-Y descuiden, no le diré a nadie sobre lo sadomasoquistas que son.-Dijo Gus riéndose para luego alejarse de ahí, dejando a un moreno sonrojado y a un enojón que gruñía ligeramente.

I Want YouWhere stories live. Discover now