Capítulo 17.

90.6K 5K 913
                                    

17. Esta vez no.

—Buenos días. —digo acercándome a Adam y dejándole un beso casto en sus labios.

—¿Eso son buenos días? —preguntó con el ceño fruncido mientras me agarraba por la cintura y me pegaba a él, para después besarme.

Cierro los ojos y le sigo el beso encantada.

Nuestros labios se mueven lentamente, disfrutando de cada segundo.

Nos separamos poco después por falta de aire.

Y como no él vuelve a tener su típica sonrisa.

—Ahora sí que son buenos días. —me da un beso corto y su sonrisa se ensancha más.

Yo río y niego, me dirijo a la encimera y preparo unas tortitas con chocolate y las pongo en la isla de la cocina, donde Adam me esperaba, siguiendo con su mirada cada uno de mis movimientos.

Le saco la lengua, a lo que él rie y saco algo para beber.

Me siento enfrente de él y empezamos a comer.

Ya ha pasado una semana desde que Adam me pidió que fuera su novia, y estamos de maravilla.

Él ya me ha avisado que tiene que explicarme con más detalles lo que conlleva ser su mate y la luna de su manada.

Pero no creo que sea para tanto.

También me confesó de nuevo que le daba miedo que después de contarmelo todo quisiera irme o dejarle.

Como si pudiera hacerlo...

En este tiempo que llevo viviendo con Adam he empezado a sentir algo muy fuerte por él.

—Adam, me tienes que llevar a mi casa, hace ya tiempo que no veo a mi familia, deben estar preocupados por mí, no les he podido enviar ni un mensaje... —puse un puchero.

Él suelta una pequeña risa.

—Si quieres te llevo ahora después de desayunar.

Asiento.

—Gracias.

—No me tienes que dar las gracias, es culpa mía por tenerte incomunicada, es lo mínimo que puedo hacer.

Sonrío agradecida.

Dirijo mi mirada al plato que tenía delante de mí, y empecé a comermelo.

Adam no tardó en imitarme.

Terminé de comer, dejé los platos en el lavaplatos y los fregué.

Me dirigí a las escaleras.

—Voy a ducharme, ahora vuelvo.

Él no contestó, fui al cuarto de Adam, a coger algo de ropa.

De repente siento unos brazos rodeandome por los hombros desde atrás.

También sentí como apoyaba su barbilla en el hueco de mi cuello, y dejaba un beso en mi mejilla.

Sonrio.

Sonrio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora