Capítulo 11: El segundo 28

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Había pasado poco más de un mes y los sentimientos entre Enzo y Melissa florecían más y más. Ya era bastante difícil ocultarlo. Tanto así que Arianna se daba cuenta y seguía manipulando a Enzo con sus crisis existenciales. Pero Enzo ya no aguantaba más.

Melissa seguía manteniendo su posición de que no quería que Enzo le dijera que la amaba porque eso la hacía sentir mal de algún modo. A pesar de todo Arianna había sido su amiga durante toda la primaria hasta que sencillamente decidió volverse loca.

Por otra parte, Kevin ya se había enterado de que Melissa y Jake ya no eran novios; así que comenzó a escribirle de nuevo. Ya tenía un smartphone así que le escribía más seguido y además de vez en cuando se le quitaba lo imbécil.

De igual modo Melissa no se sentía demasiado confiada porque ya Kevin había jugado demasiado con ella. Aún así sentía algún grado de atracción hacia él o quizás sólo quería desviar la culpa que sentía por la atracción hacia Enzo.

Un día a Kevin se le ocurrió la brillante idea de hacer un chat grupal con Melissa, sus dos mejores amigas y sus dos mejores amigos. Melissa se sentía algo incómoda porque no conocía muy bien a nadie allí.

—Oigan chicos, estamos aquí reunidos porque la verdad es que estoy muy aburrido. -Dijo Kevin-

—Siempre estas aburrido -Dijo una de sus amigas-

—Bueno, eso es verdad.

—Ehm, podrías empezar por presentarme. -Dijo Melissa-

—Ah, cierto, bueno chicos saluden a Melissa mi ex.

—Hola ex de Kevin. -Dijeron todos-

—Bueno, tengo una propuesta...Ya que este es el último fin de semana de vacaciones ¿Qué les parece si vamos al cine el sábado?

—Está bien, me parece una buena idea. -Dijo una de las chicas-

—Magnífico.-Dijo uno de los chicos-

—Yo no tengo problema.-Dijo la otra chica-

—Si todos van, yo voy. -Dijo el otro chico-

Pues, eso parecía más una cita triple que cualquier otra cosa. Pero Kevin tenía razón con lo del último fin de semana así que ¿Por qué no? Ir al cine es siempre una buena opción para divertirse.

Melissa estaba insegura sobre contarle a Enzo sobre sus planes porque quizás habría algo de celos. Pero al cabo de dos días lo hizo, y para su sorpresa Enzo le tenía una gran noticia.

—Terminé con Arianna.

—¿Qué?

—Que terminé con Arianna.

—Bueno sí, le dije que ya estaba cansado de que siempre fuera lo mismo y la misma promesa que nunca cumple, así que espero que haya entendido que la dejé.

—¿Pero aún hablan durante el día ?

—Bueno, sí, pero ya no soy nada cariñoso.

—Oh Dios.

—¿Qué?

—Es que...por más que sea, es mi amiga.

—Bueno, sí, me duele esto pero de verdad ya no soportaba más la relación y sabes que después de aquel día caí bien pendejo enamorado de tí y yo ya no la amaba, sencillamente con cada acción fue matando el amor que sentía por ella y ya al final seguíamos porque cada vez que la iba a dejar me manipulaba con llanto.

—Es que, tú también me gustas, y creo que más de lo que deberías pero no me siento cómoda con esa idea.

—Bueno, ya veremos cómo manejamos todo esto. Por cierto ¿Crees que Kevin quiera volver contigo o algo por el estilo?

—No lo sé, yo nunca sé qué es lo que ese tipo quiere realmente.

—¿Volverías con él?

—No lo creo. Ni se me ha pasado por la mente el hecho de que él quiera volver conmigo.

—¿Cuándo es que irán al cine ?

—Este 28 de septiembre.

—Ah ok, en dos días.

—Pues, si.

—Es algo tarde, creo que voy a dormir. Ha sido un día largo.

—Está bién, descansa.

Llegó el día de la susodicha salida al cine, así que Melissa llegó un poco antes de la hora acordada. Ella le había contado a Arianna que estaría en el centro comercial porque extrañamente Kevin había planificado esa salida. Pero Arianna no prestó demasiada atención al caso. Estando allá, cuando le preguntó a los demás a qué hora llegaban. Todos dijeron que no irían y Melissa no supo qué hacer porque estaba sola en un cine y así se quedaría por un largo rato. Así que llamó a Enzo.

—Dime por favor que no estás haciendo nada.

—No, no estoy haciendo nada.

—¿Puedes venir al cine? El imbécil de Kevin me dejó mega plantada.

—Está bien, ya voy para allá.

Después de unos 20 minutos llegó Enzo al rescate así que se metieron en la fila para comprar los boletos de cualquier película que sonara divertida. Estaban algo paranoicos porque la verdad no querían ser vistos juntos ya que eso podría crear muchos chismes. Pero esa no fue la peor parte, la peor parte fue cuando de repente apareció un mensaje de Arianna en el teléfono de ambos.

«Tal vez nos veamos en el centro comercial porque voy con mi mamá a comprar unas cosas.»

—¿Qué? ¿Tú le dijiste que ibas a estar aquí? -Dijo Enzo-

—Si, yo le había contado que venía con Kevin. ¿Tú qué le dijiste?

—Le dije que iba al cine con mi mamá.

—¿Al cine con tu mamá? ¿En serio? ¿No se te ocurrió algo más creíble?

—Bueno, yo usualmente voy al cine con mi mamá y ella lo sabe.

—Bueno, esperemos que esto no se convierta en una desgracia y que esta fila avance rápido.

Como por arte de magia la fila empezó a correr rápido, Enzo y Melissa andaban todos paranoicos. Ambos ignoraron el mensaje de Arianna para luego inventar que no lo habían visto por alguna cosa tonta o algo.

Después de algunos momentos de pánico. Al fin entraron a la película. Melissa escogió los puestos de la esquina superior para que absolutamente nadie los viera juntos. Ella tenía el presentimiento de que Arianna no había entendido muy bien el hecho de que había sido dejada por Enzo así que toda esta situación era un poco rara. En realidad ella no estaría ahí con él de no ser porque Kevin y los demás la dejaron plantada.

Todo iba normal, estaban los cortometrajes y los anuncios habituales además de los trailers que siempre ponen antes de la película. Pero ella estaba nerviosa, sentía que de nuevo ocurriría algo entre ellos y ella de algún modo quería, pero sentía que estaba mal.

No fue hasta que comenzó la película que todo pasó, Enzo agarró su mentón y dijo: «Lo siento» y la besó. Y después fue como si sencillamente no podía parar de hacerlo. Era extraño, pero ella tampoco podía dejar de corresponder los besos.

Al salir de la película Melissa se sentía completamente extraña, pero tampoco se sentía demasiado mal. Enzo le gustaba, era inevitable aunque sabía que eso estaba mal por su amistad con Arianna. Ese día ambos acordaron que si por algún motivo los besos ocurridos en los asientos L27 y L28, asumirían juntos la responsabilidad.

Gracias al cielo no se encontraron a Arianna porque eso habría sido muy incómodo, de hecho; apenas salieron del cine ya los papás de Melissa la habían ido a buscar porque debían seguir con los preparativos de su fiesta de 15 años que sería en poco más de un mes. Melissa no quería despedirse de Enzo, pero tuvieron que hacerlo.

—Nos vemos el lunes en la escuela.

—Está bien, cuídate pequeña.

Algo más que almas gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora