Capítulo 2: La conversación clave.

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Melissa llegó a su casa, y se dispuso a disfrutar su tarde libre dibujando ya que era una de sus cosas favoritas. Ya casi anocheciendo se dispuso a ver televisión, a pesar de que intentaba distraerse no podía parar de pensar en Kevin y la verdad es que ella no se explicaba por qué le gustaba tanto ese hombre. Aún así ni había revisado su teléfono ya que Kevin contestaba el celular cada medio millón de años debido a que siempre se quejaba por no tener smartphone, y por supuesto a él jamás se le pasaba por la cabeza siquiera regalarle una llamada a Melissa, no lo había hecho ni para felicitarla en su cumpleaños un par de meses atrás.

Ya cuando su madre la llamó para cenar su cereal favorito, recordó que se suponía que Enzo iba a escribirle así que tomó su cereal y se metió a su cuarto a buscar su celular en bolso de la escuela para revisar los mensajes. Cuando encontró su celular sólo vio un mensaje de Arianna preguntando por la tarea así que sólo le envió una foto de lo que habían asignado y fue el fin de la conversación. Había terminado de comer su cereal a las 8:30pm más o menos y justo allí entró un mensaje de un número desconocido el cual decía: «Ola k ase» ese tenía que ser Enzo, él sabía específicamente que Melissa detestaba la mala ortografía así que después de un largo suspiro respondió:

—Hola Enzo, tienes que ser tú, tu ortografía asquerosa es inconfundible además de que sé que lo haces a propósito —dijo tratando de sonar contundente.

—¿Komo ezthas tan zegura de kien soi?

—A ver, eres la única persona a la que le di mi número hoy y de paso sabes que odio la mala ortografía, no hay que ser demasiado inteligente para darse cuenta de que efectivamente, eres Enzo.

—¿Y thu ke zabes zi soi un atmiradhor zecretho?

Melissa estaba comenzando a perder la paciencia, realmente le exasperaba la mala ortografía y de por si ya estaba un poco de mal humor gracias a Kevin; así que fue a tomar un vaso de agua para calmarse un poco y cuando tomó su celular de nuevo había llegado otro mensaje que decía: «Ya está bien no te molestes, si soy Enzo».

—Lo sé, aparentemente no puedes actuar con seriedad durante demasiado tiempo —dijo poniendo los ojos en blanco.

—Oye mujer cálmate, casi sentí tu mirada asesina hasta acá.

—¿Jamás te han dicho que no debes decirle a una mujer que se calme?

—Para ser sinceros, no, nunca me lo han dicho, pero ya, a lo que vinimos, háblame de Kevin.

Melissa se dispuso a escribir un discurso enorme a cerca de todo lo que Kevin hacia y decía, como por ejemplo aquella vez que le demostró su "amor" con un tierno mensaje, que decía: «Eres la Nutella de mi pan». A ciencia cierta Melissa jamás entendió a qué se quiso referir exactamente pero ella lo interpretó como si él quiso decir que ella era su complemento, incluso eventualmente él mostraba señales de celos cuando ella comenzaba a hablar con otro chico; pero, lo más loco de todo era cuando él estaba en esos momentos de ignorarla pero de igual modo siempre se las ingeniaba para aparecerse en cada rincón de la escuela por donde Melissa pasara el recreo. Todo este discurso fue enviado por pequeños fragmentos, cosa que desesperaba a Enzo porque le entraron más o menos unos 20 mensajes seguidos y su teléfono más que inteligente parecía tener algún retraso mental porque se congelaba cuando le entraban demasiados mensajes, luego del mensaje número 30 más o menos Enzo le dice: «¿Ya terminaste?»

—Si, creo que ya te lo conté todo —respondió Melissa.

—Bueno antes de dar mi opinión, tengo una pregunta...¿Él ha tenido novia antes?

Melissa se quedó pensando unos minutos porque no estaba muy segura de la respuesta.

—Bueno, ahora que recuerdo se supone que cuando lo conocí andaba con alguien pero su mejor amigo me dijo hace unos días que él jamás había tenido una novia real.

Algo más que almas gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora