Capítulo 1. La reclusa 666

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06 de noviembre de 2009
En los tribunales

Rosario's POV:

-CULPABLE, ¡LLEVENSELA!-dijo el juez a los policías.

El mundo se me caía encima, ¿han estado en esa situación cuando tienen problemas, sientes que morirás lentamente, sufriendo por un millón de azotes los cuales nunca acaban?
Pues crean sentí peor que eso; tenía la vista borrosa y lo único que podía escuchar eran los gritos de Marcela

-¡Que nunca salga esa ramera de la cárcel!-

Gritaba Marce desde su lugar, mientras dos policías me tomaban con fuerza de los brazos, tenía ganas de morir

en ese justo momento. El hecho de ir a la cárcel por algo que nunca hice, la muerte de un hombre que se convirtió en un gran amigo, supuestamente era ¿mi culpa?.

Mi desdicha tenía nombre y era ×××× Nájera

Estaba apunto de pasar por esa puerta grande de madera del juzgado para ser llevada a la cárcel, pero no aguanté más y caí desmayada.

Lo último que logre ver es como uno de los policías me miraba con desagrado y a lo lejos oí algunas groserías.
***
Cuando desperté, me encontraba en un consultorio médico, no muy agradable a la vista. Pero que importa no me han llevado a la cárcel, podría escaparme.

-¡Genial despertaste!-

Una voz femenina la cual desconocía me lo dijo con un tono muy sarcástico. Lo que provocó que volteara a ver quién era.

Por lo que parecía era la doctora del consultorio. Se acercó a mí y empezó a revisarme por todos lados mientras anotaba algunas cosas en su libreta de color azul rey.

-¿Qué hospital es este?- pregunté observando todo el lugar para pensar la manera de escapar.

Ella bufó y meneó la cabeza para los lados.

-¿Enserio crees que te llevarían a un hospital después de todo lo que hiciste?, estas en el hospital mi reina- dijo la doctora tomando algunas medicamentos de una bandeja.

Suspiré y tome un poco de aire -La cárcel ¡eh!, ahg no me digas mi reina- dije con disgustó.

-Con que muy cabrona, bueno eres nueva que puedo esperar. Ahora sal de este lugar que tienes que ir a tu celda, oh aquí está- dijo tomando una de tantas pastillas de dicha bandeja y entregandomela.

-Y esto ¿qué es?- dije mirando las patillas.

-Son patillas de paracetamol para el dolor, toma dos cada 8 horas y te sentirás mejor, si las molestias siguen, regresa- dijo abriendo la puerta y haciendo señas para que saliera.

-Esta bien- dije saliendo del lugar
Y por lo que alcance a notar ella es la doctora del reclusorio, en su gafete tenía apellido Meza. Doctora Meza pfff, tenía un cabello increíblemente rizado, se veía bien, aunque se ve que por dentro es una completa perra.

De pronto alguien me jalo del hombro con mucha fuerza.

-A tu celda niña, ¿qué esperás?- dijo una policía caminado hasta llegar a mi lugar.

Sicaria "Vida"Where stories live. Discover now