Los viejos tiempos

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-Sigan asi! formen bien esos cuerpos!

Como siempre el entrenamiento de gladiadores de la entrenadora Riko, bien sentada en el banco del salon , admirando la vista del esfuerzo de sus jugadores, las gotas de sudor se pueden encontrar en el piso asi como su mismo reflejo.

-Koganei, corre! no te detengas!

Si, nada ah cambiado todo sigue igual

A exepcion de que los sempais ya no se encuentran con ellos, normalmente estos venian a entrenar un rato pero lamentablemente ese dia no pudo ser, ya se por la universidad o algun tema de urgencia aunque vayamonos mas por la primera opcion.

Los balones ahora se escuchaban por todo el salon haciendo eco en cada uno de ellos, tambien se podia presenciar la traspiracion o el chillido de cada par de zapatos.

-Okey, eso es todo por hoy! - saliendo a los vestidores.

Los minutos pasaban y se escuchaba el sonido de las duchas mas las conversaciones que entablaban cada uno.

Estaba oscuro el cielo, se podria decir que eran las 7:00 pm o mas, los casilleros se cerraban y las mochilas soltaban el sonido de cerrarse y uno que otro grito por llevarse una broma de cualquiera de los jovenes.

También los gritos de la entrenadora diciendo o mas bien dicho gritando, para que se vallasen a su casa cada uno y así poder cerrar el gimnacio.

-Quiero cerrar de una vez! - se impacientaba.

Uno de los jugadores de primero se acerco corriendo abisando algo que no dejo muy feliz a la muy paciente entrenadora.

-¿¡Como que todavia se van a demorar?!

Despues de una larga discucion con la jovencita pudo acceder a la peticion de los culpables de su enojo.

-Que sea la ultima vez , me oistes?!

Afirmo con un grito mientras que trataba de no mirar a los ojos de la mas baja por que estaba seguro que estos podrian quemarle el craneo, no es que sea exagerado, solo decia lo que de verdad puede pasarle.

-No olviden cerrar con llave - dijo como ultimo la femenina para salir de aquella sala.

Volvio a los vestuarios para seguidamente sacarse la camiseta y tomar una toalla y colocarsela en el cuello para que de inmediato entrara a una de las duchas.

Sabia que no estaba solo, que alguien se había quedado para hacer lo mismo que esta haciendo ahora, ambos se toman demasiado su tiempo para asearse por eso es que aveces tiene una que otra marca de una palma de mano de su entrenadora.

Llevo su cabello para atras y seguido cerrar lo ojos y sentir la fluides del agua caer por su rostro y pasar de su menton hasta la punta de los pies.

Se escuchaba al fondo otra ducha, estaba seguro que esta por terminar asi que se apresura un poco mas.

No es por nada pero pasar el tiempo con ese tipo siempre hace que su mente se uede descubierta y no pueda pensar claramente.

Pero eso no significa que sea algo del cual odiar, es casi todo los contrario, por que le encanta como le hace sentirse seguro de si mismo pero la palabra casi es lo que lo deja desconcertado.

No lo sabe aun pero cada vez que tiene la oportunidad de ver su sonrisa o sus ojos tiene quedar un golpe mental para que deje de mirarlos.

Pues por mas raro que suene viniendo incluso de el, que es uno de los mas fuertes de su equipo.

Le encanta pasar el rato con el.

Es divertido

Es gracioso

Es complacente

Es agradable

Pero apesar que dice sentir todas esas cosas cuando esta conel, presiente que falta algo mas que agregar.

Algo por lo cual aun no se ah dado cuenta y no sabe como desifrarlo.

Pero al igual que la mayoria de las veces olvida ese tema y sigue sin tomarle importancia.

Cerro la ducha y sacudio su cabellera para sacar algunas gotas de agua, seguidamente agarra su toalla y se lo coloca en la cintura para salir con gotas siguiendo su camino.

Agarro sus cosas y se metio a un vestuario para colocarse sus prendar correspondientes.

Ya no se escuchaba la ducha de atras por lo que penso qyue se estuviera cambiando.

Termino con el ultimo zapato y salio fuera del vestuario con la mpchiñla en el hombre y regresar a su respectivo casillero y guardar algunas cosas.

Cerro con llave este y se volteo para empezar a buscar a su compañero.

-Aqui estoy, Kagami-kun.

Y por mas que quiso los escalofrios pasaron por su cuerpos tensandolo y haciendole dar un brinco.

-Maldicion! Deja de hacer eso Kuroko!

-Kagami-kun, ya termine de cambiarme.

-Que bien, por que ya me dio hambre -sonrisa.

El peliceleste agarro su maletin y se colgo en el hombro para empezar a caminar al lado del pelirojo que ya se le habia adelantado.

Salieron de toda la cancha centralisada y apagaron las luces para cerrar con llave el gimnasio y dejarles la llave al conserje.

-Despues de comer te gustaria ir a jugar un rato ? - sonrie

-Claro pero si al menos me das un poco de ventaja - agrego el mas bajo bromeando.

-Como si eso fuera a pasar - suelta una risa.

A pasos lentos se acercaban a la salido en silencio, estaba oscuro y la noche les llegaba por todo el cuerpo.

Todo esta ocurriendo de lo mas normal pero una visita tal vez te deje pensando.

-Tetsuya, Taiga , buenas noches.

-Akashi-kun? - para su caminar.

-Queria comunicarte algo

-Cual es el problema - pregunto esta vez Kagami.

 - Hace una pausa y sonrie amigablemente - me gustaria que vengas mañana al entrenamiento que estoy haciendo.

-Entrenamiento? - volvio a preguntar.

-Como los que teniamos en secundaria, pense que seria bueno volver a hacerlo como en los viejos tiempos- aclara.

-No se si pueda, Akashi-kun - mira de reojo a Kagami.

Seijuro no era tonto, sabia que habia algo confuso en los guerreros de Seirin asi que decidio seguir hablando y poder hablar claro.

-Si gustas - mira al pelirojo - puedes venir , Taiga.

La mirada del ojiceleste se levanto de inmediato al escuchar la propuesta que le hacia a su compañero de juego.

-No quisiera incomodar, después de todo es un entrenamiento de la generación milagros - agrego el pelirojo.

-No hay ningun problema, ademas vendrán algunos extras con cada jugador.

Kagami miro a su costado y vio a su compañero mirarlo directamente los ojos, de nuevo ah tenido que pelear con su cabeza para dejar de mirarlos, pregunto con la mirada a mas pequeño y este le respondio con sus mas sinceras sonrisas.

-Aunque no tiene caso si no vas, Tetsuya - sonrio.

-Esta bien, ire - contesto

El heterocromatico sonrio victorioso, habia hecho que todos aceptaran, aunque no le sorprende que lo hayan hecho, de todas maneras si se negaban los obligaria a ir, por las buenas o por las malas.

-Cual es tu respuesta, Taiga?- se giro sobre sus talones.

Miro de reojo a Kuroko y le sonrio de lado.

-Esta bien.







Perdidos en el entrenamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora