VIII

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Me mata la verdad.

Es en las noches cuando me derrumbo, cuando ya no queda nada más que escuchar que a mí misma, las voces de mis temores, de mis ahogadas esperanzas se hacen presente para atormentar mi ya agobiada existencia. Es en las noches como cual milenaria estatua, agrietada de los años y ávida de descanso, me disuelvo yo en pedazos sobre mi lecho. En el lugar que horas antes aparentaba haber fuerza, ahora sólo hay vacío, un espacio amplio y cruel y como una niña abandonada por el mundo lloro refugiándome en el silencio de lo oscuro, de lo plácido. Vuelvo a sentir que estoy sola, que no basta con sonreír por fuera si es en el corazón y en el alma donde está el gemido. "Se entusiasta, vive tu vida, lucha por lo que quieres" a todos les digo, pero qué queda para mí, ¿qué ayuda me brindo? Y es que a veces pienso que soy mi propia enemiga, aunque pueda no lo logro, aunque quiera no debo, aunque luche me derroto, y vuelve la noche y con ella mis lágrimas y mis gemidos, no importa cuanto llore, siempre será lo mismo. ¿Entre tanto dolor existirá la felicidad? Despertaré a algún amanecer de pura luz en el que ya no haya llorado en la oscuridad de la noche? No lo sé, aunque todavía la esperanza de un mejor vivir reposa en mis adentros, todavía miro un futuro distinto para mi espíritu y se dibuja una lastimosa pero sincera sonrisa en el rostro de mi sufrimiento. Pero hoy es de noche, ahora es oscuro, extraño la vida aunque puede que nunca la haya tenido, mi almohada está fría y húmeda al tacto, y soy mi única compañía, mi único recurso, por eso escribo, saltan una tras otra mis letras con la esperanza de encontrar un alivio, quizás así me descubra escondido en el fracaso de mis sueños y encuentre lo perdido o lo no revelado, y así comenzar a ser la mujer de las mil y una razones para existir, y de una vez vivir dichosa de no recordar cómo se llora en la noche.  

Scars: Diario de un nivel E (Spin-off LDS#5)Where stories live. Discover now