#6

85 4 0
                                    

Él lo escucho todo, en este momento tengo tanto miedo, el temor que me invade es tan insoportable, como el martilleo que produce mi corazón en este preciso instante. El solo pensar, que ya no me ama, que ya no le importó, y que nunca le importe, hace que mi corazón palpite a mil por hora. No quiero hablar de lo que siento, a menos no ahora. Son tantas cosas que quiero y necesito decirle, pero soy una cobarde, soy la persona mas insegura que puede existir, y eso nadie lo puede cambiar.

Desde el punto en el que me encuentro, lo observó, y puedo ver, que sus facciones no tienen expresión alguna, esta tan neutro que es de lo mas imposible, saber si esta feliz, enojado o triste. Me asusta no saber como se siete en este momento. No desvío la mirada de la suya, que por cierto, es mas intimidante de lo que recuerdo. A pesar de que su mirada es tan abrumadora, no pienso quitarle la mía de encima. Tengo que ser segura de mi misma por una vez en la vida, y enfrentar lo que tenga que pasar a continuación, aceptar las cosas con madurez, y no reprochar ante la situación.

-Harry... Y..yo... ¿en que momento llegaste?- Zack esta a un lado de la cama, pero veo que poco a poco se levanta, para luego salir de la habitación.

-Llegué en el momento adecuado, para escuchar lo suficiente- ha dado un paso en mi dirección, mientras yo me encuentro inmóvil en mi lugar.

-Perdón- es lo único que piedo decir, ya que mi lengua se encuentra adormecida.

-¿por que pides perdón Mía?- a estas alturas ya se ha posicionado a mi lado.

-N...No, No lo sé- me encuentro cabizbaja en este momento.

-Oye, cariño- con sus dedos me toma por la barbilla, haciendo que levante la mirada. Yo, lo miro atentamente, cayendo en cuenta que hace sólo unos segundos me ha llamado cariño.

-Harry...- no me quita la mirada de encima.

-Dime... Lo que sea, estoy aquí, para ti- una lágrima traicionera abandona mi ojo, así quemando mi Mejía.

-¿puedo hacerte una pregunta?

-Lo que sea- pasa su dedo pulgar suavemente por mi Mejía, haciendo que no quede rastro alguno de esta.

-¿aun te importó?- una risita se le escapa, y eso hace que pierda balance.-Mía, tú nunca me dejaste de importar.

Un escalofrío recorre mi sistema, poniéndome la carne de gallina.
Saber que no le dejé de importar, me alegra en cierto modo, tengo ganas de llorar, pero de alegría.

-T...tú, es, ¿es enserio?.

-Si Mía, me importas demasiado, haría todo, por verte sonreír.- me regala una sonrisa sincera, a manera que también le regalo una, pero con timidez.- ¿me respondes algo?

-Si, ¿dime?

-¿me amas?

Su pregunta hace que pierda los estribos, estoy estupefacta, claro que lo amo, nunca deje de amarlo pero tengo miedo de hablarle tan claro, y temo ser demasiado directa aunque sé que debo hacerlo.

-Harry- deje salir un suspiro lento y pausado, para después mirarlo a los ojos.- Si, si te amo Harry.

El corazón se va a salir de su lugar, no me di cuenta de lo nerviosa que estoy, literalmente estoy comenzando a sudar helado. No sé como se lo ha tomado. Sin pedir permiso, entrelazó nuestras manos, al parecer esta pensando -¿en que?- no lo sé.

-¿Mia?- Habla suavemete- ¿puedo hacerte otra pregunta?

-Esta bien...

-¿Tú... Tú y...- Sé lo adonde va la pregunta, también veo el nerviosismo que esta comenzando a invadirlo.

GuardiánWhere stories live. Discover now