Capitulo 1

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Ese día, la librería se encontraba abarrotada, en la pequeña sala de espera de la estancia se encontraba una chica de unos 18 años, su cabello era negro con bucles y unos grandes ojos color verde esmeralda. Era muy atractiva, iba vestida con una camisa fina y holgada color claro, con un abrigo gris que iba abierto, pantalón de mezclilla y botas negras que IBAN sobre el pantalón. A su lado había un chico de la misma edad, de cabello castaño rojizo y ojos del mismo color de un grano de café.

-¿A que hora llegara el tipo?- La cara del chico estaba salpicada de pecas, parecían resaltar a la luz del sol. La chica se sonrojo.

-¡Ronnie! Podrías guardar silencio...- Las esmeraldas apuntaron otro sitio, nerviosa.

-Vamos, Ry-Chan, hay hombres mejores y más guapos que él... Como yo, por ejemplo... -Sonrió de lado y miro coqueto a su amiga, lo que hizo que esta se sonrojara más.

No habían pasado unos minutos cuando un chico se acerco a ellos.

-¿Hamato Ryoku?- Su voz era grave, muy masculina, la chica se sobresaltó al escucharlo.

-Soy yo...- La pelinegra se puso de pie -Tu debes ser... T-Taki-kishima... O... -Tartamudeo, estaba muy nerviosa, al ver los ojos oscuros del chico ambos parecieron sentir un pequeño choque eléctrico.

-Takishima Ono, señorita.-Dijo con una sonrisa. Su cabello era negro azabache e iba en punta. Sus ojos eran casi tan oscuros como el cabello. Llevaba una chaqueta de cuero, pantalón de mezclilla rasgado de la rodilla y botas negras estilo punk.

Ryoku Hamato sonrió, haciendo que unos hoyuelos aparecieran por sus mejillas.

-Yo soy Ronald Yokoyawa, nos vemos luego, amiga- Sonrió, se levanto para darle un beso en la mejilla y se fue, dejando solos a Ryoku y a Ono.

Ryoku sintió una mano en su hombro. Se giró y vio a Ono demasiado cerca de ella, se puso nerviosa.

-Eres linda, dime ¿Que libro piensas comprar?- Sonrío, era bastante atractivo cuando sonreía, hizo que Ryoku se sonrojara una vez más.

No lo pensó dos veces.

-Harry Potter y el Legado Maldito... Aunque... Estoy leyendo este...- Saco un libro bastante grueso.

-¿Te gusta George R. R. Martin?- Ono sonrió.

-Me encanta, escribe muy bien...- Sonrió tímida.

-También es mi escritor favorito.-

Ryoku sonrió, estaba feliz, se dio cuenta de que tenia mucho en común con el, que apenas lo conoció gracias a que Ronnie la obligó a entrar a un sitio web de citas. Compraron el libro y fueron a pasear.

Cerca de aquella librería había un parque ecológico enorme, tenia pequeñas montañas, terreno boscoso, muchos árboles y un pequeño lago artificial lleno de patos, caminaron por allí hasta que se hizo de noche. El la llevo debajo de una zona en relieve, donde unas enormes rocas estaban atadas con precaución en la cima.

-Ryoku, hay algo que... Quiero decirte...- Sonrió mientras le acariciaba una mejilla, poco a poco la paso hacia su cabello, en los últimos minutos, mientras charlaban, acariciar los bucles negros había parecido su obsesión.

-¿Si?- El verde se cruzo con el azabache, se sonrojó.

-Me di cuenta de que tenemos muchas cosas en común, y me has comenzado a gustar...- La abrazo, quedando su cabeza sobre su hombro. -Tienes una especie de encanto que hizo que sintiera que... Debo estar junto a ti...- Termino.

Ryoku estaba muy sonrojada, sonrió y correspondió el abrazo.

<<¿Eso significa que ya somos pareja?>> Pensó. Estaba muy feliz... Pero su felicidad duro muy poco al notar algo extraño en el aire. La felicidad rápidamente fue reemplazada por un espinazo de pánico, de repente se dio cuenta de que algo muy malo estaba a punto de pasar. Ono levanto la cabeza, pudo ver como sus ojos cambiaron a rojo con la esclerótica negra y abrió la boca. Una punzada de dolor le recorrió del hombro a casi el resto del cuerpo, cayo al suelo y se arrastró lejos de el.

Tokyo Ghoul: ShīkensuWhere stories live. Discover now