Es... Complicado

Capítulo 13

Victoria quería echarse a reír de los nervios y la miraban esperando una explicación.

—Bueno -tomando del brazo a Heriberto.  Si, la verdad es que si estoy esperando un bebé y es una locura.

Ante la afirmación encerraron a Victoria en un abrazo grupal pero el más eufórico era Heriberto. El cuarto Ríos Bernal era un hecho.

—Amor ¿cuándo pensabas decírmelo?

—Quería que sea un sorpresa pero por supuesto que iba a esperar a que arregláramos esta situación.

—Ay mamá... hasta eso mi hermanito ya nacía -María le acarició el insípido vientre.

—Yo espero que sea un niño que sería lo más justo además no tendremos que preocuparnos en espantarle los novios.

—Buen punto hijo -le palmeó el hombro.

—No puedo creer lo que estoy escuchando -volteó los ojos.  Eres un intenso Max, menos mal ya te regresas a Nueva York.

—Bueno ya, aún falta para saber el sexo de nuestro hermanito o hermanita.

—Hermano que está exigiendo comer. ¿Que fue lo que prepararon? Me dijeron que ese era el plan -yendo a la cocina dejando al grupo en la sala.

—Su mamá los va a regañar porque no hicieron nada. -se burlaba Cruz.

>>NIÑOS!!!<<

—Ya lo descubrió -se ríe.  Mejor ordenen comida -sacando su tarjeta de crédito.

En la noche
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Después de un día diferente y perfecto cómo los chicos Ríos Bernal habían descrito, Heriberto pasó por el hotel a recoger sus pertenencias y mudarse momentáneamente con Victoria. Deseaba tanto estar a solas con ella.

Ambos acostados en la cama en pijamas platicando temas triviales mientras veían la tele.

—Victoria, estoy muy feliz de que tendremos otro hijo -se incorporó para verla. pero me quedó la duda de la bolita que habíamos notado... no quiero que me mientas.

—Todo está bien -sonrió. te lo prometo. Ese día del incidente en tu oficina te dije que iría a ver al médico y así lo hice. Los exámenes estuvieron bien, es debido al embarazo y necesito ponerme compresas de agua caliente y con masajes todo estará bien y pues que te digo de la gastritis... ya ves, dentro de meses nacerá -dijo divertida. La verdad es que no tuve ni la más remota idea, no tuve síntomas. Al menos por ahora.

—Será un niño, así fue con Max. Estoy más que seguro. ¿Cuándo iremos con Carolina? Mañana llamaremos a hacer una cita, estoy que no lo creo. -sonreía sin parar. Gracias. -se acercó y recostó su cabeza en el vientre de Victoria y entabló una plática con el bebé.

—Mi vida -le acarició el cabello mientras sonreía enternecida.

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Tomados de las manos ambos no pudieron evitar llorar al escuchar el corazón de su hijito mientras veían el monitor. Mamá y bebé en perfecto estado en sus 9 semanas de embarazo.

Preguntas iban y venían como si fuesen padres primerizos en especial Victoria sintiendo más responsabilidad al tener que gestar a su bebito por 9 meses y a los 40 que esa era su principal preocupación. Era toda una novedad para Victoria y Heriberto. Pero la obstetra y ademas amiga de ambos pudo disipar las dudas y nervios.

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Heriberto compró una nueva casa y fue un regalo para Victoria. No tardaron en mudarse a su nuevo hogar, todo era un nuevo comienzo. El divorcio había salido finalmente. La relación de ambos mejoraba conforme pasaba el tiempo y podrían decir que se llevan mejor que antes. La nueva residencia era enorme, más habitaciones y con un patio hermoso y a Fer le pareció grandioso querer celebrar su matrimonio civil ahí. Había llegado el gran día todo estaba decorado de blanco y dorado a petición de Fernanda.