El compromiso

1.3K 83 45
                                    



Al día siguiente, Eileen se levantó muy temprano y se fue a la enfermería a trabajar, recordando con gran admiración lo que Jean Baptiste había hecho por ella el día anterior. Ya no tenía dudas acerca de él, ni de lo que él decía sentir por ella.

La señora Pomfrey conocía muy bien el motivo del rostro sonriente de su ayudante y por eso decidió no hacerle preguntas.

Cuando su turno terminó, por la tarde, la madre de Snape decidió dar un paseo por el puente que conducía a la casa de Hagrid y entonces lo vio...

Jean Baptiste estaba hablando con Severus, Eileen se sintió un poco cohibida así que se dio media vuelta y se dispuso a desandar el camino pero escuchó la voz de su hijo que la llamaba.

—¡Mamá! Ven aquí por favor.

Ella giró sobre sus pies de nuevo y observó que su hijo sonreía, Jean Baptiste en cambio tenía una expresión serena en el rostro y miraba el bello paisaje desde el puente.

—Dime cielo – Respondió Eileen cuando se acercó a su hijo.

—Me parece que Jean Baptiste tiene algo que decirte – Soltó él de repente.

El aludido se giró para mirarla, estaba muy sonriente pero al mismo tiempo ruborizado.

—Bueno pues... Yo los dejo para que hablen – Dijo Snape.

—Nos vemos luego hijo – Le respondió su madre mirándolo con ternura.

- Nos vemos – Se despidió Jean Baptiste – Ggacias pog... bueno pog... entedegme – Añadió luego encogiéndose de hombros.

Eileen sospechaba que él querría hablarle de lo ocurrido la noche anterior, así que se ubicó junto a él y también se puso a mirar el paisaje. Desde allí podía ver a Hagrid jugueteando con un extraño pero tierno animal peludo.

- Eileen yo... - Comenzó a decir el rubio – Cgeeme que ayeg, cuando vi que ese... delincuente iba a hacegte daño, sentí que el mundo se detuvo paga mí, yo...

- Jean Baptiste, no debiste hacer eso – Lo interrumpió ella, ahora mirándolo a los ojos, conmoviéndose al verlos llenos de lágrimas.

- Pog favog déjame tegminag – Le dijo él - No pensé en nada más sino en ti, tú gueecién has encontgado a tu familia y hubiese sido teguible paga Sevegus, Lily y hagy pegdegte, yo no podía cguzagme de bgazos, pog ellos y también pogque si te pegdía, mi vida ya no tendgía sentido, a pesag de que tengo a Lucius, mi pgimo, a Dgaco y a Nagsisa, mi vida hubiese estado muy vacía sin ti, pog eso lo hice.

Eileen secaba las lágrimas que resbalaban por su rostro.

- Yo te amo Eileen – Continuó él – Y esa es la única vegdad aunque no me cgeas, si tú no sientes lo mismo o no me cgees yo lo entendegué y me alejagué si es lo que deseas, aunque me duela.

- Yo no quiero que te alejes de mí – Le dijo ella – Yo sabía que sentía algo por ti desde antes aunque no quise aceptarlo, pero cuando te interpusiste entre la maldición y yo, comprendí que te amaba, cuando estuviste en peligro de muerte me di cuenta de que no quería perderte.

Los ojos grises del francés se iluminaron de alegría.

- ¿En seguio? – Preguntó él visiblemente emocionado.

El regreso de Eileen Prince SnapeWhere stories live. Discover now