Capítulo 3

771 53 46
                                    

La cabeza no paraba de darme vueltas, me sentía muy mareado.

Cuando me percaté, estaba tendido en el suelo, justo en el mismo lugar en el que había besado a Ayano.

Me sorprende que no me haya matado...

—¡Oye! ¿Necesitas ayuda? —Mi vista estaba borrosa, pero con un poco de suerte pude ver al dueño de aquella voz.

Era una chica.

—Sí, por favor—Me sentía patético, ¿Desde cuándo alguien como yo necesitaría la ayuda de una chica?

Ella me ayudo a ponerme de pie, logré verla con mayor nitidez.

Era pelirroja, y tenía dos coletas, pero su mirada reflejaba preocupación por mí.

—¿Eres idiota? ¡¿Qué hacías tomando una siesta en medio de la nada?!

Iba a decirle que no estaba tomando una siesta, pero eso significaría tener que darle una explicación, y no quiero culpar a Ayano.

Sé que está mal que la cubra después de que haya matado a alguien, pero la amo.

Así que decidí mentir.

—L-lo siento... Y-yo no sabía lo que estaba haciendo...—Dije nervioso.

—Agh, eres idiota. Ven, te voy a llevar a la enfermería. —La pelirroja cogió mi mano y me llevó corriendo a la enfermería.

(...)

—¿Osana? ¿Qué estás haciendo? —Antes de que llegáramos, un chico que estaba saliendo de la enfermería se dirigió a donde estaba la pelirroja, Osana.

—T-taro! N-nada que te importe, baka!! —Le contestó la pelirroja, muy sonrojada. —¿T-tú qué haces aquí?

—Yo... s-solo me sentía mal...—Él también se sonrojó.

—Baka. —Le contestó ella y avanzó sin despedirse de su amigo.

—¿Siempre lo tratas así? —Pregunté.

—Es lo que se merece...—Contestó ella, pero en el fondo, podía percibir que me estaba mintiendo.

(...)

Osana se había quedado afuera esperándome, había sido muy amable conmigo.

La enfermera había sido muy tierna, definitivamente era mucho mejor que la enfermera anterior.

Ella dijo que solo había sido un golpe muy fuerte, pero nada grave.

Pero yo me pregunto... ¿Qué habrá pasado con Ayano?

La extraño tanto...

¿Dónde estará? Espero que no asesine a nadie más...

~Narra Ayano~

Me encantaba oír aquellos gritos desenfrenados de dolor y sufrimiento.

Pidiéndome que me detuviera, pero yo nunca les hacía caso...

—Debiste haberte alejado de Taro...—Le reclamé—Ahora es demasiado tarde, niña tonta...

Antes de terminar, clavé el cuchillo en su pecho una vez más.

La sangre gorgoteaba de su garganta.

Pobre niña, que desperdició de lindura...

—Si me hubieses hecho caso, esto no hubiese ocurrido...—Le susurré—¿Has aprendido tu lección, maldita perra?

Solté una carcajada, los ojos de mi victima ya no podían permanecer abiertos.

—Di tus últimas palabras, Odayaka.

—Taro-kun jamás será t-tuy...—Antes de que pudiera terminar, le corté la cabeza, ya no podía soportar oír sus mentiras.

—Mientes, perra. ¡Eres una mentirosa! ¡TÚ SOLO TIENES CELOS! —Le grité, pero ella no había podido escucharme, ya estaba muerta.

Cargué su cadáver sin cabeza y sigilosamente lo llevé a la incineradora.

Para mi suerte, no había nadie más en la academia.

Pero logré escuchar unas voces a la distancia.

Me paralicé, creí que estaba sola...

—Me alegra que ya estés mejor, que bueno que no ha sido nada grave—Es la voz de esa maldita perra tsundere, Osana.

—Es cierto, aunque la verdad es que sigo un poco mareado. —Por un momento, pensé que sería Taro. Pero al oír su voz con más atención, me llevé una mano al pecho, no podía creer lo que estaba oyendo...

¿Acaso ese era Budo?

Oh Dios, sigue vivo...

Espero que no le haya contado nada a esa maldita perra.

Aunque lo dudo, él está loco por mí.

—Entonces... ¿Quieres que te acompañe hasta tu casa? —Le preguntó Osana—N-no creas que quiero algo c-contigo!! Es s-solo para asegurarme que estés b-bien... ¿c-comprendes?

Budo se rio, sentí una oleada de dolor al oírlo reír.

Él solo debería actuar así conmigo, no con esa zorra.

¿Por qué esa maldita me roba todo lo que me pertenece?

Tengo que matarla.

—Por supuesto, la verdad es que no acostumbró a salir con chicas, pero tú me agradas. —Aquello fue la gota que derramó el vaso... el odio me invadió.

Me sentía tan mal que sin darme cuenta, solté la cabeza de mi victima muerta.

Al parecer Osana y Budo estaban lo suficientemente cerca como para ver la cabeza de Amai.

—¡¡A-AAAH!!

La perra gritó, pero no me dio tiempo a ver su reacción ya que salí corriendo de allí.

No podía permitir que me vieran.

Solté el cuerpo y corrí con las lágrimas saliendo disparadas de mis ojos.

Me sentía tan estúpida.

Después de tanto tiempo decido actualizar, mi inspiración volvió :v

Amenme ♥ :,v

~Amai

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 15, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Stay With Me (Ayano x Budo) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora