Capitulo 8- Vuela

94 16 1
                                    

Nota: Perdón por esta nota, sólo quería decirles que escribiré la historia de Hinata y Kageyama para que no se quede así tan al aire ^^.bueno sin mas los dejos con el capitulo,espero que lo disfruten :D

------------------------------------


Los meses habían pasado demasiado rápido, fue como si nosotros nos hubiésemos detenido en el tiempo. Los profesores nos ayudaron mucho a graduarnos de nuestro primer año escolar, el que más nos apoyo fue el profesor Takeda, él nos traía los deberes al departamento que nos prestó la familia de Kageyama. Nuestros compañeros de equipo de volleyball lamentaron que no pudiéramos ir mas de hecho fue muy difícil ir a las prácticas del club, ya que el padre de Tsukki se enteró y había días que iba y se plantaba en la entrada para esperarnos, sin embargo, nuestros compañeros siempre nos cuidaron, no nos dejaban salirnos del equipo, pero al final no tuvimos más opción. El profesor Takeda intento demandar, pero no teníamos pruebas de que me había violado y la única prueba se había ido a Estados Unidos con la hermana de Tanaka; Ellos también pasaron por dificultades a pesar de Saeko es mujer, el único inconveniente fue que ella pertenecía a otra religión, y el padre de Tsukki siempre ha considerado a las demás religiones como sectas satánicas.

No quiero pensar mucho en la relación del hermano de Tsukki porque siento mucha envidia de que ellos ya no tengan que esconderse y sean libres en otro país, quisiera eso, la libertad con la cual siempre hemos soñado, pero ahora no se nos permite ni siquiera salir a la tienda de conveniencia. Hinata y Kagellama nos traen la despensa y nos dan los informes.

—¿Cómo está?

—afortunadamente los medicamentos hicieron efecto y ahora duerme— mis manos temblaban, Hinata me observaba, su mirada estaba llena de preocupación.

—Ya veo, Yamaguchi, ¡eres realmente fuerte! — sus palabras de aliento conmueven mi corazón, pero debo cambiar el tema antes de que llegue a mi limite.

—¡oh! Hinata, Hay algo que me llamo la atención

—¿En serio? ¿Qué es Yams?¡waaa! ya sé que es, lo dices por mi vestuario— evidentemente, estaba completamente sorprendido. Hinata había estado vistiéndose como chica desde hace unos meces, pero hoy realmente llamaba mucho la atención.

— Si, me he estado preguntando ¿Por qué lo haces?

—¡mh! Hay cosas que no sabes de mí, pero vaaamos eres mi amigo así que te lo contare— Hinata empezó a narrarme una parte de su vida que solo Kageyama conocía, había partes de la historia muy dolorosas que me hacían sacar una cuantas lagrimas; vaya él también ha sufrido bastante.

—y eso es todo, te agradecería que no le dijeras a nadie

—No, no te preocupes, pero ¿Transgenero? ¿Piensas ca-cam...

—No, no para nada, ahora soy feliz así, Kageyama me acepta y me ha regalado varios vestidos, mira como este, ¿a poco no está mono? — si, en realidad estaba hermoso, era un vestido lila que le llegaba un poco arriba de la rodilla, la parte superior era un pequeño corset sin tirantes, en la cintura tenía un moño de un lila un poco más claro, la parte inferior era un lila más oscuro y tenía holanes, también llevaba unas zapatillas blancas con muy poco tacón.

—Si te queda muy bien —sonreí

—¡oh! Ya es muy tarde, Kageyama me va golpear. ¡Ah! Por cierto, me tome el atrevimiento y te compre un vestido, realmente creo que te quedara muy bien— me sonríe muy travieso, después se despide con la mano y me abandona; de nuevo encerrado ¿Qué debería de hacer? Sé que quizá estoy siendo muy malo por sentirme de esta manera, pero... Yo, me duele.

Escucho a Tsukki quejarse y reacciono inmediatamente: "No es momento Yamaguchi, eres fuerte, eres fuerte", en medio de mis palabras de aliento, veo la caja que dejo Hinata, estoy curioso. La historia de Hinata me hizo dudar por un momento porque yo también he preferido las cosas lindas, pero jamás me he sentido incomodo con mi género.

Después de un rato de meditar las cosas me armo de valor y abro la caja, ¡Woow! Era un vestido realmente hermoso de un color verde olivo, no era demasiado corto, yo creo que me llega a la rodilla, De verdad siento unas enormes ganas de ponérmelo, no dudo más e intento probármelo.

—¡AAAAHHHH! YAMAGUCHI, YAMAGUCHI, ¿DONDE? ¿DONDEESTAS— No, no, no puede ser, estaba tan fascinado con el vestido que me olvide del estado de Tsukki; salgo de la segunda habitación y corro, me apresuro, Dios mi corazón late, late y tengo miedo.

—Estoy aquí, aquí mírame— entro la habitación y Tsukki esta tirado en el piso, llora, llora y berrea-

—Mi ojo, mi ojo derecho, veo más borroso de lo normal, YAMAGUCHI— está ansioso lo sé, llevamos tanto tiempo aquí que conozco sus síntomas, pero ¿Por qué? ¿que lo perturbo?

—No puedo respirar, el hospital, no, no el hospital no, llama, llama al doctor—Lo recuesto rápidamente en su cama —pesas mucho— sus lágrimas no dejan de caer, ¿Qué fue? No puedo preguntarle, si le pregunto se alterará más —Yamaguchi, te amo, te amo— me abraza y siento su miedo —Yo también Kei, Te amo— tengo que calmarlo así que le hablo lo más tranquilo que pueda y regalándole sonrisas.

—¿Cómo estas tu cabeza? ¿Ya no te duele?

—aun me duele—me dice con voz de un niño realmente mimado —¿y tu respiración? — veo a Tsukki entre mis brazos tratando de calmarse — aun me falta — se esconde más en mi pecho —y tu ojo derecho ¿aun vez más borroso de lo normal? — se aferra más a mí —si— amo cuando Kei actúa así, tan indefenso, como si solo dependiera de mí.

—¡vaya! Tengo a un Tsukki bastante mimado— le sonrió

—Cállate Yamaguchi—me rio un poco pues su tono sarcástico paso a ser a la de un niño mimado

—¡oh! lo siento Tsukki

Después de un rato Tsukki se queda dormido, yo me sigo preguntando ¿Qué fue lo que altero a Tsukki? Empiezo a buscar por debajo de la almohada, sobre el mueble de noche, bajo la cama y nada. Empiezo a reconstruir los hechos; ¡Lo recuerdo! En el piso donde Tsukki lloraba, yace su celular. pero yo no lo escuche sonar ¡vibro!, eso tiene que ser, a veces Tsukki tiene el sueño ligero y cualquier ruido lo despierta. Levanto el celular con cuidado para no hacer ruido y despertar a Kei, lo desbloqueo, reviso las llamadas, pero solo veo una llamada de parte de Kageyama. De un momento a otro todo se estaba desmoronando y solo alcance escuchar el ruido del celular estrellándose contra el piso, me giro rápido para ver a Tsukki, él sigue durmiendo, corro a la habitación continua. ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Las lágrimas se deslizan sobre mis mejillas, me cubro la boca para que Tsukki no pueda escuchar: "nos tiene, no encontró, él vendrá y nos arrebatara todo". No puedo olvidar ninguna letra del aquel mensaje:

Papá:

¡TE ENCONTRÉ!

Dios mi pecho duele, no entiendo nada, ¿Por qué esta tan obsesionado con nosotros? ¿qué le hicimos? — ¿Dios nos estas castigando? Por favor para, para de una vez esto— mis lágrimas salen sin cansarse, me tapo los oídos pues no quiero escuchar mi propio llanto—detente, déjanos amarnos, si existes, si realmente puedes oírnos, se me vez, si estás ahí, míranos, mira cual miserables somos, por favor déjanos respirar—escupo las palabras sin miedo a que Tsukki se despierte porque ya no puedo guardar todo lo que siento. No quiero que no encuentre, no, él no puede arruinarnos así, él tiene que rendirse en algún momento y aceptarnos; es mentira esto que estoy pensando es una mentira optimista, él jamás nos dejara ser. Me levanto y limpio mis lágrimas, voy a donde Tsukki...

—Kei, ¿me oyes? — se queja —Kei, amor, tenemos que irnos de aquí— abre poco a poco los ojos y me mira —¿Lo viste? — su mirada cambia, tiene miedo —sí, lo vi—le digo con voz baja y de tono tranquilo —Mi mi mi mi cabe-ca-cabe — tartamudea mientras todo su cuerpo tiembla —Te duele, lo sé—lo abrazo — pero debes calmarte o jamás podremos avanzar— me sostiene fuerte mente —¿Cómo? ¿Cómo puedo curarme?, quiero curarme y escapar lejos, así como lo hizo mi hermano—él llora. Siento como entramos de nuevo al mismo abismo de siempre —Escúchame Kei, tenemos que enfrentarlo, no debemos temerle, yo estaré contigo y seré tu fuerza, pero por favor, ppo-r — las grimas de nuevo corren en mis mejillas—pero por favor ¡vuela y llévame hasta el cielo! —


MigrañaWhere stories live. Discover now