Enemigos [Starco]

18. Gatos negros

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Capítulo 18: Gatos negros

Viernes 13 mayo 2016-Casa de Marco Díaz; 6:00am

-Marco Díaz si no ibas a seguir ayudando porque simplemente no dijo algo como "Hey Star estoy fuera"-Reclamo furiosa la rubia al castaño que se encontraba frente a ella.

Había pasado más o menos una semana desde que definitivamente Marco Díaz y Star Butterfly se habían dejado de hablar, pero ahora eran las cosas eran diferentes.

Star necesitaba de Marco para terminar el trabajo final de química y definitivamente pasar la materia, porque de eso dependía su ida al "Summer Kitty Camp", sus vacaciones, y sobretodo, 3 meses libre de peleas entre sus padres.

Sin Marco, Star estaba pérdida.

-No es mi problema Butterfly, yo no soy tu manteca para estar haciendo tus trabajos e incluirte en ellos porque si- Dijo Marco rodando los ojos y dispuesto a cerrarle la puerta de su casa en la cara de la rubia, de todas formas aun debía alistar unas cosas para ir a la escuela.

Star torció el rostro y definitivamente en sus ojos había una pequeña llama de rabia.

-¿Estás loco Marco?- exclamó furiosa Star poniendo su pie entre el marco de la puerta y esta, evitando que se cerrara del completo -Si mal no recuerdo, y no lo hago, envié unos 27 mensajes por Whatsapp estos últimos 3 días y no recibí ninguna respuesta - Declaro firme la ojiazul mirando a Marco, el cual se quedó impactado por tan solo unos segundos, para luego cambiar su semblante a una sonrisa de satisfacción.

-Lo lamento pequeña-Dijo enfatizando en la diferencia de altura y edad que le llevaba a la rubia-Pero no le contesto a bebes, ya sabes, soy un chico grande y no podernos juntarnos ni hablar con los pequeños, me volvería un bebe también- Comento con cinismo el moreno.

-Ay enserio, ¡Entonces porque sales con Janna!- Star levanto un poco su tono de voz sin querer, y dicho esto tomo su mochila, la cual se encontraba en el suelo y se fue rumbo a su casa.

[***]

5 minutos, 10 minutos, 15 minutos y Tomas no aparecía por la casa Butterfly. El pelirrojo había quedado en recogerla y llevarla al colegio, pero el joven no daba indicios de su existencia, habían pasado varios días desde la última vez que ellos habían hablado. ¿Estaría Tomas enojado con Star?

Imposible, el simple pensamiento le causaba gracia a la rubia, él nunca se enojaría con Star. Y hablando de la rubia, ella observo el reloj que traía en su muñeca, 10 minutos para llegar a la escuela y Tomas no aparecía, así que no le quedo de otra que entrar a su alcoba y sacar sus patines, iría en patines a la escuela. Una locura total, pero a circunstancias desesperadas, medidas desesperadas.

En su cabeza, Star estaba maldiciendo todo lo que le estaba pasando, maldijo a Marco por no haberla incluido en el trabajo, ni avisarle que no la iba a incluir, a Tomas por no hablarle ni enviarle un texto, hasta a su cabeza olvidadiza, por no haber tanqueado su carro el fin de semana y gastar su dinero en unas deliciosas papas fritas.

Ella iba tan elevada en sus pensamientos que no se fijó cuando chocó contra algo y cayó, raspándose sus rodillas y rompiendo el pantalón que traía puesto. ¡GENIAL! otra cosa que agregar a su lista de maldiciones. Bueno una cosa no, un pequeño y peludo gato negro, al cual, al perecer no le había pasado nada.

-Te odio pequeño pulgoso- Dijo Star con rabia hacia el pequeño minino.
Un maullido proveniente del pequeño animal hizo que la rubia volteara el rostro.