El final siempre llega.

48 2 0
                                    

Se abrieron mis ojos, pero ¿qué? Lo veía todo blanco, como borroso, ¿qué estaba pasando? Se supone que después de la muerte no hay nada… ¿O sí? Cerré los ojos y volvía abrirlos, las figuras iban tomando forma: veía un cuadro de unas flores pálidas en un jarrón, un pequeño sillón, giré un poco la cabeza, estaba tumbada en una cama, había una mesilla al lado de la cama, veía agujas que me inyectaban líquidos… Medicinas. No podía ser… Estaba en un hospital. No había nadie en la sala, mi abrigo estaba en una silla con el resto de mi ropa. Llevaba una bata blanca de hospital. Me levanté y quite los cables de mi cuerpo, me puse mi ropa y salí de la habitación. No había nadie por allí así que tomé una de las dos direcciones posibles y escapé de allí.

Salí a la calle, ¿cuánto tiempo habría pasado? El sol estaba saliendo, no sabía donde estaba. Registré mis bolsillos y encontré más pastillas. ¿Más? Pensaba que ya no tendría más. Había también un papel junto a ellas. Era mi nota… Por detrás llevaba escrito algo, lo leí:

“Te doy a elegir, pequeñaja, no te voy a retener para que lo hagas, es tu decisión. Y como siempre yo te apoyaré.

Stay Strong.”

Mi hermano, con su inconfundible letra, como le quería. Pero ese amor no me iba a retener. Cogí las pastillas y anduve hasta encontrar una fuente. Me llevé a la boca pastilla tras pastilla, trago tras trago. Me mareaba, pero seguí tragándomelas, una a una, el tiempo pasaba, se acercó una niña pequeña a beber agua, me recordó a mí de pequeña. Me aparté dela fuente para dejarla beber.

–No lo hagas, te están esperando, termina lo que estás haciendo –la niña lo dijo como si nada ocurriese, con su inocente voz infantil. Me sonrió. Yo no lo creía, serían alucinaciones.

Continué con mi tarea, hasta que sentí una mano cálida y pequeña en mi hombro, me torné y vi a la niña:

–Ya te queda poco, sigue –rio y se fue corriendo, iba desvaneciéndose a cada paso que daba, su risa resonaba en mi cabeza… Otra vez las palabras en mi mente “Stay Strong… Stay Str” Algo interrumpió esas voces, empezaron a aparecer imágenes en mi cabeza, sentí como me caía al suelo. Me vi de pequeña, era la niña… Otra vez su risa. Mi risa.

Notaba algo en mi cabeza, el agua de la fuente seguía corriendo, me mojaba. No sentía la misma felicidad que cuando lo intenté días atrás, ahora no sentía nada. Frío. Soledad, pero no la misma a la que me enfrentaba todos los días que había vivido, era peor. Notaba que lloraba, mis ojos estaban abiertos, veía el cielo nuboso. Cada vez más oscuro, Ahora oía pájaros cantar, el sonido que más me gustaba, sonreía en mi mente.

Oí un grito, pero antes de nada, mi vida terminó. Ya no había nada. Sólo un grito, salía de mi boca, ¡no!, salía de mis recuerdos. Apareció la última imagen: mis padres besándose mientras mi hermano y yo jugábamos. Durante unos segundos eso aparecía en mis ojos, después, todo, absolutamente todo, dejó de existir. Llegó el momento. Por fin sería libre.

Adiós mundo cruel…

Kamu telah mencapai bab terakhir yang dipublikasikan.

⏰ Terakhir diperbarui: Dec 11, 2013 ⏰

Tambahkan cerita ini ke Perpustakaan untuk mendapatkan notifikasi saat ada bab baru!

Adiós mundo cruel...Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang