Capítulo 11.

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Nota de la autora: 

Primero que nada, mis más sinceras disculpas por haberlas hecho esperar. Entré a un curso de una empresa llamada Alianza Desafío y ha sido un entrenamiento muy intenso, estoy a punto de entrar al tercer nivel y mi tiempo se va a ver exageradamente reducido. Es muy probable que me desaparezca por ratos. Yo les prometo seguir actualizando y por nada del mundo voy a dejar esto a medias, pero sí les digo que no podré seguir actualizando con la misma constancia que lo solía hacer.

De nuevo me disculpo con ustedes, por favor sigan apoyando el fic.

Saludos.

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A Alya no le había gustado la idea de que su mejor amiga gustara del modelo de la clase al principio, pues creía que sería un Chloé más, fue con el tiempo que se dio cuenta de la persona que era y había entendido también el por qué de los sentimientos de la chica.

Marinette no era como el resto de las chicas, lo sabía, había algo especial en ella y en su forma de tratar a las personas, como si hubiese sido concebida con un don del que no se daba cuenta ella misma, pero la gente a su alrededor lo notaba, Nathaniel se había enamorado de eso y Chloé lo envidiaba, siendo así, las posibilidades de que Adrien lo notara eran altas, sólo se necesitaba un poco de tiempo.

Era por eso que se esmeraba tanto porque éste se diera la oportunidad de conocer a la ojiazúl, estaba segura de que lo vería, siendo la persona que el rubio era tenía que hacerlo y al recibir la noticia de la invitación al baile era como si todos sus esfuerzos hubiesen al fin tenido un resultado, incluso se sentía orgullosa de haber colaborado, esperaba que aquellos dos fueran pareja pronto, una pareja ejemplar.

Pero entonces la chica de cabello azabache desvaneció su sonrisa, lo que inmediatamente tomó como una clara señal de que algo andaba mal.

Efectivamente, andaba mal todo.

-¿Su... primo?- Estaba completamente confundida ante lo que su amiga le acababa de contar.

-Sí- respondió ella, había intentado contarle los detalles más importantes siempre manteniendo la lógica de manera que ocultara toda relación con sus identidades heroicas.

-No entiendo nada.

-Sé que es algo inesperado, lo ha sido para mí también... y honestamente yo tampoco entiendo nada.

Alya no sabía qué decir, ¿tanto esfuerzo para que de pronto llegara aquél universitario a jugar con las emociones de su amiga? Sonaba a un típico rico presumido y no le agradana en absoluto, se sentía como cuando se fanatizaba con algún personaje de sus comics y se volvía fiel seguidora de su equipo.

Entonces el timbre de notificación de su móvil sonó.

-Diablos- masculló -Un akumatizado acaba de causar un lío en el Campo de Marte, debo ir antes de que Ladybug aparezca- tomó su bolso rápidamente y abrió la escotilla para bajar, cuando su cabeza iba a desaparecer por el agujero, le dedicó una última mirada a la ojiazúl -Esta conversación no ha terminado.

En cuanto hubo desaparecido, Marinette subió corriendo las escaleras al balcón superior del edificio.




Adrien se encontraba en su habitación viendo por el ventanal mientras Plagg dormía en algún lugar por ahí.

No podía dejar de pensar en lo que había sucedido la noche anterior, había podido por fin invitar a su amada al baile de invierno, pero ese buen momento se veía opacado por las evidentes insinuaciones de su primo. ¿A caso su primo en verdad gustaba de ella? ¿Por qué? ¿Qué podría posiblemente haber visto en ella conociéndola de tan poco tiempo y tan poco?

Blanco, negro y rojoWhere stories live. Discover now