07| ESCAPE

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CAPÍTULO SIETE: escape.

CAPÍTULO SIETE: escape

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—Willa.— escuchó la voz de Jasper, detrás de la puerta del cubículo.— ¿Estás ahí? Ábreme.

Se preguntó si era mejor no responder, quedarse en silencio como si no estuviese allí. No serviría de nada, había estado sollozando hasta que él habló por primera vez. Y aún así, él sería capaz de notar su presencia con todos esos instintos vampiros. Observó las paredes del cubículo, había insultos por doquier, dibujos de penes y de corazones. Tragó. Mordió sus labios, tratando de llenarse de valor. Limpió sus lagrimas con la esquina de su suéter, viendo el color blanco ensuciarse con máscara de pestaña. Respiró profundamente, dudando una vez más en si era buena idea salir de allí. El pequeño baño le hacía sentir como una tortuga metida dentro de su coraza. Ante la más mínima amenaza podía quedarse allí encerrada, pero no duraría para siempre. Él vampiro estaba preocupado por ella y eso le provocaba sentirse como una carga. Además, sabía que él abriría la puerta de todas maneras, por más que tuviese que derribarla. Era una criatura sobrenatural, podría hacerlo todo.

Sus temblorosas manos se dirigieron a la pequeña traba, donde la empujó y abrió la puerta hacía afuera. Jasper Hale estaba allí. Su rostro demostraba la frustración, terror y preocupación. Si Willa no estaría tan preocupada en sus propios sentimientos y miedos, quizá se hubiera tomado un segundo para preguntarse el porqué él estaba afectado por sus propios temas. Soltó un sollozo, acercándose al cuerpo del muchacho. Él puso sus brazos a su alrededor, mientras la acunaba en su pecho. Se sintió en una pequeña burbuja donde nada podía afectarle, estaba segura y cómoda en sus brazos. Era muy pronto para reconocerlo, pero eso era lo que Jasper Hale le brindaba desde que lo conoció. Sus antiguos amantes no habían sido ni de cerca parecidos, él era completamente diferente. No solo se trataba de la seguridad, sino que nunca fingió a su lado. Ella podía ser quien realmente era, no tuvo que actuar de una forma diferente para agradarle. Con Jasper se sentía libre y salvaje.

»¿Qué sucede, Willa?— cuestionó él, tocando amablemente el rostro de la joven y tranquilizando su cuerpo.

Ella se aferraba a su cuerpo como si su vida dependiese de ese acto. Le gustó sentir esas olas de calma someter a su cuerpo y poder sentirse mucho mejor que momentos atrás, pero la angustia en su garganta permanecía aún allí. No se trataba de un tema que podía dejar atrás a la ligera, la acompañaría a lo largo de toda su vida. Terminó aceptando eso, cuando abandonó Australia.
Sus ojos observaron que aún había chicas en el baño y ellas los observaban como si fuesen los protagonistas de una película romántica. Las mejillas de las jóvenes se colocaron rojas cuando Jasper también les prestó atención. Tomó una bocanada de oxígeno, saliendo del abrazo del rubio. Se movió en dirección el lavabo y limpió sus lágrimas con las toallas de papel. Se sentía intimidada con las miradas clavadas en ella. Estaba cansada de sentirse de esa forma, como si todo lo que hiciese en su vida y toda la mierda que le ocurrió, fuese el centro de atención de alguien más.

Vapor ✓ ⋆ Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora