—No lo sé, pero por si acaso mejor los pruebas tú antes...

Los cupcakes estaban decorados con todo tipo de insultos hacia Baekhyun dibujados con sirope, y en un par de ellos incluso ponía «Muere, Baekhyun, muere» en un adorable color rosa chicle.



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—¿Joonmyun no ha llegado aún? —preguntó Kyungsoo desde la cocina, y salió inmediatamente después a meter un pastel cortado a trozos en uno de los expositores. Era un red velvet, se veía el bizcocho rojo bajo la capa de cobertura blanca y el cremoso relleno azucarado.

—No, tenía un programa de radio, o de televisión, algo de viejas glorias —respondió Jongdae desde detrás del mostrador mientras le daba un bollo y el cambio a un niño que acababa de pedir—. Necesito que saques más brioches.

—¿Cómo consigue que el bizcocho sea rojo, señor? —preguntó el niño, señalando al pastel red velvet.

Jongdae miró al pequeño con una sonrisa siniestra antes de responder.

—Con la sangre de sus enemigos, niño —dijo, levantando las manos y moviéndolas tétricamente, extendidas como garras hasta el niño—. Nunca te metas con él por ser bajito o acabarás dentro de un past...

Jongdae se calló en cuanto sintió los nudillos de Kyungsoo hundiéndose en su costado y soltó un gritito de dolor.

—Es con colorante rojo —explicó Kyungsoo, retorciendo el puño—. Sólo colorante.

Le sonrió al pequeño, pero éste se dio la vuelta y salió corriendo. Kyungsoo soltó a Jongdae y éste se frotó las costillas, siseando.

—Deja de asustar a los niños, idiota.

—¡Yo no los asusto, eres tú, que los miras con los ojos muy abiertos y esa sonrisa que dice «te voy a asesinar»!

—Si vuelves a hacer algo así, tendré que decírselo a Joonmyun... —respondió Kyungsoo, y no era ninguna advertencia, era una amenaza en toda regla.

—Hazlo —dijo Jongdae, soltando una risita con los labios fruncidos que ocupaba el puesto número dos en el ranking de Cosas que ponen a prueba los nervios de Do Kyungsoo justo después de Baekhyun—. A lo mejor así me castiga de verdad, la última vez tuve que suplicarle que...

—¡No! —exclamó Kyungsoo, y se dio la vuelta para volver a la cocina. La tienda se había quedado vacía, pero sólo eran las diez, la gente empezaría a llegar enseguida, en cuanto Joonmyun apareciera—. No. Quiero. Saberlo. No quiero saber nada.

—Venga, Kyungsoo, ya somos mayorcitos. Tendrías que hacer como yo, ¡me busqué un sugar daddy con todas las de la ley! El sugar porque venía con pastelería y todo...

—No tengo tiempo para ti. Tengo que hacer brioches.

—¡Trabajas demasiado! ¡Lo que necesitas es un polv...!

Un paño de cocina salió volando hasta la cara de Jongdae.

—¡Te voy a envenenar! —atronó la voz de Kyungsoo desde el umbral de la puerta.

—¿Qué ocurre? —dijo Joonmyun mientras se quitaba el abrigo delante de la puerta—. Nada de venenos en mi pastelería. Jongdae, es cosa tuya, ¿verdad?

—Hola, hyung —dijo Kyungsoo desde la cocina.

—Buenos días, amo —dijo Jongdae, yendo a coger el abrigo de Joonmyun con una sonrisa traviesa y colgándolo en las perchas que había tras el mostrador.

chewy love  ~ヾ ^∇^ ~ヾ [kaisoo]Where stories live. Discover now