chewy love ~ヾ ＾∇＾ ~ヾ [kaisoo]

Parte 1

Do Kyungsoo vivía del amor de los demás por el dulce, del azúcar, de los niños que se agolpaban delante del mostrador admirando sus cupcakes, sus panes dulces y sus tartas.

—Y sin embargo, odias cualquier cosa que sea mínimamente dulce —dijo Baekhyun, mientras masticaba con pereza un croissant y se llenaba las mejillas de mermelada de arándanos—. No le echas ni sacarina al café.

—Me gusta amargo —respondió Kyungsoo con más pereza aún. Estaba barajando la idea de lanzarle una sartén a Baekhyun desde la cocina, pero Joonmyun no estaba muy lejos, buscando algún ingrediente en la parte de atrás, y la disciplina de respeto a los clientes de Joonmyun era férrea. Incluso si el cliente era Baekhyun.

—Como tu corazón —canturreó Baekhyun, y al ver a Kyungsoo salir de la cocina y dejar una bandeja en el mostrador, se alejó de este cautelosamente y volvió a sentarse en una de las mesas más cercanas a donde se encontraba el repostero.

—¿Qué haces aquí tan pronto, de todas formas? —preguntó Kyungsoo.

—Tiene apuntado en su agenda «poner a prueba los nervios de Kyungsoo» desde primera hora de la mañana. —Jongdae solía elevar demasiado la voz cuando hablaba, y eso sí era una prueba de fuego para los nervios de Kyungsoo.

—Necesito mi café —respondió Baekhyun, mirándose las uñas—. Y mi dosis de azúcar. Aunque seas lo más cercano al Grinch que he visto en mi vida, nadie prepara cupcakes como tú. Y los necesito deprisa, Chanyeol me estará esperando para terminar el trabajo y Yixing habrá llegado ya también.

—Si yo fuera tú, empezaría a preocuparme por si algún día rellena los cupcakes con gochujang en lugar de mermelada, Baek —dijo Jongdae, colocando la última bandeja de pastas en el mostrador y observando a Kyungsoo de reojo—. Desde aquí veo cómo se le está hinchando la vena de la frente... Y es perfectamente capaz.

Kyungsoo ignoró a Jongdae, no levantó la vista de los cupcakes que estaba preparando y siguió apretando la manga pastelera con cuidado, dibujando formas perfectas sobre los cupcakes y salpicándolos luego de virutas de chocolate y pequeñas perlas decorativas. Cada postre y cada dulce que Kyungsoo preparaba era una obra maestra, nadie podía negarlo. Metió la bandeja en una caja que llevaba las palabras Chewy Love grabadas en violeta brillante («el 90% de las cosas malas en esta vida son culpa de Joonmyun, incluido el nombre de la tienda, pero él es el que pone la pasta», decía Jongdae muy a menudo) mientras Jongdae le cobraba a Baekhyun y se la entregó con una sonrisa venenosa.

—Lleva cuidado —le advirtió a Baekhyun sin dejar de sonreír—. No querría que la decoración de los cupcakes se estropeara.

Baekhyun le devolvió la sonrisa y se despidió de él, porque no sabía identificar el peligro cuando lo tenía delante, o porque realmente había en él una vena masoquista más hinchada que la de la frente de Kyungsoo por su culpa. Diez minutos después llegó a su piso, donde le esperaban Chanyeol y Yixing para terminar un trabajo que probablemente les llevaría todo el día y parte de la noche, y eso si eran afortunados. Sehun también estaba allí porque ya era básicamente una extensión del cuerpo de Yixing.

—Hyung, ¿eso son cupcakes? —preguntó el chico desde el sofá mientras jugueteaba con su móvil.

—Sí —respondió Baekhyun, dejando los apuntes de Historia de la Música en la mesa—. No los toques o te corto la mano.

Era inútil, porque Sehun ya había abierto la caja y se estaba relamiendo, preparándose para comerse un par de cupcakes, pero se quedó parado antes de mover la mano para sacarlos.

—Hyung... —dijo Sehun con el ceño fruncido—. Estos cupcakes son de la pastelería de Joonmyun, ¿no? Los ha hecho Kyungsoo hyung, ¿verdad?

—Sí. ¿Por qué? —Baekhyun se levantó y fue hasta el sofá donde estaba Sehun—. ¿Huelen a cianuro?