Capítulo 23. Inocente

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James

Aún tenía que luchar con mis nuevos instintos, no podía dejarme llevar como en la casa de Alice.
El sabor se la sangre de su familia me perseguiría por el resto de mi vida y aunque quisiera ya no podría superarlo.

Fui a la cueva donde Rex se escondía de Lux, me enojaba admitir que Alice tenía razón al pensar que Rex podría ayudarnos para salvar a Dulce y Tenebris además de que podríamos tener de nuevo el libro negro bajo nuestro poder.

La cueva olía a carne putrefacta y sangre, ya no me daba náuseas, pero por costumbre lleve mis manos a mi nariz para cubrir el hedor.

Me daba miedo en lo que me convertí, nunca le admitiría a Alice que no había manera de ayudarme, siempre sería de esta forma, pague un precio justo para salvarla, la verdad morirá conmigo.

Entre con las manos en los bolsillos pareciendo casual. Debía de cambiar mi actitud cuando estaba cerca de un demonio, si no sospecharían que no soy como ellos.

— Cuanto tiempo que no te veo — me dijo Rex, sabía que estaba enojado. — PODRÍAS DECIRME DONDE DIABLOS ESTABAS.

Aclare mi garganta con seguridad, con este tipo de personas no se debe mostrar miedo.

— Estuve persiguiendo a la chica, pero es más lista de lo que pensé , pudo escapar. — su rostro mostró relajación ante mi respuesta dejandome desconcertado.

— Bien, no quiero que te vayas sin mi permiso, tengo a muchas personas que atormentar y te necesito para eso. — se sentó en su sillón favorito.

Conseguir información suficiente era parte del plan que Alice formo.
Me pidió que preguntara cualquier cosa que nos fuera útil en algún momento y creo que tengo una pregunta estupenda.

— Usted sabe porque Lux esta siguiendo a Alice. — Rex quebró la copa de vidrio de la que bebía vino.

Una reacción que esperaba ver, pienso que se oculta algo dentro de la historia que no podemos, y es lo que necesitamos, la verdadera razón del problema, no verdades a medias o mentiras para cubrirla.

— QUE LUX ESTA SIGUIENDO A LA ASQUEROSA CHICA HUMANA — se paro de un salto y se dirigió a su estante de libros de brujería.— no puedo permitir que tenga a la chica y al libro, eso no es justo.

— ¿Por qué señor? ¿Es peligroso para todos? — comencé a rejuntar los pedazos de vidrio del suelo.

—  Si supieras lo que significa, estarías petrificado del susto.

— Tan grave es — dije. — ¿Y no se puede evitar?

— En eso estoy chico. — me dijo.

— ¿Y que se supone que hará señor? — pregunte sonando muy inocente

— Ya lo verás, se supone que la chica tiene el alma de la mugrosa bolsa de suciedad que amaba Lux, si yo encuentro antes a la chica, y hago un ritual con unas gemas fantásticas podre mandar esa alma directo a donde pertenece.

— No entiendo señor. — me lanzo un libro a la cabeza.

— Escucha, no me interesa perder esa alma, me conformo con que Lux sea muy desdichado. — sacó un libro de color morado brillate lo puso encima de una mesa de hechizos. — el alma que es atormentada por demonios tiene acceso directo al cielo, si yo la libero ira para allá.

— ¿Y que pasara con la humana de nombre Alice? — pregunte asustandome.

Me miro directo a los ojos, deje de tener miedo a los demonios cuando era joven, pero el hacia que lo tuviera de nuevo.

— Nunca debió de vivir, estaba escrito que moriría, Lux siempre fue un manipulador de reglas a su conveniencia y decidió darle una oportunidad.

Santo cielo, Alice, ella no tiene la culpa de todo lo que sucedió, tengo que encontrar otra forma de salvarla.

— Entonces que pasara si su plan funciona. — pregunté.

— Sencillo, ella muere y se acaban mis problemas. — se sirvió otra copa de vino.

Me dio un dolor de cabeza al pensar que no tiene ningún remordimiento el matar a alguien que es inocente.

— Quiero que estés cerca de la chica — me dijo — cuidala, no dejes que alguien cercano a Lux o él mismo se acerque a ella.

— Pero, no se donde esta — le dije fingiendo.

— Pues ve y buscala, no pierdas tiempo, yo iré por lo necesario para el ritual.

— Como diga, señor. — salí de la cueva poniéndome mi saco.

Ahora ya sabía un par de cosas, lo primero que haría sería esconder muy bien a Alice, si cualquiera de los dos se encontraba con ella sería su perdición.
Uno quería despertar el alma de la difunta y el otro quería matarla por envidia, no sabía cual era peor.

Teniendo un poder nuevo no dejaría que la lastimaran para su beneficio.

El Libro Negro ( #CarrotAwards2016)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum