¿Qué es lo que siento?

735 47 11
                                    

Disclaimer: Los personajes de Cómo entrenar a tu dragón no me pertenecen, derechos a Dean DeBlois, Cressida Crowell y DreamWorks.

Reto del día 13: Historia libre.

...

Necesito ayuda, urgentemente, no sé cómo fue que pasó esto, ni cómo empezó todo, tampoco desde cuando lo sé, sólo quiero que pare, quiero que pare ya.

Este sentimiento que siento es extraño, hace meses que no me sentía así, lo detesto.

Lo conozco desde que tenía 11 años, no era nueva en nuestra escuela, sólo me había cambiado de clase. Pero al parecer a la mayoría de los hombres que estaban ahí les había gustado, era raro, jamás me había ocurrido, la primera semana que estuve ahí dos de ellos pidieron que yo fuera su novia, dije que no de inmediato, era muy pequeña para pensar en esas cosas.

Recuerdo que había un rumor de que yo le gustaba a él, jamás lo creí, él siempre me lo negaba, por lo cual, yo creí en su palabra. Pero el rumor se expandió y creyeron que ambos nos gustábamos después.

Lo que sí me pareció extraño fue que él empezara a competir contra mí, en todos los sentidos, de hecho, hubo una vez donde competíamos por saber cuál de los dos sabía más sobre nuestra serie favorita. Yo gané.

Recuerdo que siempre me burlaba de su altura, me llegaba por los hombros, al igual que la mayoría de los otros hombres, siempre me burlé de ellos por eso, amaba ser alta.

Al año siguiente, él creció un poco, ahora me llegaba a los ojos, pero seguía siendo más pequeño que yo, lo molesté demasiado por eso.

Desde ese momento comenzaron las perseguidas de uno hacia el otro, parecíamos una clase de canes, jugábamos a cada rato, como si fuéramos unos cachorros inocentes.

Los rumores continuaron y continuaron, todo el mundo creía que nosotros nos gustábamos, pero ambos lo negábamos. Por lo menos, a mí él no me atraía, sólo éramos amigos.

A mitad de año, me diagnosticaron escoliosis, por lo cual, tuve que ocupar un corsé para que mi columna estuviera derecha. Lo bueno de eso, fue que a todos mis compañeros les dije que me golpearan en mi estómago con toda la fuerza que tenían, ellos lo hicieron, los muy tontos quedaron con las manos rojas. Él fue uno de ellos.

También recuerdo, que él me prometió que iría conmigo a ver el estreno la segunda parte de mi película favorita, al final a ambos se nos olvidó.

Un año después todo siguió normal, ninguno sentía algo por el otro más que amistad, según mi punto de vista.

Las competencias continuaron, excepto que ahora, él me estaba ganando, eso no era justo.

En lo que no me ganó fue en la altura, todavía le ganaba, por unos dos centímetros pero le ganaba. Él decía que yo tenía tacones, creía que yo hacía trampa, torpe, no podía aceptar que seguía ganándole en algo.

Otro año pasó, y ahora yo tenía 14 (me faltaba poco para cumplir los 15) al igual que él. Lo peor de todo, es que ahora sí me ganaba en todo, hasta en la altura, logró vencerme, me venció justo en donde yo tenía mucho más terreno, mi preciosa altura, la había perdido. Me ganó por 4 centímetros, fue horrible.

A principios de año me empezó a gustar un niño, lo había conocido cuando era más pequeña, este vivía en otra cuidad, nos comunicábamos por mensajes, nada fuera de lo normal. Mi gran amigo fue uno de los primeros que supo que a mí me gustaba ese chico.

Semanas después, el chico de la otra ciudad me dejó de gustar, me dí cuenta de que era estúpido todo lo que estaba ocurriendo.

Ese mismo año llegaron tres chicas nuevas a mi escuela, dos de ellas se hicieron mis amigas, una era pequeña y la otra era alta.

Lo extraño de esto era que la chica pequeña hacia lo mismo que yo con mi amigo, era raro. Yo tuve que tener un año de confianza con él y ella a los tres días logró jugar de la misma forma, me parecía extraño.

Hubo una clase donde el profesor dijo que teníamos que decir cosas buenas de la persona que le tocaba, a mí me tocó con un compañero y a él le tocó con mi amiga pequeña. Yo había terminado de las primeras junto con mi compañero, por lo cual cada uno se fue por su lado, yo fui a ver a mi amigo, el cual estaba teniendo algunos problemas.
-¿Qué pongo?- me preguntó desesperado
-No sé- dije apoyándome en él
-Vamos, tú has pasado más tiempo con ella, yo casi nada- dijo mirándome
-Claro- dije con sarcasmo- Eh...pone tierna
-¿Tierna? ¡No!- exclamó- Otra cosa, por favor.
-Kawaii- dije para molestarlo
-Ah, ya bueno, pondré tierna- dijo escribiendo en un papel- No, mejor era kawaii, pero ya puse tierna, diablos
-Uy, le pusiste tierna, si te gusta- dije para molestarlo
-Celosa- dijo

Y yo le iba a contestar querías, pero en vez de eso tartamudé y dije: "¿Qué querías?". Después de eso él sólo rió.

Pasaron los meses y no ocurrió mucho que digamos, sólo que ahora en vez de jugar como siempre nosotros dos, se nos unía mi amiga.

Cuando nos tocaba la asignatura de música, yo traía mi guitarra, luego él me la pedía prestada para poder tocarla en los recesos. Como no había ningún problema le decía que sí, no me molestaba en lo absoluto.

Hace poco volvieron los rumores, ahora mis dos amigas estaban a favor de ellos, creían que nosotros dos seríamos pareja sí o sí, no había ninguna excepción. Yo les decía que no, que no estaba interesada en esas cosas, además jamás me había gustado, sería irrelevante; ellas dijeron que nunca dijera nunca, yo les respondí que jamás había dicho nunca, solamente dije que no me gustará, ellas casi mueren en ese instante, eran un poco dramáticas.

Hace una semana atrás, mi amiga faltó casi todos los días, no sabía qué le ocurría, tampoco me lo dijo. Pero en esa semana mi amigo y yo volvimos a jugar como antes, como si la conexión entre nosotros hubiera vuelto. Y era así, habíamos vuelto a los viejos tiempos, los buenos tiempos.

Tres días atrás él me rayó la mano con un plumón, me hizo un intento de estrella y me escribió el nombre del chico que me había gustado hace unos meses atrás, yo como venganza le hice lo mismo pero le escribí el nombre de mi amiga más un corazón.

Recuerdo que en ese momento ambos estábamos luchando y mi amiga alta dijo con voz soñadora: "Qué lindo,se están tomando de la mano". Estábamos luchando por un plumón, ¿qué tiene de romántico eso?

Y hoy nos sentamos juntos en la clase de geometría, yo estaba masticando una goma de mascar e hice un globo, él lo golpeó y se reventó, además, también me golpeó la lengua.

Ahora ya no sé qué siento, como si de un momento a otro mis sentimientos comenzaran a surgir. Y yo, Astrid Hofferson (estoy totalmente cuerda al decir esto), creo que estoy sintiendo algo por Hipo Haddock.









Que la imaginación fluya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora