Mi gatito. (Chanbaek)

Capitulo: 1

— Oh... ¿Quién y qué eres?— Eso fue lo primero que atinó a preguntar, apartando los mechones de cabellos de la frente de ese... ¿niño? no tenía idea, se veía bastante menor a diferencia de el mismo.
Su rostro no dejó de demostrar asombro, muy pocas veces encontraba cerca de su viviendo gente durmiendo o mendigando en las calles debido a que era un lugar bien cuidado y habitaban ciudadanos con mucho dinero y de muy alta posición.

— Uhm... mi nombre es Baekhyun— El menor que lo miraba con el mismo asombro y con mucho temor dudó en presentarse, pero la ilusión de alguien preocupándose por el le hizo animar a soltar sin más su nombre mientras se aferraba a la manta cómo si su vida dependiera de ella.

— ¿Qué haces aquí solo, Baekhyun?... ¿tienes familia?— Esta vez decidió actuar mucho más calmado, había notado los ojos cristalinos del joven rubio y el cómo sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmesí ante su toque.

— No tengo familia... ellos me dejaron aquí hace varios días. —  Contestó el joven Baekhyun. — Yo... uhm, tengo hambre.—  Confesó desviando la mirada hacia un costado lleno de vergüenza, acción que enterneció y sensibilizó a Chanyeol.

— Mmh... tengo mucha curiosidad y más al ver esto de aquí... — Tocó las orejas sobresalientes del pequeño con total confíanza. — Pero puedo ayudarte, sería un imbécil si no lo haría...

— Hum... sinceramente no puedo decirte mucho, lo que se supone era mi familia... hace unos días me sacaron de mi jaula y aquí estoy. Nadie lo sabe pero antes de abadonarme oí muy bien que decía que yo no cumplía mis funciones para las que fui creado. — Confesó Baekhyun mientras jugaba con el borde de la tela color avellana casi idénticos al tono de sus propios ojos. — Aunque fui abandonado... ya no quiero volver ahí. — Sus ojos se volvieron mucho más brillantes y de uno de ellos se escapó una diminuta lágrimas mientras los recuerdos horribles en aquel lugar encerrado se le venía a la mente, recuerdos que quedaron en cicatrices tanto por fuera cómo por dentro.

Chanyeol, al ver la emoción en el rostro apenado del chico se desesperó y buscando tomar la mano ajena entre la suya le contestó sereno.
— ¿Baekhyun? ven conmigo... yo tengo alimento y te puedo dar hogar ya que vivo solo, después de todo eres un niño abandonado y sería cruel de mi parte dejarte aquí después de todo lo que me contaste.— Dijo para después dar un estirón, aún con sus manos entrelazadas, y levantarlo del suelo para así emprender hasta dónde era su viviendo.

Ese niño tocó el punto debil del corazón de Chanyeol, el era una buena persona y no podía permitirse volver a abandonar a ese niño que se veía tan destrozado y cómo si este le estuviera leyendo la mente, refunfuñó para contestarle.

— No soy un niño... — Su rostro apenado cambió por completo a uno retador y algo enojado, casi idéntico a cómo se comporta un bebé en pleno berrinche. — Tengo 17 años... ¿no lo parece?

Los ojos del alto se abrieron de par en par y cómo si fuera un acto en automático le soltó la mano unos segundos mientras quedaba perplejo. — Dios mío, te ves mucho menor. Estoy demasiado sorprendido. — Le advirtió mirándolo por otros largos segundos de pies a cabeza, realmente era un joven muy tierno y aparentaba mucho menos edad del que tenía.
— Por cierto... — Al notar que el joven Baek había formado un leve puchero en su boquita debido a que soltó su mano, la volvió a tomar para seguir caminando juntos. — Me llamo Chanyeol y no quiero que te asustes conmigo, creo que soy alto tonto... o tal vez mucho.

— Ajá... pareces divertido par ala edad que pretendes... — Le respondió el joven más menor sin mirarle, al igual que el mayor, él también tenía curiosidad por la persona que lo estaba tomando de la mano tan naturalmente.

— Tampoco soy un anciano... quizá no me cuido muy bien. Tengo veinticuatro años, Baekhyun.
Y quisiera que no temas por mí, realmente te veo muy pequeño casi cómo el hermano que nunca tuve... —
Le respondió el mayor mientras se detenía frente a un edificio enorme y lujoso a la vista. — Aquí es dónde vivo... ¿Quieres pasar?

Baekhyun tenía tantas malas experiencias y estaba tan acostumbrado a pasarla mal así cómo que se aprovechen de él que una más no iba a ser peor que las demás y repitiendo eso en su mente aceptó la invitación  asintiendo junto a esas mejillas que desde el inicio del trayecto no habían dejado de arder.

Se dirigieron hasta el ascensor y subieron los tediosos ocho pisos para al fin encontrarse frente a la entrada de su departamento y así entrar junto a un Baekhyun boquiabierto y muy fascinado por lo grande y lujosa que era el interior de ese lugar, el olor y el ambiente, todo era tan distinto.

— Es... es hermoso esto... — Susurró más para su interior que para el mayor, sin embargo el mayor lo escuchó hablar.

— ¿De verdad lo creés? hay mejores, este es uno simple. — Habló quitándose los zapatos y dejándolos en la entrada para así permitirle el paso al menor.

Baekhyun se miró los pies algo triste y avergonzado, el no tenia calzado y lleno de vergüenza se quedó en su lugar sin dar un paso al frente.
Chanyeol giró su rostro mirando al pequeño y le sonrió amigablemente tomando de su mano y guiándolo hacia la cocina sin darle mucha importancia a ese pequeño detalle.

— ¿Comes cualquier cosa... Baek?— Preguntó mirando cómo el menor se sentaba comodamente en una de las sillas, ese pequeño se veia tan tierno con cada mínima acción o gesto, no podía creerlo aún.
Su rostro se veia tan delicado incluso a pesar de la suciedad y eso le tenía muy sorprendido.
Fácilmente podría ser un actor o modelo.

— Lo que sea me gusta, dame lo que quieras... —

- Mhm... entonces, te prepararé algo. — Dijo dándole la espalda mientras abría la nevera y buscaba leche, mermelada y miel.
Despues de todo era un humano gatito de laboratorio, podia comer lo mismo que los humanos.
Suponía y aunque le comía la cabeza de preguntas acerca de esas protuberancias en su cabeza, quería ser más suave y no agobiarlo.
Muy en el fondo tenía un leve presentimiento de que se trataba de esas cosas avanzadas del gobierno y la ciencia; muy pocas veces se hablaba del tema en los noticieros pero tenía una clara idea de que se trataba de una especie creaba artificialmente por científicos.

Calentó la leche en una taza y preparó tostadas, todo bajo la atenta mirada de Bekhyun.
Una vez preparado aquello, dejó la mermelada y la miel en la mesa junto a la taza de leche calentita y algunas tostadas en un plato y tambien un recipiente con cereal.

— Puedes comer lo que quieras... por favor no tengas oena. — Dijo sonriéndole y sentándose a su lado.

— Chanyeol...— Susurró levemente el gatito bajando la mirada mientras acercaba la taza de leche para poder probarla. — Eres la primera persona que se interesa en mí y mis cuidados... muchas gracias.

Chanyeol sólo sonrió aguantando las enormes ganas que tenía de apretujar esas mejillas y envolverlos en sus brazos, definitivamente era una personita que sólo merecía amor y cuidados.

... (un par de minutos más tarde)

— ¿Sabes bañarte solo?— Preguntó Chanyeol, totalmente nervioso y sintiéndose un estúpido.

— ¿Bañarme?— Preguntó en un susurro con la mirada baja mientras relamia la última gota del frasco de mermelada que se había acabado.

En ese preciso momento, Chanyeol prefirió estar más muerto que vivo... su corazón alocado le avisó de una tormenta de nervios al oír esa pregunta formulada por el joven Baekhyun.