CHARLIE [1# EMHEF]

Capitulo 4 "Sr. Burton"

Eran las 7 p.m. Tenía hambre, por lo que me puse a cocinar macarrones con queso, hasta que de pronto mi telefono sonó, misteriosamente era un número privado. Sandy tal vez, me dije a mi misma.

—Hola.

—Hola. ¿Hablo con Victoria Homethorne? —esa voz masculina, me estremeció.

—La misma.

—La chica que habla sola —afirmó con una risa seductora. Alejé el teléfono para ver la pantalla. Maldita sea. Como demonios consiguió mi número telefónico, Charlie Burton. ¿Quizás Gary? No, el jamás le daría mi número a alguien como este sujeto. Coloque nuevamente el teléfono al oído.

—Como consiguió mi número.

—Contactos señorita —hizo una leve pausa —me he enterado que planifica eventos.

—Si.

—Bueno. Quiero que planifique la boda de mi hermana —quedé inmóvil. Este sujeto me dejaba estupefacta. 

—Señor, debe ir a la empresa para corroborar las fechas disponibles y que especialista está dispuesto —él comenzó a reír, al parecer sarcásticamente, difícil interpretarla.

—Pero quiero que lo haga usted Señorita Homethorne. Por eso la he llamado —aduló. No contesté. Estaba pensando en cómo consiguió mi número telefónico —Si quiere mañana paso por su oficina y podremos charlarlo mejor —continuó.

—Mañana no me encontraré. Estaré en otro sitio, debido a otro evento que organizar. Pero...

—¿Cuándo estará en su oficina? —interrumpió irritado.

—Tengo que confirmar con mi otro cliente el horario. Si llego a horario de trabajo, puede que nos podamos ver mañana.

—De acuerdo. ¿Me llama por favor si tiene la respuesta? —preguntó pasivo.

—Si, Señor.

—Por favor, digame, Charlie. Le mandaré mi número en un texto. Adiós —antes de poder corresponderle el saludo, me cortó. 

De repente me llegó un texto con un número.

Al instante llamé a Patrick, eran las 7:30 p.m. Aunque me alegró volver a escuchar esa voz, tan... sensual y peculiar. Lo rememoré como ayer, esa mirada misteriosa e intensa.

—Habla Patrick Evans.

—Hola Patrick, te habla Victoria, tu organizadora de eventos. Quería saber a qué hora podremos quedar mañana —escuché una risa que liberó.

—Hola Victoria. ¿Te parece a las 8 a.m.? Luego tengo una reunión y no podré —en mi interior me sentía tranquila, vería al millonario de nuevo.