CHARLIE [1# EMHEF]

Capitulo 3 "No más pesadillas"

Llegue a la cafetería y me senté en una mesa de dos, no veía a Gary por ninguna parte. El apuesto Gary. Tenía unos ojos marrones y viciosos, moreno con cabello rizado, barba y muy alto.

Debía ser su día libre. De pronto vislumbré a un joven ingresar a la cafetería, con gafas negras. Su cabello negro remolinado, alto y en buena forma. Lo admiré por su belleza. Observé que se quitó las gafas dejando ver su rostro tostado y pequeños ojos verdes. Miraba alrededor perdido, supuse que era Patrick Evans, el hijo. Me puse de pie y le hice señales, él formó una amplia sonrisa y se acercó. 

—¿Señorita Homethorne? —me señaló muy risueño. No comprendía porqué la gracia.

—Señor Evans —nos dimos un apretón de manos y tomamos asiento, sin apartar nuestras miradas.

—Déjeme confesar que estoy admirado por su belleza, Señorita Homethorne —agaché la mirada con incomodidad.

—Victoria, por favor —coloqué las carpetas sobre la mes, un poco ansiosa. Sentía su mirada puesta en mí.

—Victoria —murmuró —Un café y ¿Usted? —me miró ansioso para contestarle al mesero.

—Un cortado —este asintió y se alejó con la orden —¿Empezamos? —el joven asintió dispuesto.

—Antes de empezar. Veo que usted es nueva en esto —levanté la mirada con extrañeza y las palabras de Sandy me retumbaron en la cabeza "Correcta y educada".

—Si señor Evans soy nueva en la empresa, pero tengo la experiencia —contesté respetuosa.

—Por favor, Victoria. Dime Patrick.

—Bien, Patrick —asentí —El total del gasto es de dos millones de dólares. ¿Es cierto?

—Si. La veo sorprendida —buscó mi mirada escondida en los papeles —Es un evento importante, además para mi familia esto no es un gran gasto —añadió irónicamente. Diablos, que susceptible era por una simple mueca.

—Sus cafés —levanté la vista y nunca antes me sentí tan dicha de ver a Gary. El me miró entendiendo mi incomodidad y ojeó a Patrick que me observaba fijamente —Hola Vicky —murmuró.

—Hola Gary —susurré y me volví a Patrick con dificultad, mientras Gary se alejaba —No quise ofender por lo del dinero. Soy nueva en esto y...

—¿Su novio? —interrumpió. Me quedé boquiabierta. ¿Eso que le importaba a él?

—Un amigo —contesté tajante y molesta. El mordió su labio y apoyó su espalda en el respaldar de la silla tranquilamente.

—Continuemos —me estaba costando llevar la reunión.

Obtuve la información que necesitaba, la suma de dinero era correcta y aproximadamente habría ochocientos invitados. Eso era demasiado. Tantas personas a la cual con la gran mayoría se hablaban mal entre ellos.