Los 365 Poemas

Excusa, explicación, razón o motivo

Todas las excusas que use para amarte... Eran eso, excusas.
Porque a razones no se asemejaban.
Lo más cercano a razones que habían visto esas excusas era como decir que en el Caribe nevó, o que Europa se convirtió en un desierto.

Yo creía que si yo me esforzaba por creer que todo pasaba por algo, las cosas iban a suceder por algo.

Y al final, ¿que aprendí?
Que no todo tiene motivo y
que no por eso se acaba la vida.
Que aunque lo bueno cultivo,
hay malo también en esta vida.

Que no puedo exigir que los demás sientan lo mismo, ni puedo caer en paranoia; si me trato de explicar las cosas a mi misma, en mi cabeza las explicaciones suenan más lógicas, en la realidad todo es paradójico.

Que si vengo yo y tiro un dado, no por eso mi suerte se ha hablado.
Puedo cambiarme sólo a mi misma, tarea mía no es cambiar a todos, ni hacer diferente su estado.

Y entre tanta excusa, explicación y motivo... Sólo me han quedado razones para dejar todo esto en el olvido.