Viviendo Con Mi Hermanastro

Capitulo 34

MATTEW

Hoy pondría en práctica mi plan. Hace unas dos semanas Megan ha dejado de venir todos los días, ahora viene cada tres días. Y hoy supuestamente debe venir.

— ¡Aquí estoy! — Exclamó abriendo la puerta y cerrandola tras ella.

— Necesito más comida.

— Oh claro, aguarda un minuto iré a buscarla en el auto — Acomodó su bolso sobre la mesa y luego salió de la habitación.

Me levante como pude, ya que estaba atado de brazos y piernas y fuí directo al bolso. Trate de hacerlo lo más rapido posible y así fue. Tomé una navaja pequeña que se encontraba escondida en uno de los bolsillos y tambien tomé su movil.

Me dirigí rapidamente a mi lugar y esperé a que vuelva.

— Aquí esta. — Acomodó la comida delante de mí.

— Gracias.

— Para que lo sepas, tu bebé es varon.

— ¿Cómo lo sabes?

— Tengo contactos. — Me guiño un ojo para luego irse y cerrar la puerta con llave.

¿Voy a ser padre de un varon? Como quisiera estar en este momento con Paula.

Tome la navaja y comenzé a cortar las sogas. Cuando ya estaba libre tomé el movil y marque el número de Simón que lo sabía de memoria.

— ¿Hola?

— Simmon

— ¿Mattew?

— Escucha, no tenemos mucho tiempo. Megan y Ethan me tienen secuestrado.

— ¿Que? ¿Dónde?

— No lo sé. Solo necesito un favor.

— Lo que quieras.

— Llevate a Paula a su antigua ciudad, llevala lejos.

— ¿Por qué?

— Cada tres días viene a verme solamente Megan, ella es indefensa y puedo escapar de ella. Pero si lo hago harán daño a Paula.

— Entiendo.

— Esperaré tres días más y luego escaparé de aqui y no podran dañarla por que ella estara lejos.

— Esta bien. La voy a llevar a Londres.

— Esta bien. Nos veremos en tres días. No le comentes nada a ella.

— De acuerdo, Adiós.

PAULA

Me encuentro acostada en mi cama con las manos sobre mi barriga. Faltan 5 meses más y lo tendre en mis brazos.

Aun no tengo un nombre y estoy tratando de encontrar un nombre especial.

Si solo Mattew estuviera aquí, todo sería más facil.

— Paula — No me había percatado que Simón había entrado a mi habitación.

— ¿Si?

— Tenemos que irnos. Prepara tus cosas.

¿Irnos?

— ¿A donde?

— A Londres.

— ¿Por qué?

— No te lo puedo decir ahora. Solo hazme caso porfavor y prepara tus cosas. — Empezaba a enojarse, lo podía notar.

— Esta bien.