Capítulo 3

11.8K 1.2K 116
                                    

Kol.

Toma de todo mi autocontrol no seguir mis instintos, no responder al llamado dentro de mi cabeza que grita, me ruge furioso para que lo golpee, y es que, ¿qué demonios hace él aquí?

— ¿Qué haces aquí? — Ambos gruñimos al mismo tiempo, deteniéndonos uno frente al otro.

Ninguno da su brazo a torcer, Mason me mira con soberbia, una soberbia que estoy seguro yo también le devuelvo.

— Márchate — es todo lo que digo antes de pasar por su lado y dirigirme hacia la habitación de Abbi.

— Tú no me das órdenes.

Pero lo ignoro, continúo mi camino, sin detenerme por alguien tan insignificante como él. Su frustrante culo es la última de mis preocupaciones. Por muy molesto que Mason sea, no obtendrá mi atención en estos momentos.

Sin embargo, cuando lo siento viniendo detrás de mí, decido que él quiere morir.

— Márchate, te he dicho.

— Vete a la mierda.

Me río, pero no es una risa agradable. Tengo suficientes problemas con Abbi, él metido en el medio no es algo que estoy dispuesto a soportar. Detengo mis pasos y me giro, obstruyendo su propio paso cuando intenta pasarme por alto.

— Abbigail no te quiere cerca, Mason.

— Es hipócrita de tu parte que lo digas, ¿no?

— Tú no sabes nada sobre nosotros, así que no trates de hacerme entender los deseos de Abbigail. Yo la conozco más que tú, niño — mascullo, dejándoselo claro.

Es esa última palabra lo que consigue llegar a él. Cuando estoy seguro de que su puño está buscando mi rostro, Fancy aparece, deteniéndolo con sólo una penetrante mirada. Es una lástima, pues esperaba ese golpe. Si él me golpea primero, tengo una excusa para yo también golpearlo sin verme el malo ante los ojos de Abbi.

— ¿Qué creen que hacen? — Fancy se mete entre nosotros —. Ambos, detengan esto ya. Mi hermana lo último que necesita es una pelea entre ustedes — nos mira de una forma que trata de ser amenazante, pero que no consigue serlo —. ¿A dónde creen que iban?

Aparto la mirada de ella, pensando qué tan grosero sería dejarla con la palabra en la boca y caminar directo a donde quiero llegar.

— Quiero ver a Abbi — por supuesto, Mason sí responde.

— Ella no quiere verte, Mase — cuando estoy a punto de regodearme por esas palabras, ella agrega —: Y a ti tampoco, Kol.

— Por favor, Fancy, necesito verla — Mason empieza a rogar —. Lleva dos semanas despierta y estoy enloqueciendo aquí. Por favor, dile que estoy aquí. Dile que quiero verla, que necesito verla.

Resoplo por la urgencia en sus palabras y me pregunto si Lena sabe que él está aquí. He conocido idiotas, pero no uno del tamaño de él. Cuando el nombre de su novia urge por salir de mi boca, Fancy dice —: Le diré a mi hermana que ambos están aquí, pero eso es todo, no la obligaré a que los vea.

La observo mientras desaparece hacia el pasillo en donde está la habitación de Abbi. La sigo, sin embargo, no me atrevo a entrar. No quiero alterarla, a pesar de todo, verla aún en esa cama de hospital y angustiada por mi presencia, no es algo de lo que me sienta desesperado por ver. He esperado tres años, puedo esperar unos días más.

Me apoyo en la pared frente a su habitación y cierro los ojos, ignorando la fastidiosa presencia de Mason y esperando que Fancy salga para que me diga Abbi cómo se encuentra. Sé que no va a querer verme y estoy bien con eso, siempre y cuando Mason tampoco entre.

Riesgo |Disponible en Dreame|Where stories live. Discover now