Resumen
Ella, una mujer con su vida completamente hecha, independiente, pero llena de sueños y metas por cumplir.
Él, un hombre con una vida llena triunfos y sueños realizados, pero agobiado por su ajetreado ritmo de vida.
Una pasión que los u...
Casi lo arruino todo. Estuve a solo un segundo de decirle a Magdalena que yo era Pablo Alborán, pero en un momento de cordura borre todo el mensaje que iba a mandarle revelando la verdad. Gracias al cielo tengo la mala o buena costumbre de leer cada mensaje que envió para que generar una pelea o algo por el estilo.
Pero después de aquello, ella me envió un mensaje que estuvo a punto de desarmarme.
No le gustan las mentiras, aunque técnicamente en lo único que no he sido honesto es en mi nombre real, el resto es todo Pablo Moreno. Joder, si es que algún día nos conocemos en persona, tengo que asegurarme de que me perdone por haberle ocultado quién era realmente.
- ¿Que pasa tío? - Sebastián, uno de mis amigos de infancia, se sentó a mi lado en la piscina mientras veíamos el atardecer de mi amada Málaga - tenéis una cara de funeral ¿acaso no la estáis pasando bien?
- No es eso - suspiré resignado, tenía que encontrar un confidente fuera de mi familia y él, que me conocía de toda la vida tendría que ayudarme - He conocido a alguien
- ¡Eso es genial Pablete! - me golpeo la espalda - pero...
- Una larga historia - y comencé a contarle desde el momento en que vi su twett hasta lo increíble que era.
Han pasado algunas semanas desde que comenzamos a hablar por whatsapp y no había día en que no habláramos. Magdalena era una chica increíble, con un humor negro e inteligencia a flor de piel. Era muy considerada y una trabajólica irremediable, fiera defensora de los suyos y muy sincera. Pero, había momentos en que podía ver que era una mujer muy solitaria, casi dura y estaba seguro de que algo muy malo le debe de haber pasado para volverse tan fría en ocasiones.
Algo dentro de mí, quería saber qué es lo que le había pasado para volverse tan fría siendo tan joven, pero por otro lado me aterraba que confiara tanto en mi y que se sintiese decepcionada cuando viera que le había fallado en lo único en lo que prácticamente me rogó que no le fallará.
- Haber tipo, déjame entender esto - Sebas me entrega un botellín de cerveza bien fría mientras se sienta a mi lado - Conocisteis a esta chica por una red social, comenzaste a coquetearle por la misma vía y ahora me estáis diciendo que te estás enamorando de ella mientras hablan por whatsapp y para rematar todo este asuntillo, ella no sabe que eres el gran Pablo Alborán.
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- ¡Hey! Que no me estoy enamorando - Claro que no podría estar enamorado, solo estaba encantado de esta nueva amiga que tenía.
- Y yo soy Alejandro Sanz. No me vengas con esa mierda Pablo, nos conocemos desde el kinder y he visto cada vez que te has enamorado y déjame decirte que te estás enganchando rápido de esta tía. Por tus ojos que brillan y la sonrisilla estúpida mientras hablas de ella no te la quita nadie.
