Nerve: La Revancha [Pausada]

Capítulo 1

(Narra Vee)

Con manos temblorosas cogí mi móvil y miré el mensaje.

                          NERVE

Arroje mi teléfono detrás de la cama al leer esas palabras. No, no, y no, esto no podía estar pasando, de seguro era una broma de mal gustos de alguno de los seguidores. No, no había forma de que pudieran cambiar el tono del móvil al mismo que nos había puesto NERVE en el pasado.

Ya que no podía llamar a nadie desde mi móvil por obvias razones, me eche a correr con todas mis fuerzas hacía la casa de Ian.

Esto no puede estar pasando.

Mientras corría mi pie dio con un desnivel y caí de bruces contra el asfalto.
-Joder- exclamé levantandome con lentitud del ardiente suelo de verano.

Mi rodilla derecha sangraba. Eso dejaría una costra horrible. Pero no me detuve.

-¡Ian!- comencé a llamarlo con todas mis fuerzas cuando llegue a su casa.

Al tercer llamado, Ian acudió corriendo hacia el portón.¿

-¡Vee!, ¡¿A que viene tanto alboroto, acaso estas de coña?!, mi padre esta....- comenzó a gritarme pero cuando vio mi rodilla y mis ojos llorosos su mirada cambió a una de preocupación.

-¡Por dios Vee!, ¿que te paso?- me preguntó abriendo al portón. A penas lo abrió, lo abracé con todas mis fuerzas y el correspondió mi abrazo.

-Ven, entremos a mi casa, mi padre esta trabajando en su oficina, no nos molestará-  me dijo con una voz calidad.

Asenti con la cabeza secando los restos de lágrimas que tenía en la cara.

La casa de Ian no se veía muy destacable por fuera, pero por dentro era realmente hermosa. Tenía baldosas de mármol azul con blanco como piso, y las paredes estaban pintadas de un bello tono blanco invierno. El gran sillón y los sitiales eran rojos carmesí. Tenía una mesita de centro de cristal y una alfombra redonda de pelos color café. En la esquina de la derecha estaba una escalera de madera barnizada, y a la izquierda una puerta sencilla. Para el fondo, podía verse un pequeño pasillo que llevaba a otras dos habitaciones. Simplemente genial.

-Puedes sentarte ahí- me señaló el gran sillón carmesí- yo iré a traer el botiquín para curar eso- señalo mi rodilla que cubierta de sangre ahora seca, me punzaba de dolor, y partió.

Sentada en el sillón me dedique a observar los cuadros con fotos de Ian y su familia colgados en la pared. Era muy tierno de niño, su cabello negro más largo que ahora, y grandes hoyuelos infantiles en sus mejillas.

Sonreí.

Lo que me llamó la atención fue que, desde cierto punto, la que supongo debe ser su madre no figuraba en las fotos.

-Ya esta- la voz de mi novio me tomó por sorpresa y salte del susto.

El soltó una pequeña risita.

-Lo siento si te asuste- se disculpó.

-Descuida- le dije con una sonrisa.

-Bueno, ahora vamos a curar esa rodillita antes de que se infecte- me dijo sentándose a mi lado con un botiquín blanco en sus manos.

Le dedique una sonrisa en señal de respuesta. El saco lo que parecía ya botella de alcohol y un poco de algodón al que untó con el líquido de la botella.

-Va a arder un poco, pero debo desinfectar la herida antes de vendar- me dijo.

-Vale- respondí con voz nerviosa.

El colocó el algodón en la herida y tuve que morderme el labio para no chillar de dolor.

-Resiste, pasará rápido- me tranquilizó.

Cuando terminó de frotar el algodón, me colocó una gasa en la rodilla y la envolvió con vendajes verdes.

-Ya esta- sonrió orgulloso.

-Gracias- le dije y le di un suave beso en los labios.

-Sabes que siempre estaré aquí para ti Vee- me dijo profundizando el beso. Pero lo aparte bruscamente al recordar la razón por la que me encontraba ahí.

-Debo decirte algo importante- le dije.

-¿Que sucede?- me preguntó poniéndose serio.

-Recibí un mensaje, es NERVE- respondí apretando los puños.

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¿Que tal el primer capítulo?, espero les haya gustado. Poco a poco voy revelando cosas del pasado de Ian así que debéis estar atentos 😉😉

Eso es todo. Bye!

Kris~