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Las semanas fueron pasando con una rapidez exasperante, el tiempo parecía no sentir un mínimo de piedad por aquellos adolescentes presos de la determinación de las manecillas del reloj. Nada había mejorado, pero tampoco empeorado, se mantenía todo en un constante limbo creado por los inestables sentimientos de cada uno, todos tan acompañados pero a la misma vez sintiéndose ajenos entre  desconocidas sombras. Michael y Luke no eran la excepción, de pronto cada uno se vio haciendo su vida lejos del otro y entonces la relación entre ambos se deterioró hasta tal punto de ya no existir, no eran más que amigos. El pelirrojo siguió sentándose al fondo del salón, mientras que el rubio se sentaba junto a Amy, Maddie y otras chicas más en los primeros puestos.

Aquella actitud extrañó a todos los cercanos de la pareja, por lo que las típicas preguntas no tardaron en llegar, e incluso Lily, quien se había mantenido ausente debido a su hijo, al llegar se sentó junto a Michael y mientras el profesor mantenía su monólogo, preguntó.

─¿Están enojados? ─Interrogó la rubia con curiosidad, Michael negó. No lo estaba, no gastaría tiempo enojándose u odiando a las personas, aquello era una meta en su vida, sin embargo, se sentía un tanto dolido, el rubio se había ido con sus dos mejores amigas y los tres le habían ocultado algo que él sentía que era importante, el trío abogó aquella acción con la excusa de que no querían dejar al teñido en aprietos al ser amigo de Eloy y Amy, sin embargo él lo interpretó como una falta de confianza y aquello había roto algunos lazos.

Una tarde en el último receso del día, Michael se encontraba sentado jugando con su móvil mientras escuchaba música, Michelle se acercó a él y dándole un golpe sin mucha delicadeza le sonrió, Mike suspiró sobando el lugar adolorido para luego quitar los audífonos y observar a la muchacha quien parecía querer decirle algo, y así lo hizo.

─¿Por qué no estás afuera junto a las chicas? ─Interrogó sentándose sobre la mesa en la que minutos antes reposaban los brazos de Michael, este con pereza levantó su mirada encogiéndose de hombros.

─¿Por qué debería? ─Fue todo lo que dijo, la morena lo observó.

─Está Luke ─Acotó, Michael dibujó una sonrisa en sus labios. No era sincera, no demostraba un buen sentimiento y aquello llamó la atención de la joven.

─¿Y? ─Interrogó. La chica le observó extrañada, Michael mantenía una mirada fría y calculadora, una que hace mucho no veía. El pelirrojo por dentro estaba molesto consigo mismo, no sabía en qué minuto había dejado destruir aquella coraza para que las personas entraran a su vida, en qué minuto sus piezas se habían convertido indispensables en su vida.

─Es que estaba Luke ─Acotó.

─Luke no es alguien indispensable, lo sabes ─Su verde mirar viajo nuevamente al juego en pausa.

Mentiría al decir que no intentó hacer algo para estar juntos nuevamente, porque lo hizo pero al enterarse de que Luke había dicho a todas las chicas que el pelirrojo estaba celoso por él ya no estar a su lado le hizo sentir molesto y simplemente desistió de cualquier intento de volver a mantener en pie aquella relación y terminó alejándose de él y de las chicas, por lo que le era extraño que aquel viernes fuera el rubio quien le buscara y le abrazara e incluso le robara un pequeño beso frente a algunos del salón.

En el último receso de aquel día también anduvieron juntos, tomados de la manos como en tiempos anteriores. Caminando a paso lento y en completo silencio se dirigieron a las bancas bajo los árboles, un momento perfecto hasta la llegada de Lisa. Una chica más baja, amiga de ambos, de cabello oscuro y corto, sin delicadeza se tiró en medio de ambos colgándose de sus cuellos.

─¿Para cuándo el trio? ─Propuso sin vergüenza, haciendo reír a los muchachos. Ella era así, desinhibida y graciosa.

─Cuando quieras ─Contestó Michael con una sonrisa en el rostro─ Aunque una vez en un ensayo te tiraste sobre mí, parecías una verdadera violadora ─Acotó el teñido.

─Lo hubiera conseguido pero me pilló Ashton ─Contó la chica con una mueca de frustración en el rostro. El rubio y el pelirrojo rieron divertidos ante la actitud de la joven.

Estuvieron hablando todo el receso, Lisa no dejaba de insinuarse con bromas en doble sentido y los chicos tan sólo reían. Cuando el receso terminó, volvieron al salón y todo fue igual que antes, Luke con las chicas y Mike atrás con los demás.
El rubio le había mandado un mensaje invitándolo a comer con las chicas pero iría Amy y su nueva pareja y aún no podía acostumbrarse a aquello por lo que  después de pensarlo, prefirió no ir.

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Es la continuación de Mike is a cat.
😓 Espero que no se enreden.
Mucho amor para todas. ♥

MIKE IS A CAT 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora