-Yo gobierno, ella solo me dice que hacer.

-Es lo mismo.- rió.

-Vale... Sí, soy gobernada.- reí.-... Debo ir a buscarla.- dije haciendo seña de adiós con la mano y girandome. Me detuve en seco para voltear de nuevo.- Hoy hay reunión de algunos amigos youtubers de diferentes partes, vienen de Colombia, Argentina, algunos de España y demás países. ¿Gustas venir? Quizás y conoces a alguno.

-¡Sería genial!- sonrió emocionada.

-Bien, ¿te parece si intercambiamos números y así nos ponemos de acuerdo?

-Claro.

Intercambiamos números y fui rápido a buscar a mi novia, anduve por todos los pasillos del colegio hasta que la encontré en la sala de música sentada junto al piano.

-¿Estás molesta?- pregunté mientras me acercaba con cautela a ella.

-¿Ya terminaste de hablar con tu "fan"?

-Amor, no es mi fan. Es una colega de España.

-Eres su crush...

-¿Y? Yo te tengo a ti.

-La mirabas tan detenidamente. ¿Ya no te gusto?

-¡¿Qué?!- dije sorprendida.- No pienses eso, eres única para mi.

-Dijiste que estaba guapa.

-Amor, vale... Se me salió decirlo. Pero, tú me encantas de pies a cabeza. Sólo eres tú en mi vida y te amo.

-Yo también te amo. Pero aléjate de ella.- hizo un puchero irresistible.

-Amh... La acabo de invitar a la reunión de YouTube  de esta tarde.

-OH... ¡KARLA!- Lucy salió molesta de la sala.

Toda la tarde estuve tratando de contentar a Lucy, compré 10 decenas de rosas y se las lleve junto a una gran bolsa de gomas de gusano, mis palabras al final lograron que ella se contentara y confiara en que solo quería ser amiga de Ana y si quería acercarse a mi de otra forma la alejaría de inmediato.

-Entonces ¿Te debo dinero?- dijo Ana riendo mientras le contaba lo sucedido.

-No... Para nada.- dije dejando de beber de la botella de agua.

-No te preocupes algún día te pagaré esas cien flores.- rió. Yo sabía que era broma.

-Vale... Lo esperaré.- reí junto a ella.

*              *              *

-...¿Quién iba a imaginar que eso sería el comienzo de una gran amistad?- reí bajo, mientras una lágrima comenzaba a caer por mi mejilla.- Ana, siempre estuvo para mi desde que la conocí. Estuvo sin intereses o ambiciones, ella fue la mejor compañía. Me apoyó cuando caí sin ponderme levantar y me empujó a seguir adelanté; en algún momento de mi vida leí una frase que decía "Se reiran de tu pena y te empujaran a seguir. Es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar." y esa frase describe mi amistad con Ana. Recuerdo el día que me encontró en el baño de mi departamento en México estaba en una tina llena de agua con sangre, había pastillas tiradas por el piso; ella me llevó de imendiato al hospital, llegué casi sin pulso. Al despertar ella estaba llorando, entre palabras de regaño y otras más tristes, Ana se burló de mi en ratos y me dijo que yo primero decía las palabras de despedida en su funeral que ella en el mío.- mi voz se quebró.- Y tuvo razón. Ana me enseñó a tomar las cosas malas con gracia y burlarme de los malos momentos y siempre me dio un empujón para seguir adelante. Lo jodido de esto será seguir adelante sin que ella se burle de mi y me dé ese empujón que necesitaré... Algunos de los presentes aquí saben esto, pero algunos otros no; Ana y yo estábamos casadas- reí.-, ella y yo nos casamos para que yo me pudiera quedar aquí en España y así recibir los beneficios al vivir aquí; por eso que parecieramos pareja casi siempre. Pero, no se alarmen, no eramos nuestros modelos de esposas, solo eramos las mejores amigas; la amé como se ama a una hermana y muchos fueron testigos de eso. Ahora soy viuda- reí- y a pesar de que nunca nos vimos como esposas, se siente tan jodidamente horrible, porque si algo que ella y yo compartiamos con los que se casan porque realmente se aman como algo más que amigos; es que seríamos nuestras compañeras de vida, porque nada nos aseguraba que llegara alguien a nuestras vidas a quien realmente amariamos, lo que si era seguro es que a pesar de todo, Ana y yo estaríamos la una para la otra incluso cuando se nos cayera el último diente a las dos. Bueno, se suponía que debía de ser así.- rompí en llanto.- Te voy a extrañar, mi amor. Si ves a Dios dile que ya pare de hacerme sufrir de esa manera, no era necesario que te llevará con él. Y el estúpido que te disparo tiene su juicio en unos días, también dile a Dios que me dé fuerzas para no matarlo con mis propias manos.- reí con ironía.- Te amo, pedazo de idiota. Siempre en mi corazón... Puedo entender que te hayas ido, pero ¿por qué tan lejos?. Nos vemos, debes prometer recibirme con esa frase típica de ti "¡Joder, Mila!", yo a cambio llevaré un paquete de toallas sanitarias para arrojartelas en la cara, como en los viejos tiempos.- todos reímos.- Hasta siempre "mejor amiga, no novia" que pude haber tenido.

Letters (camren) Where stories live. Discover now