Like a kitten.

6.6K 576 492
                                    

Taehyung agarró todas sus pertenencias, las metió en su mochila lo más rápido que pudo y salió de la clase a toda prisa.

Estaba agotado de tantas horas en aquella Universidad, valió la pena soportar a tantos profesores aburridos dando sus clases aburridas y dejando caer anécdotas sobre sus aburridas vidas. Pero ya se marchaba a su lugar favorito del mundo, su casa.

No es que no le gustasen los lugares lindos que había en su pueblo, de hecho en esa locación brillaba el turismo debido a la cantidad de bellos lugares que se podían visitar. Pero claro, aquellos lugares estaban constantemente llenos de gente y a él no le gustaba demasiado tratar con gente.

Pronto estaba junto a su casa, sacó de su bolsillo las llaves pero se paró en seco sobre la acera en cuanto vio a una persona sentada en su porche. El chico estaba encogido en las escaleras, su cabeza estaba cubierta por un gorro de lana y estaba escondida entre sus rodillas. Emitía sonidos suaves, como si estuviera llorando. Llevaba ropas sucias, sin combinar correctamente y no eran de su talla, probablemente se tratase de un sin hogar.

Dio unos pasos más cerca de su casa y volvió a detenerse. Taehyung no quería que ese chico estuviera ahí, era su casa y su porche, y no quería a ningún desconocido en su territorio. Era un pensamiento algo primitivo y estúpido, pero él disfrutaba de la soledad de su hogar, nadie nunca entraba allí, ni siquiera sus pocos amigos, por eso no haría una excepción con ese niño vagabundo.

- ¡Eh! - Llamó al chico guardando aún una distancia prudencial. - ¡No me ignores!

El chico no levantaba su cabeza, tampoco daba señales de estar prestando atención o de haber escuchado. Taehyung estaba enfurecido, no solo tenía un invasor sino que se atrevía a ignorarle. Se acercó a él más decidido y le sujetó del hombro. El chico dio un saltito asustado y se soltó del agarre del castaño.

Ciertamente estaba llorando. La bronca que inicialmente iba a soltarle se trancó en su garganta al ver el horrible estado del chico; con sus ojos rojos e hinchados, la pálida piel de sus mejillas cobró el tono rojo al sentirse avergonzado, mechones de cabello blancos escapaban del gorrito que llevaba. Le miraba con sus ojos lacrimosos, removiendo su consciencia. Ya no sabía ni que coño iba a decirle, en su mente solo había un pensamiento: "Este chico es muy lindo".

- ¿Q-quién eres? - Le gustó mucho su dulce y quebradiza voz.

- Eso debería decir yo, ¿quién eres tú y qué haces en mi casa?

- ¿Tu c-casa? - Taehyung asintió señalando hacia su casa. El chico parecía asustado y confuso, como si no supiera lo que estaba pasando. - ¿Te estoy molestando...?

- ¿E-eh? - La verdad era que sí, estaba interrumpiendo su preciada rutina e impidiendo su tranquila entrada a casa, pero el chico ya estaba muy mal como para que fuese borde con él. - N-no, supongo. Pero, ¿qué haces en mi casa?

El pálido chico se cruzó de brazos y miró cabizbajo al suelo. El castaño se preguntaba muchas cosas, entre ellas el por qué no había ignorado al chico y entrado a su casa como si nada y en cambio estaba ahí conversando. También se preguntaba por qué le parecía tan guapo, incluso en esas deplorables condiciones.

- Me he perdido... - El chico estalló en lágrimas de nuevo, tapando su rostro con sus pequeñas manos pálidas.

El castaño no sabía como reaccionar, no acostumbraba a tratar con personas que lloran, pero era un niño indefenso el que estaba ahí, no pasaría nada por darle un simple abrazo, ¿verdad?

Dio un paso al frente y abrazó el pequeño cuerpo del niño que estaba temblando. El castaño pensó que le estaba dando un ataque o algo así. Las manitas del chico se aferraron a su camiseta, sus lágrimas empezaron a humedecerla.

- Eh... Tranquilo, a ver...¿Tienes hambre? - El pequeño asintió firme, Taehyung le agarró la mano y le llevó al interior de la casa.

Se dejó arrastrar hasta el sofá sin resistirse. Era el único humano que se había molestado en atenderle, en decirle algo que no fuera "lárgate de mi jardín" o "estas asustando a mis hijos". Después de días sin ingerir alimento ni tomar agua estaba muy debilitado, eso sumado a que no sabía donde diablos estaba, le hicieron vagar sin rumbo por el pueblo hasta que se dejó caer desfallecido en la primera casa que vio.

Taehyung dejó las cosas que traía en su cuarto y le preparó unos bocadillos a su huésped, el primero en muchísimo tiempo. Le llevó la comida junto a un zumo y se sentó junto a él, cogió uno de los pequeños bocadillos y se lo llevó a la boca.

- Venga, come. - Inmediatamente el chico se abalanzó sobre los bocadillos arrasando con ellos en poco tiempo, no dejó uno siquiera para Taehyung. - Sí que tenías hambre. Bebe zumo o te sentará mal la comida.

- No me gusta el zumo.

- ¿Qué te gustaría beber entonces?

- Leche. - Taehyung se atragantó al escucharle y tuvo que darse palmaditas en la espalda a si mismo. Su mente se llenó de imágenes de aquel niño con si boca manchada con su semen, se sintió como un pedófilo. - Me gusta la leche. ¿Tienes leche para darme?

- Sí.

Escapó de allí en busca de la jodida leche para el niño caliente, bueno tal vez no lo era, pero con unas pocas e inocentes palabras había conseguido tensar su ropa interior.

Cuando se calmó regresó junto al chico y le entregó el vaso con leche. Se sorprendió de que empezara a dar lamidas sobre el líquido hasta que se detuvo al darse cuenta de la mirada de Taehyung.

- Lo siento, lo haré de la otra forma. - Llevó el vaso a su boca y bebió normalmente.

- ¿Cómo te llamas? - El chico se limpió los restos de su boca con el reverso de la mano lentamente y lamiendo aquel lugar. Taehyung se preguntaba si el niño estaba jugando a ser un gato o si realmente creía que lo era.

- Me llamo Min Yoongi.

- Yo soy Kim Taehyung, encantado. - Yoongi sonrió amplio, le gustó aquel nombre. - ¿Dónde están tus padres?

- Yo no tengo padres. - Se arrepintió de haber preguntado eso, aunque el niño no parecía triste ante aquello.

- ¿Vives en algún lado? ¿Tienes adonde ir? - Negó.

- Hace unos días vivía con un... Amigo, pero se cansó de mi y me echó de su casa.

- Oh... Lo siento... - Yoongi sonrió restándole importancia.

- No importa. Era un hombre malo. - Quedaron en un incómodo silencio al menos para el castaño, quien estaba procesando la información y decidiendo qué hacer con él. - ¿Puedo dormir un poco? En la calle no se duerme bien.

- Eh... Sí, puedes dormir en mi habitación, ven.

Llevó al sumiso chico hasta su habitación en el piso superior. La cama era muy amplia, Taehyung pasaba mucho tiempo en ella por lo que debía ser un lugar cómodo y acogedor; Yoongi no pudo evitar saltar sobre ella y rodar, arrugando las sábanas.

Para el castaño su cama era el mejor lugar de la casa, ver al pequeño y lindo chico retorcerse sobre ella despertaba deseos impuros que le gustaría cumplir, de no ser porque le llevarían a la cárcel por violación a un menor.

- ¡Me encanta, es muy cómoda! Podré dormir como nunca.

No le gustaba mucho que se formase una sonrisa en su rostro al ver tan feliz a aquel niño. Siempre creyó estar mejor solo, realmente se sentía bien sin darle explicaciones a nadie, sin justificar sus actos ni depender de nadie, pero todo eso se estaba volviendo dudoso.

- Tae.

- D-dime Yoongi. - Sus piernas le movieron sin darse cuenta hasta el borde de la cama, el chico se acercó a él y se sentó sobre sus rodillas, su rostro muy cerca de ciertas partes de Taehyung.

- Acuéstate conmigo.

Lovely my kitten [ 태기 ] " Hybrids „ Two-shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora