Capítulo 1

569 47 4
                                    

Estaba andando por el pasillo, acababa de salir de mi clase de anatomía patológica cuando un chico mono me guiñó un ojo. Esto era algo habitual, no pensé que los universitarios serían una buena dosis de autoestima. Bueno, la verdad es que tampoco estaba tan mal; tengo un pelo larguísimo, creo que a día de hoy me llega a la cintura, de un rubio oscuro y lacio. Si esto lo combinas a mi pequeña cara y a mis grandes ojos, era como un caramelito, pero, tenía un problema con ellos, mi ojo derecho era aparentemente verde y el izquierdo más marrón. Me aconstumbré, el médico decía que era hereditario y no se qué, que no debía preocuparme. Cuando desperté de mis pensamientos me di cuenta que tenia que ir a clase, de mi universidad. Siempre soñé con ir a la facultad de Medicina, cuando era pequeña fantaseaba con curar a mis muñecas y desde ahí tuve muy claro a qué quería dedicarme. Cuando entre a la clase de embriología mi profesor me felicitó por sacar un sobresaliente en su materia, y que quería que diese una charla a los próximos universitarios de esta carrera, se acercaba a mi poco a poco.

''Isis, ¡DESPIERTA! Vamos a llegar tarde''-me decía el profesor.

''¿Perdone? ¿No iba a darme la enhorabuena por mis notas?''-dije aturdida.

''Déjate de historias nena, despierta vamos a llegar tarde a la quedada''- insistió el profesor.

De pronto me desperté con Minerva encima mío sacudiéndome de un lado a otro.

''Como no te despiertes te echaré un cubo de agua fría a lo ''ice-challenge'' ese como se diga''-avisó Minerva- ''Me da igual que te enfades Is.''

''Estaba teniendo un sueño tan bonito''- respondí con una mueca hostil.

''De nada por despertarte antes de que te perdieras una quedada como la de hoy nena''-repuso Minerva- ''Venga, arréglate.''

Minerva era una impaciente y una aguafiestas, pero la quería con todo mi corazón desde que la conocí en el colegio con sólo 7 años.Que iba a hacer, era mi mejor amiga, mi fiel compañera, la única que me soportó.La observé detenidamente, llevaba sus ojos verdes pintados con una raya muy sutil y su típico pintalabios color cereza que olía como tal, acompañando una camiseta ancha rosa palo, unos vaqueros y su pelo corto con tirabuzones desechos. Eramos muy diferentes, eramos de la misma estatura, pero ella era más ancha que yo. No es por echarme flores, pero toda mi vida he sido una atleta y si a eso le añadimos mi maravillosa genética, pues.

Minerva me hizo un gesto imaginario señalando su reloj invisible poniéndome cara de perro. Abrí mis armarios buscando un modelito mientras intentaba recordar a dónde ibamos. Acabé con un mono negro con florecitas muy pequeñas rojas que me compré en el Stradivarius por un precio que tuve que mirarlo 3 veces antes de decidirme, unas sandalias, rimmel y pintalabios rojo. Mi pelo era ya liso de por sí, así que una vez acabé, le dí la señal a Minerva.

''¿Me puedes recordar dónde se supone que íbamos? Estaba demasiado agusto soñando con universitarios y la carrera de Medicina''-dije con un tono un poco molesto.

''Vamos al Corte inglés porque quiero comprarme un vestido y de paso hemos quedado con Jake, y con sus dos amigos que ahora nos presentará.'' - respondió ella.

Jake, lo conocía hace al menos 6 años y siempre se dijo que estaba por mí pero nunca lo admitió. Tenía una relación amor odio con él. Era alguien bastante siniestro. Aveces nos peleabamos y no hablamos durante mucho tiempo. Le daba verguenza quedar conmigo hasta que por fin se decidió, con la condición de traer dos de sus amigos. Por otro lado, Minerva estaba satisfecha porque hacía meses que quería novio y quién sabe si sería alguno de ellos, Jake no, por supuesto.

Aparecieron y como no, Jake ni nos los presentó porque ''estaba demasiado nervioso''.

Odio a ese tío con la cara demasiado redonda. Jake no me atrajo nunca, era bastante moreno, con pelo rizado y corto, además de estar bastante lejos de tener un cuerpo musculoso. Sus ojos pequeños y negros me daban dolor de cabeza.

''Yo soy Erick, encantado chicas''- dijo el único decente de los tres

''Me llamo Aaron, lo mismo digo''- siguió, por educación supongo, el más bajito y poco resultón.

''Encantadas, yo soy Miverva y esta de aquí es Isis''- se pronunció Minerva por mí.

''Genial''-susurré de mala gana.

El tal Erick se acercó a mi dispuesto a darme dos besos en las mejillas. Me quede detenidamente observándolo, era moreno con los ojos azules y muy alto, parecía fuerte a la vez que imbécil.

Seguido de él, Aaron procuró a hacer lo mismo al compás que Erick iba a repetir el proceso con Minerva. Parecía extranjero, quizás de...ni idea, tampoco me preocupaba.Me dí cuenta que Jake miraba a lo lejos con una mirada recelosa. No se acercó a mi ni me dirigió la palabra, si Jake quería la guerra, la tendría.

''Lo del vestido era una trola para arrastrarme aquí , ¿verdad? ''- le susurré a Minerva.

''No, pienso ir, y tú conmigo, cuando acabemos este asunto''- aclaró Minerva decidida- ''además, así te da un poco el aire, sabes que lo hago por tu bien.''

''No sé que hago aquí''-

''Quedar con amigos para despejarte''-dijo-''No puedes pasarte la vida encerrada''

''Se supone que Jake es mi amigo y me está ignorando, para colmo, se trae dos amigos''-bufé-''Ni que fueramos violarle''

''Ya sabes que es tímido''-dijo.

''Es gilipollas''-

''Isis''-me miró.

''Vale, vale''-

Esa preocupación de Minerva era una mezcla entre amor y odio, porque me gustó que se preocupara por mí, pero con eso me recordó mi pasado.

Guay.

Hacía muchos meses que no salía, ya me había acostumbrado a la oscuridad de mis persianas.

Mientras andabamos por el centro, no hubo mucha conversación, ellos entre ellos y nosotras con nosotras. Poco más.

Era una situación un tanto incómoda.

''Bueno Erick, cuéntame, ¿cuántos años tienes?, ¿a qué curso vas?, ¿Tienes hermanos?, ¿novia?- dijo demasiado alto Minerva.''

Erick, respondió con demasiada tranquilidad al tercer grado de Minerva, esta chica no tenía remedio.

''Tengo 18 años, universidad, y no a ambas últimas.''- respondió tajante Erick-''¿Estás interesada?''

''Eh, no''- dijo con un tono de sorpresa a la vez que se ruborizaba Minerva- ''Gracias.''

''Mejor''- acabó Erick-''¿Y tú?''

''¿Yo?''-dije.

''Sí''-

''Olvídame''-resoplé.

''Vaya genio''-dijo-''No sabéis tomaros una broma''

''Metete tus bromas por donde te quepan''-dije.

''Venga chicos''-dijo Aaron.

''¿Este tío es gilipollas?'' - susurró Minerva de nuevo.

''Tú me has metido aquí''- le reproché.

Las ganas de irme de allí por patas aumentaban con cada metro andado por mis pequeñas piernas, pero bueno, mejor estar aquí que en casa con aquellos pensamientos persiguiendome.

Ni tan siquiera pensarlo. (NTS 1#)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora