Moras

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—¡Ya llegué!—anunció el pelimorado sonriente mientras dejaba su mochila en el blanco sillón. El de cabello aqua sonrió ante el entusiasmo del chico.

—¿no deverías estar en el Instituto?—le preguntó mientras el de piel pálida se sentaba a su lado.

—pues sí, pero mi madre me deja faltar para venir a verte—el otro rió despacio y se sentó en la camilla para más cómodidad.

—Tu madre es una dulzura, quiero conocerla—sonrió, el pálido asintió convencido.

—Mangle me dijo que te entregara ésto—Bonnie le entregó un sobre a Bon—está muy ocupada y no podrá venir a verte, y Joy dijo que vendría en cuánto terminaran las clases—el chico observó el sobre mientras le daba las gracias a su contrario.
Decidió leerlo más tarde.—Por cierto, tu papá me dijo que vendrá en cuánto termine de trabajar—Bon se congeló.

—¿Qué?¿c-conoces a mi P-Padre?—se tensó y su cara se puso pálida.

—sí, lo conocí aquí, es simpático—las palabras de Bonnie se escuchaban muy lejos en la mente del chico, se perdió en el tiempo, definitivamente, le tenía mucho miedo a su padre.

Pasaron toda la tarde hablando y jugando cosas algo infantiles, hasta que llegó Joy y Bonnie decició ir a su casa a descansar.

—¿Cómo estás?—le preguntó la rubia sonriendo, mientras sacaba de su bolso unos potes con comida adentro.

—Bueno, ya no me duele tanto como antes—hizo una pequeña pausa para mirar aquellos potes tan misteriosos—así que, supongo que bien.

—Sé que la comida de hospital es un asco, así, que te traje ésto, son dulces y cosas así—la rubia sacó un batido—y Towntrap me dijo que te diera ésto—rió.

—¿Uno de sus famosos jugos raros?no puede estar tan mal, después de todo, hasta su novio los toma—la rubia lo observó algo confundida—¿es su novio, no?ese chico de cabello Gris ¿Eak?

—¡Son novios!—exclamó emocionada—No puede ser, ¡la OTP se confirma!

—¿O T qué?—la rubia chillaba emocionada dejando al chico algo confundido.

[…]

El chico pelimorado entró a la habitación algo desanimado.

—¡Hol—el peliaqua se interrumpió a sí mismo al ver al chico con heridas, nuevamente.—¿Bonnie, estás bien?

—Sí, no te preocupes Maestro, s-soy inmune a los golpes ¿recuerdas?—Bonnie se sentó donde siempre y le sonrió.

Él imitó su acción y acarició lentamente y con delicadeza la mejilla del pelimorado.

—No tienes que fingir cuando estás conmigo—se observaron a los ojos por un largo tiempo, hasta que el menor rompió eso y abrazó al chico de la camilla, susurrando un “gracias”.

Se quedaron así por unos minutos, pero nuevamente el menor rompió eso.
Se sonrieron y Bon, aún con la mano en la mejilla de Bonnie, se quedó observando sus labios.
Cosa que el chico imitó.

El peliaqua tomó el mentón el ojirojo y se fueron acercando, hasta el punto de que sus repiraciones se mezclaban y con los ojos cerrados, disfrutaban del momento.
Ninguno se opuso a ese raro momento.
Fue cuando Bon rompió la distancia, uniendo sus labios en un tierno, y algo torpe “beso”, torpe porque era la primera vez de ambos.
Sus labios se movían lentamente mientras el ambiente se volvía ligero.

Al separarse se volvieron a mirar a los ojos.

—Moras...

—¿Eh?

—tus labios saben a moras...me encanta—susurró el peliaqua volviendo a juntar sus labios.
Había dado el primer paso, y el otro nunca se negó.

Hilos de color Sangre #PremiosFNAFHS[PAUSADA]Where stories live. Discover now