Some days. [Drabbles IKON]

Like. [Binhwan]

Algunas noches frías de pleno invierno, cuando todos los demás miembros parecen dormir, a Hanbin le gusta ir a la habitación de su hyung, meterse con cuidado entre las sábanas de su cama y abrazar de manera protectora el diminuto cuerpo del mayor.
Le gusta cuando Jinhwan, sin abrir los ojos y sin articular palabra, tan solo le rodea con los brazos y esconde la cara en su pecho, respirando con tranquilidad como si del sueño profundo no se hubiera despertado.
También le gusta acariciar el suave pelo del mayor mientras este finge dormir, y dejar castos besos sobre su frente. Al besar su cabeza, podía sentir el dulce aroma de sus cabellos. Todos usaban el mismo champú pero en él era completamente distinto. Al igual que todo el en sí.
A Hanbin le gusta cuando los primeros rayos de sol se cuelan por las rendijas de las persianas y hacen que su querido hyung, frunza el ceño y arrugue su nariz, estrechando más su cuerpo de forma tierna, mientras enredaba sus piernas con las suyas, le gusta cuando incluso trata de levantarse y el de mayor edad como si de un niño se tratara, mantiene un firme agarre sobre él, el cual cede cuando adquiere más lucidez.
Y qué decir, a Jinhwan también le gustan muchas cosas de Hanbin.
Le gusta cuando por las noches como un gato ladrón se cuela en su cama y le abraza con cariño. A veces le resulta un poco molesto porque Hanbin trae sus pies fríos y hace que su piel se erice, pero en cuanto este lo abraza, dicho frío desaparece por completo y se pega más a su cuerpo.
Le gusta cuando el de menor edad cree que duerme y susurra cosas bonitas, suaves te quiero, y sinceros te amo, conforme continúa acariciando su pelo ligeramente.
También le gusta cuando deja besos por su rostro, haciéndole cosquillas con las pestañas, haciendo que no pudiera reprimir la sonrisa o cuando le abraza y cuela la mano bajo su camiseta, sintiendo la yema de los dedos del más alto sobre su espalda, dibujando figuras y trazando caminos con su índice, siguiendo como guía su columna, haciendo que su piel se erizara ante la sensación.
Pero la cosa cambiaba cuando la luz del sol aparecía. No le gustaba cuando buscaba el calor del contrario y no lo encontraba. Cuando rodaba por la cama y su almohada olía a él, pero allí no estaba.
Todas las noches cuando Hanbin le decía todas aquellas cosas, dormía con la ilusión de que al despertar, lo encontraría de nuevo a su lado, abrazándole con mimo, pero nunca era así. A pesar de eso, lo entendía, sabía que no podía quedarse en su cama y eso le hacía enfadarse más porque sabía cuán egoísta estaba siendo.
 Obviamente los demás miembros no deben saber de esta situación, no deben saber cuantos sentimientos se albergan en ellos dos.
Aún así cuando ambos se levantaban para ir a desayunar con los demás, una tierna sonrisa con un buenos días era todo lo que necesitaba para olvidar su enfado mañanero.
Pero aún hay algo que ellos disfrutan cuando no es de noche, y es algo que más que gustar, les encanta, y es además de esos ligeros roces. Cuando Hanbin finge jugar con los hilos de la ropa de Jinhwan donde realmente solo busca un contacto con su piel, las miradas y las risas que compartían, además de todo eso.
Siempre que tienen unos minutos libres, se van allí donde no haya nadie, revisando tan solo una vez que no les hayan seguido, siempre con precaución pero demasiado impacientes.

 Se roban mil y un besos en secreto.

 A jinhwan y a Hanbin les encanta.