capitulo 40. (3-4)

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A noche no le hable a juan Luis, comimos en silencio, el me hablaba pero yo solo asentía, me dormí lo más lejos que podía de el, por el simple hecho de que no podía sacarme las palabras de belinda de mi cabeza. Ya había amanecido y juan se estaba vistiendo yo decidí hacerme la dormida cuando siento que se acerca a mi yo cierro mis ojos al instante.

—Aylen, despierta—dice Juan Luis acariciando mi cabello.

~se sentía tan bien~

Abrí mis ojos y me encontré con su sonrisa.

—manuela quería que pasaras el día con ella, quieres quedarte con ella?

—si porque no? —dije sentándome en la cama.

Dirijo mi vista al lado de la cama y me encuentro una bandeja con un desayuno, vuelvo mis ojos hasta donde esta juan Luis y el solo sonríe.

—es para ti—dice acercándolo más a mi—come o no me iré hasta que te vea comer.

Sonrió en lo bajo para que no me vea y tomo la tasa con café, como no ilusionarse con este hombre. Ya cuando mi desayuno veo a manuela entrando en pijama, se acerca y se acuesta a mi lado.

—ya te vas hermano?—pregunta manuela.

—si zak les va dejar las llave de su auto, belinda va a ir con ustedes?—pregunta el.

—no dice que quiere ir con ustedes, mejor así paso más tiempo con mi nueva cuñada—dice acomodándose

Siento mis mejillas arder y bajo la cabeza para que no lo noten.

—se ven tan lindos sonrojados—dice riendo.

—bueno me voy, para volver temprano, Manu quiero que la cuides—dice despidiéndose de su hermana.

se acerca a mi y me besa en la comisura de mis labios.

—nos vemos a la noche—dice en un susurro para luego mostrar su sonrisa.

Me besa la mejilla con profundidad y se va, antes de decir algo zak entra corriendo y me da un beso en la mejilla junto con una sonrisa para luego salir corriendo otra vez.

—creo que no solo le gustas a mi hermano—dice manuela riendo—vamos, arriba nos iremos de compras.

Eran las cuatro de la tarde y estábamos en un restorán almorzando con varias bolsas a un lado.

—manuela, como conocí a juan Luis?—dije removiendo la comida de un lado al otro.

—realmente no se, pero se que se conocen hace mucho—dice llevando un bocado a su boca.—me comento que habías pedido la memoria.

—trato de recordar algo pero mi mente no me deja ir más allá de cuando abrir mis ojos.

—déjame decir que el no te vio en las noticias—dice mirándome.

—como?—pregunta te con el ceño fruncido.

—no se supo de tí hasta que encontraron a juan Luis visitandote, pero es extraño en el tiempo que estuviste en el hospital jamás salia de su habitacio a menos que fuera a visitarte y a los conciertos.

—a que se debe eso?

—no lo se pero aveces lo escuchaba hablar solo, bueno creó yo y también hubo un tiempo en el que estuvo muy deprimido.

—entonces como nós conocimos?—dije mirando a la nada.

—ni idea, pero de algo de lo que soy segura es de que jamás lo e visto tan sonriente que cuando esta contigo no lo se cuando lo vi la mañana que estabas tu en la habitacion, se veía diferente.

Ahora estaba más que confundida con todo, si su hermana no sabia quien sabia como nos conocimos, y con todo lo que decía manuela no sabia si ya creer las palabras de belinda, siento como suena un teléfono y me doy cuenta que es el mio lo tomo y contesto.

—alo?

—pequeña como estas?

—Alex?—dije con una sonrisa.

—si, solo llamaba para saber como estabas ya que fui a tu casa y me dijeron que te habías ido de viaje.

—si estoy en miami, volveré en unos días.

—te fuiste con ese idiota, estas con el ahora?

—no, pasaron cosas que te debo contar pero cuando este allá.

—que paso? Te hizo algo?

—no tranquilo ya paso todo estoy bien, me estoy quedando en otro lado pero te diré todo cuando llegue.

—esta bien, lo importante es que estas bien,  bueno quería avisarte que fui a dejarte las invitaciones de mi boda, me caso en un mes.

—genial, no faltare por nada—dije con una sonrisa.

—bueno pequeña tengo que irme cuídate te quiero, nós vemos en unos días.

—adiós, te quiero.

Colgué y vi que manuela me miraba.

—tu eres de mi hermano y de nadie más, bueno y de tus papás—dice mirándome seria para luego mostrar su sonrisa.

—era solo un amigo, es una gran persona me a ayudado mucho.

—que lindo, tener amigos hoy en día es casí como contar una leyenda.

—si es verdad auque no soy de tener muchos amigos, tengo muchos conocidos.

—bueno, porque no terminamos de ver las tiendas que nós quedan y nos vamos al departamento?—dice sonriendo y con la manos en el aire.

—esta bien—dije sonriendo.

Pedimos la cuenta y nós fuimos a las tiendas que no habíamos visto, nós quedamos por un rato y luego nos subimos al auto de zak para irnos al departamento.

(...)

Estaba acostada, ya era de noche juan Luis estaba a mi lado acomodándose y aun no le hablaba, apaga la luz y se acuesta mientas yo mantengo mi distancia cierro mis ojos dispuesta a dormir pero unas manos en mi cintura hacen que los abra, siento como Juan Luis me abraza y apoya su cabeza en mi hombro.

—porque no me hablas?—dice en mi oído—estas enojada?

—no, es solo que...—me doy vuelta para poder quedar de frete—soy un donativo?

—que?—pregunta con lo que creó lograr ver su seño fruncido—quien te dijo eso?

—nadie es solo que no entiendo porque me ayúdate y me sigues ayudando.

—lo hago porque me importas solo quiero lo mejor para tí—dice acariciando mi mejilla—belinda te dijo todo eso, verdad.

—como sabes?

—la vi entrando cuando pedía pizza y bueno cuando entre estabas extraña.

—si fue ella, dijo que yo solo era un donativo para tí que yo no te importaba—dije con la mirada baja.

—te cuento un secreto?

Lo mire a los ojos y asentí mientras el sonreía y me acariciaba mi mejilla.

—Si me importas y mucho, y sabes porque?—yo solo negué con la cabeza—porque me gustas mucho eres la chica más hermosa que han visto mis ojos.

—pero belinda dijo que...

—no importa lo que allá dicho ella porque puedo afirmarte que estoy loco por tí.

Sonrió ante sus palabras tan lindas, el se une con su sonrisa y me mira a los ojos me acaricia el cabello delicadamente, me pierdo tanto en sus ojos que no me doy cuenta que esta en cima mio, le acaricio su mejilla y siento como sus labios se unen a los míos y siento como mi pecho y estomago explotan en esta maravillosa sensación, esos labios carnosos que acariciaban los míos una sensación. Simplemente única y nueva.

Lost heart. EDITANDOWhere stories live. Discover now