36 - Extra. Despedida repetida miles de veces.

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N/a: Pues, como sabrán, mi primer año en wattpad se ha cumplido hoy, 11 de Septiembre del 2016. La verdad es que no sé cómo agradecer todo. El año aquí, ha sido muy maravilloso. He conocido personas muy hermosas, que me están apoyando siempre. He conocido la maravilla de terminar un libro, aunque no sea muy profesional. He conocido la maravilla de tener personas a las cuales les gusta tu trabajo. He conocido demasiadas cosas que realmente han cambiado mi vida, y no podría estar más agradecida por ello. 

Gracias por todo, en serio, nunca me cansaré de repetir lo feliz que estoy porque tú estás leyendo esto.


Bueno, aquí un extra de Help. ¿Qué mejor manera de celebrar mi primer año?

Espero que te guste. Toma el final como quieras.


Dominik

- ¡Ni se te ocurra abrir la maldita caja! -le advertí. - Y, la verdad, es que si no se la das a Aleska mañana, ella es la que sufrirá. Simplemente quiero despedirme.

- Pues según me contaste, y lo que sé, te has despedido muchas veces, Dominik. -Andrew me arrebató la caja de las manos y la inspeccionó. - Hombre, tienes que superarla. Va a ser lo mejor...

- Para los dos, ya se me ese cuento. -giré los ojos y me di media vuelta. - Espero que ustedes se lleven bien, y lo siento por ser tan, ¿duro? Contigo. Pero, espero que no termines siendo su novio.

Escuché cómo rió y empezó a alejarse. - ¡Hablo en serio! -grité.

- ¡No olvides que, en la estación estaremos, así que si quieres darle un último abrazo, ve! -asentí con la cabeza, a pesar de que él no me vio, para después caminar a casa. Mi solitaria casa.

Le había dado un buen fajo de dinero a Roma, siendo mi despedida para ella. A pesar de que estuvo poco tiempo con nosotros, le tuve un gran cariño. Ella prometió no decir nada, ya que también odiaba a Andrzej, y según ella, tenía muchas razones para desearlo muerto.

No la cuestioné.

Mis planes para el día siguiente, era ver por última vez en mi vida a Aleska. No podía superar el hecho que eso iba a pasar, que la iba a ver por última vez. Luego, alistar todo y largarme de Polonia. ¿A dónde? Ni yo mismo lo sabía.

Era algo tarde para estar despierto, pero no podía dormir, así que me puse a imaginar las posibles reacciones de Aleska cuando me vea.

Me levanté de mi cama, apagué la música y bajé a buscar algo de comer, mas no había absolutamente nada. Vi un cartel con fotos de mi familia en la pared, y se me ocurrió una gran idea. Fui a buscar algún papel grande, para hacer un cartel de despedida, pero tampoco encontré nada. Eran las tres de la mañana y sinceramente no sabía si había alguna tienda o librería abierta, pero, ¿qué perdía en ir a buscar? Además, podría comprar algo de comer.

Me acomodé la casaca y salí de casa. Los postes de luz de las calles apenas brindaban luz, lo que lo hacía un ambiente más tenebroso, pero tranquilo a la vez. Las tiendas más cercanas a casa estaban cerradas, así que fui a buscar otras.

Caminaba en círculos, ya eran las cuatro, y siempre volvía a casa. Tenía que expandir mis horizontes, e ir al centro de la ciudad. Era seguro que habría al menos alguna tienda de 24 horas.

Para llegar al centro de la ciudad, tenía que pasar por el callejón. Como había mencionado, no era nada largo, pero la luz no llegaba. Siempre odié pasar por ahí, y más aún si es de noche, o madrugada.

Tenía algo de miedo.

- ¿Miedo? Pero ya he pasado ese callejón de noche. No creo que sea diferente de madrugada. -me dije a mí mismo. Metí mis manos en los bolsillos de mi casaca y empecé a caminar por el callejón.

Fue muy tarde para recordar que la única vez que había pasado por el callejón de noche, casi hacen cosas malas conmigo. ¿Quién hubiera sabido qué iba a hacerme ese señor que jaló mi playera?

Pensaba que iba a descubrirlo, ya que nuevamente, a la mitad del callejón, jalaron mi ropa.

- Nos encontramos nuevamente. -susurró.

Pensaba que iba a morir, o iba a ser drogado, o violado, o iban a robarme.

Pero, repitiendo la escena de hace tiempo, nuevamente escuché a alguien caer en el suelo. Corrí hacia el final del callejón, y escuché unos pasos detrás de mí.

- No puede ser que otra vez te haya salvado de lo mismo, Dominik. ¿Acaso no aprendes que no debes pasar por el callejón a estas horas?

Giré los ojos. - ¿Por qué ellos no te atacan a ti? ¿Por qué siempre estás a altas horas por acá? ¿Acaso tus padres no te dejan entrar a tu casa, de nuevo?

Ben no dijo nada por un rato. - Tengo que terminar unos asuntos.

- ¿Con unos callejeros?

- ¡No te metas en lo que no te incumbe! -gritó. - ¡Ni con Aleska! Supéralo, ella no te quiere. ¡Supéralo de una buena vez!

Antes de que pudiera darle un buen golpe, él se metió en el callejón. Seguí con mi rumbo.

(...)

"Que te vaya bien en tu nueva vida. Espero que encuentres a alguien mejor que yo. Suerte."

Era lo que decía el cartel. Después de tanto pensar, decidí dejar esa frase.

Supéralo, ella no te quiere.

¡No podía superarla! No era que mis sentimientos hacia Aleska se iban a esfumar de un día para otro. ¡Yo realmente la quería! Hasta podría decirse que llegué a amarla. ¡A amarla, sin necesidad de conocerla tanto!

Me encontraba caminando hacia la estación. Había averiguado que su bus salía a las 11:30 de la mañana.

Llegué en el momento en el que faltaban cinco minutos para las 11:30. Ella estaba recibiendo la caja que encargué a Andrew para que se la diera. Pude ver cómo entró al bus, seguida por Ben; éste, al verme, me levantó el dedo medio. Giré los ojos y corrí apenas la puerta del bus se cerró.

Puse mi mejor sonrisa y busqué la ventana en la cual debería encontrarse Aleska o Ben. Para mi suerte, ella estaba mirando a través del vidrio. Le levanté el cartel con una mano y agité la otra en señal de despedida.

Despedida repetida miles de veces.

No pude correr más ya que el bus salió de la estación. Suspiré y arrugué el cartel. Lo boté en el tacho más cercano que encontré y fui a casa.

Teniendo una buena cantidad de dinero, mis maletas y demás pertenencias listas, cerré la puerta de casa a las diez de la noche. La miré por última vez y me subí al taxi, que me llevaría al aeropuerto de la ciudad. Al llegar, compré el boleto más próximo de salida, y esperé a la hora.

¿Qué hice con mi vida? Puedo decir que muchas cosas. Pero entre ellas, no estuvo la vuelta de Aleska.

Me aseguré de que ella nunca más me viera, pero, estuve al tanto de ella por un tiempo.

La última cosa que me enteré, fue que Aleska estaba junto a Ben.

Y eso no pudo ayudarme más en la vida.

Ella me había superado, y era hora que yo también lo haga.

Help ; D.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora