Capítulo 2

386 62 58
                                    

—¡Hora de despertar! —Gritó Frank, golpeando al chico dormido en su sillón levemente en el hombro. El tal Gerard no lo había asesinado todavía y eso lo hacía feliz hasta límites que no podía imaginar.

—Mamá... —Susurró este, acomodándose de nuevo en su lugar. Iero no pudo evitar pensar en que se veía especialmente adorable cuando se despertaba, con el cabello despeinado y los ojitos entrecerrados— cinco minutos más, mamáa.

—No soy tu mamá —Lo cortó, haciendo un intento en mantenerse serio a pesar de la imagen— no soy la mamá de nadie, la verdad.

—Eres muy linda para ser mi mamá —El tatuado sintió un escalofrío en la espalda baja. ¿Era este en realidad el hermano de Michael? ¿Por qué se negaba a levantarse si esta no era su casa? Y, ¿por qué su rostro tenía que verse tan bien recostado entre sus almohadas?

—No soy una chica —Se limitó a decir.

—Creéme que me di cuenta —Seguido, el pelinegro lo miró a los ojos, bajando lentamente hasta llegar a su entrepierna. Se relamió los labios lentamente, lascivo.

—¿¡Pero qué te pasa, hombre?! —Frank le quitó la sábana con un rápido movimiento, haciéndolo caer de la confortable cama. Su cuerpo emitió un fuerte sonido seco al chocar contra el piso.

—¿Qué carajo te pasa a vos? —Molesto, intentó levantarse, pero cayó de nuevo. Nada de lo que hacía le salía bien, increíble.

No era la primera vez que le pasaba; había veces en que se acostaba con alguien y luego, en la mañana, fingían no reconocerlo porque "no eran gays" o "tenían que mantener una reputación". Los entendía, pero eso no minimizaba la vergüenza de Gerard al saber que sólo había sido utilizado como un juguete, de saber que su matrimonio sólo duraría una noche. Todo era efímero en su maldita vida, y para colmo, tenía que asistir a clase.

—Te me estás insinuando —Señaló Iero, lentamente, sin quitar los ojos de encima al pálido y bonito hombre que se había sentado en su piso. Su confusión simplemente lo hacía más lindo, y no, eso estaba mal. El hermano de Mikey no podía parecerle atractivo, por múltiples razones.

—¿Eso no es lo que se supone que haga? ¿Coquetear?

Y de nuevo, los dos estaban confundidos. Su corta relación se había basado hasta ahora en conversaciones sin sentido. Eso y dormir en la misma habitación, ¡había dormido con Gerard! Tendría que dar tantas explicaciones y el "le ofrecí mi cama porque se veía tan indefenso que mi corazón se derritió" que tenía pensado dar, no sonaba muy convincente.

—¿Qué? ¿Por qué coquetearías conmigo? —Continuó, ayudándolo a levantarse. Sus dedos llenos de tinta contrastaban con la piel virgen del otro, que estaba fría cual vampiro. , se asemejaba mucho a un vampiro, restándole la parte de dar miedo.

—¿No tuvimos sexo? —Preguntó abruptamente, y Frank se volvió complemente colorado. Abrió sus ojos cual platos mientras movía negativamente la cabeza, sin poder imaginarse lo que se sentiría estar en la mente del otro. Por alguna razón, este personaje le daba tremenda curiosidad— ¿ni siquiera te chupé la pija? ¿No?

Otro movimiento de negación hizo que el híbrido de vampiro soltara un suspiro y sonriera. Uff. Con su sonrisa genuina sus ojos también se iluminaron y carajo, esto hacía a Frank desear que sí hubieran tenido sexo la noche anterior.

—Entonces, —Gee dio una vuelta por la habitación, soltando pequeños sonidos de aprobación al toparse con los pósters— si no te chupé nada, ¿qué hago aquí?

—Me estoy preguntando lo mismo. Fuera.

—Eres demasiado agresivo —Comentó, pasando sus dedos entre el oscuro cabello. De repente, parecía estar de buen humor— te vendría bien un té de tilo o una buena risa, ¿te puedo contar un chiste?

—Odio el té. Y te apuesto lo que sea a que tu chiste es malo.

—Está bien, está bien —Musitó, rodando los ojos.

—Te vas ya, Gerard. Te largas.

—Había un gato con 16 vidas —Comenzó, encaminándose ahora a la cocina.

—Gee, —El chico juntaba sus fuerzas por no golpearlo en su bonito e inocente rostro— fuera

—Le pasó encima un 4x4 y se murió.

—¡Te vas! ¡Vas a salir por esa puerta!

—¿Qué signo sos? —Preguntó ahora, ignorándolo y buscando entre los cajones de la amarilla cocina algo de comer. Gracias a Dios ellos sí hacían sus compras.

—Escorpio —Respondió, harto. El tiempo pasaba y lo último que deseaba era llegar tarde a su clase de física. Había mentido la noche anterior sobre tener un examen, solo deseaba una excusa para alejarse del agradable borracho que aclamaba ser el hermano de su, por ahora desaparecido, amigo.

—Pues pareces un signo de exclamación, porque no me dejas de gritar.

Frank soltó una sonora carcajada que hizo dar  al corazón de Gerard un salto mortal. O al menos así se sintió. Lo cual era extraño.

Nunca sentía nada aparte de ganas por las personas con las que se acostaba, pero se sorprendió a si mismo queriendo que Iero riera más seguido. Quizás se debía a que no "hizo" nada con él, además de comentar sus gustos musicales.

—Mira, tengo que ir a la Uni, ¿sí? —Aclaró este, pasándole el cereal de chocolate. Estaba mucho más relajado, como si hubiera determinado que Gee no suponía ninguna amenaza para su vida— te puedes quedar ya que Mikey jamás volvió, esa pequeña mierda... nunca está cuando hace falta. Y seguro se quedó a dormir en lo de Hayley.

—¿Quién es Hay—

—No importa —Cortó, restándole importancia. Gerard se había dado la vuelta para buscar un plato y aunque trató de evitarlo, la mirada de Frank terminó en el trasero de este. No estaba nada mal.

—Me encanta la oferta —Dijo— pero mañana empiezo en la mía. Sé que es una pérdida de tiempo cambiarse a la mitad del año pero... tenía que hacerlo. Además queda más cerca, ¿te suena el City College?

—Mierda —Masculló Frank, queriendo golpear su cabeza varias veces contra la pared— ¿City College, estás bromeando?

—No, ¿por qué bromearía?

—Esa es mi universidad. No la tuya... no la de un maldito borracho que, a la mierda.

—¿En serio? —El más alto no pudo ocultar su emoción, ¡escucharía esa sonora risa mucho más de lo que esperaba!

—Sí —Se lamentó este, mirando de reojo al único "vampiro feliz" que había conocido nunca.

—¿Qué esperamos para ir, Frankie?

—No te preocupes —Se intentó calmar, soltando una risita nerviosa— mi novio puede venir a buscarnos, sólo lo tengo que llamar.

***
Estoy subiendo este cap porque ya lo tenía escrito. Aguante.

Pills and potion -frerard-Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon