Capítulo 14 - Besar a un ángel

1K 48 0
                                    

—Creo que estarías feliz de ver a alguna de tus compañeras, ¿no?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Creo que estarías feliz de ver a alguna de tus compañeras, ¿no?

Eso parecía una buena propuesta, pero estar con otro chico me asustaba. Obviamente si ese chico era Benjamín, me parecía un poco mejor la idea.

—Sí, pero no quiero estar con otro tipo.

—Lo más probable es que ese chico sea Benjamín.

—Tú no confías en Benjamín. —Fruncí el ceño.

—No, pero es mejor que te cambien de habitación y tú y yo nos alejemos un poco.

—¿Por qué? —Mis hombros cayeron—. Yo no quiero eso, Peter.

—Porque sí, aunque no lo quieras, así será.

—¿Es por lo que pasó hace un rato? —pregunté dolida—. Tú te me acercaste a mí y me besaste, no me culpes por eso.

—No, no es por eso. —Frunció el ceño.

—¿Entonces?

—Es mejor que te alejes de mí y punto.

—¿Por qué?

—Ya basta de hacerme preguntas, me sacas de quicio.

—¡No eres capaz de responderme nada! —le grité.

—Lali, no quiero hacerte daño. —Bajó la voz mirándome directamente a los ojos.

—¿No? —Sonreí irónica—. ¿Y dejarás que otro tipo me haga daño?

—No, nadie te hará daño —gruñó con el ceño fruncido.

Me quedé en silencio mirándolo y luego me tendí en el colchón mirando el techo. ¿Qué diablos me harán? ¿Dónde me llevarán? Odio estar en esta incertidumbre.

Peter no decía absolutamente nada, hasta que supongo que se aburrió de mirar un punto fijo y se puso de pie, tomó su infaltable cuaderno y comenzó a trazar dibujos en las páginas. A veces me gustaría divertirme con cosas simples como esas mientras estoy en una situación como ésta. No es agradable no saber qué pasará contigo o qué planean hacerte...

Golpearon nuevamente la puerta y Peter fue a abrir a regañadientes; era Benjamín, quien entró sin pedirle permiso a nadie. Me observó unos segundos y luego se le dibujó una sonrisa en el rostro.

—Lali, ven... te tengo una noticia. —Me sonrió. Me puse de pie insegura bajo la fuerte mirada de Peter, creo que él odiaba que le obedeciera a Benjamín, pero... ¿qué más podía hacer?

—¿Qué pasa? —le pregunte cuando ya estaba lo suficientemente cerca de él.

—Te sacaré de esta habitación por unos días. —Sonrió feliz. No entendía qué le parecía tan bien para que estuviera sonriendo de esa manera.

—¿Qué? ¿Cuántos días? —Mi voz sonó desesperada, era obvio que yo no quería salir de donde estaba.

—Al salón que cuido yo. —Volvió a sonreír—. Podrías ver a Candela.

Secuestro (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora