Capitulo 3.

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Eran cerca de las 19:30, aún quedaba uno que otro niño jugando y sus papás, nosotros decidimos sentarnos en unas bancas. Admiramos un bello atardecer.

-Fue un gran día ¿No crees?- Dije con voz suave mirando al horizonte.

-Sí, hace mucho que no la pasaba tan bien, tenemos que hacerlo más seguido.

-Estoy de acuerdo. Más porque no nos hemos visto en mucho tiempo y un día no es suficiente para ponernos al tanto, creo que aún hay muchas cosas que contar. -Lo miré y le sonreí.

-Sí, aún hay más historias que contar. Pero -miró su reloj- ya es algo tarde y tenemos que irnos a nuestras casas.

-Concuerdo contigo.

Subimos a su carro, mi casa no se encontraba muy lejos del parque pero en ocasiones cuando es muy noche la calle está muy sola, donde se alcanza a ver movimiento es en la avenida ahí pasan carros y alguna que otra persona constantemente.

-Bien, hemos llegado.

-Muchas gracias Dany, me la pasé muy bien.

-Yo igual, ya me hacía falta distraerme y pasar un muy buen rato con alguien, ya que me estreso bastante en el trabajo.

-Ya me imagino, no ha de ser nada fácil lidiar con tanta gente todos los días, en especial cuando hay niños.

-Exacto, una vez llegó una señora con sus dos hijos y los niños querían un vaso de los de promoción pero sólo había uno, así que mientras uno estaba feliz el otro hacía berrinche o a veces llegan parejas que son muy indecisas, piden una cosa, luego otra, cuándo les das lo que pidieron terminan cambiándolo, es difícil pero te vas acostumbrando.

-Vaya que ha de haber sido difícil, en especial para ti, en verdad que jamás me imagine que te encontraría trabajando en un cine.

-Ni yo, pero quise intentar.

-Me parece bien. En fin, tengo que irme ya.

-El tiempo pasa muy rápido, y seguro podríamos seguir platicando hasta ver el sol ponerse.

-Sí, pero también nos moriríamos de frío aquí, por la madrugada baja bastante la temperatura -dije sonriéndole y desabrochando el cinturón de seguridad. Él hizo lo mismo, bajo del auto y rodeó hasta mi lado para abrirme la puerta, me extendió su mano y me ayudó a bajar.

-Parece que no hay nadie -expresó al encontrarnos frente a la puerta y ver las luces apagadas.

-Bueno, de hecho no hay nadie, esa parte se me olvidó comentártela.

-¿Cómo? ¿Estás viviendo sola? ¿Dónde está tu mamá?

-Sí, ella se fue hace poco más de un mes a Canadá por asuntos de trabajo, quería que yo también fuera pero no quise, preferí quedarme y terminar aquí mis estudios, ya que irme sería volver a empezar y ahorita que estoy a poco de terminar, es lo que menos quiero, tal vez después, pero por ahora estaré aquí.

-Entonces, vendré a visitarte más seguido para que no estés tanto tiempo sola.

Reí un poco al ver la expresión en su cara, Dany siempre ha sido así, se preocupa y me cuida, en verdad es el mejor amigo que jamás imagine tener.

-No te preocupes, estaré bien pero puedes venir las veces que quieras.

-Haremos maratón de películas como antes, saldremos y si necesitas algo me puedes decir, o... ¿Quieres que te haga compañía hoy? Podría quedarme y mañana levantarme temprano para ir a mi casa a arreglarme y de ahí irme a trabajar, por mí no hay problema.

-Oh Dany, en verdad te extrañaba -lo abracé tomándolo por sorpresa, lo cual hace que casi terminemos en el piso- y también tus actitudes de hermano mayor sobreprotector -él rio y correspondió a mi abrazo- no te preocupes, mañana será otro día. Por cierto -interrumpí nuestro abrazo- saldré con Jhonny como a medio día.

-Ok, entonces nos vemos en la noche, tal vez llegue como a las 11 o a la media noche.

-De acuerdo, cenicienta –ambos reímos- hasta entonces -me despedí de él depositando un pequeño beso en su mejilla, esperó a que entrara a mi casa, en cuanto lo hice subió a su auto y lo vi marcharse por la ventana de la sala.

*****

Dany.

Una tranquila tarde ya ha terminado.

Llegue a mi departamento en el cual tan solo una terrible soledad me espera.

Hace algunos años no me daba miedo quedarme solo, mis demonios no existían, me permitía poder pensar en mis días, sueños y en todo lo que se tenía que meditar, pero desde que Debie apareció y se marchó de mi vida, pensar es lo que menos deseo.

Debie, la mujer a quien creí amar por primera vez, la mujer que creo odiar por primera vez, cuando más feliz me sentía cerca de ella, la encontré revolcándose con un tipo cualquiera. Supuestamente la iba a visitar a su casa para sorprenderla con un estúpido ramo de rosas y un oso de peluche que tantas veces ella me había pedido, tome la llave que ella dejaba para mí debajo de su tapete de bienvenida, ese día recuerdo era nuestro aniversario, al entrar me dirigí a la sala, y de querer darle una sorpresa el sorprendido fui yo. El amor no valía nada y nunca más volvería a ser estúpido por nadie. Ese día perdí mi corazón.

Antes de sumirme en melancolía con esos pensamientos, decidí mejor recordar el día de hoy con Zoe, tan dulce y salvaje como siempre, ahora sólo con ella guardo sentimientos de cariño hacia una mujer, es como una hermana menor a la que le puedo contar lo que sea, sin sentirme un puto marica. Ella me considera un caballero, pero no sabe que sólo lo soy con ella y la música, todos los demás que se vayan a la mierda.

Me levanto de mi cama hacia donde se encuentra mi guitarra y un ambiente de melancolía se instala en la habitación, consumiéndome y llevándome a tocar una triste melodía. Sólo en la música logré encontrar la calma, lo único bueno que logré obtener después de lo ocurrido con Debie. Mientras mis manos hacen sonar la guitarra, siento que aquel sonido son los gritos de mi alma herida.

Me quito la camiseta y los vaqueros quedando únicamente en bóxer, me acuesto y antes de dormir, le dejo un mensaje a Zoe deseándole buenas noches y dulces sueños, mando el mensaje y cierro mis ojos, la oscuridad poco a poco se apodera de mí, me consume hasta que soy devorado por ella.

****

Subí corriendo a mi habitación para ponerme algo más cómodo, tomé mi pijama, desmaquille y lavé mi cara, luego bajé a la cocina para prepararme algo de cenar.

Después de un rato me decidí a hacerme una malteada de fresa con chocolate y en un pequeño bowl me serví un poco de fruta, fui hacía la sala, tomé una manta, acomodé mi cena en la pequeña mesa del centro y con cuidado de no derramar mi bebida la acerqué hacia el sofá dónde finalmente me acomodé y encendí el televisor en busca de algo entretenido, mientras lo hacía me percaté de que mi teléfono se encendió avisándome de que me había llegado un mensaje -¿Quién podrá ser? - me pregunté al momento en que desbloqueaba la pantalla, una vez desbloqueado hice click en abrir mensaje, era de Dany deseándome las buenas noches, sonreí para mí misma, contesté su mensaje agradeciéndole y de igual manera deseándole dulces sueños. Dejé a un lado mi teléfono y seguí cambiando de canal, hasta que encontré una caricatura que Jhonny me recomendó hace unos días ésta lleva como título "Padre de familia", bueno, al fin vería si en verdad es tan buena como dice, aunque la verdad yo prefiero ver "Los Simpson".

Se terminó el programa y mi cena, apagué el televisor, guarde la manta, tomé mi vaso y el bowl y los llevé al lava trastes, mañana al levantarme los lavaría ahora lo que más quiero es dormir. Me fui a mi habitación, dejé mi teléfono en la mesita de noche a lado de mi cama, me metí a las cobijas y poco a poco el sueño me fue ganando.

First Love (Editando)Where stories live. Discover now