III. La Primera De Tres Cosas.

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Miyagi daba golpecitos con los nudillos sobre la mesa, mirando alternadamente a Takano y a su computadora portátil que cargaba actualmente sus correos electrónicos del día. Takano no decía nada, él sólo permaneció allí de pie, esperando.

Los demás médicos comenzaban a llegar, tomando su asistencia en la oficina del director y preparándose para otro día de trabajo.

Entraban a la oficina para tomar su asistencia y salían sin dar los buenos días a los dos hombres, un aire tenso los envolvía avisándoles que lo que estaban haciendo era importante. Miyagi de vez en cuando miraba a los otros médicos y mostraba una sonrisa forzada.

Después de un rato cerró su laptop, tomó sus llaves y abrió el cajón del escritorio, sacó una carpeta verde con una etiqueta que decía Confidencial y eso de alguna manera le resultaba estúpido a Takano.

Está etiquetado como algo confidencial y lo único que hace es calentar más los ojos curiosos. Pensó Takano.

El Dr. Yokozawa Takafumi, asignado en el departamento de dieta y nutrición, y un médico muy solitario entró en la oficina fingiendo desinterés.

—Venga, sígame—. Comenzó Miyagi.

Takano lo siguió sin decir nada y salieron de la oficina.

Luego entró Samaki quien echaba un vistazo a los dos hombres alejándose para luego volverse a Yokozawa.

—Parece que se trata de algo serio ¿No le parece?—. Preguntó Samaki mientras se anotaba en la tabla.

Yokozawa no respondió y salió de la oficina para hacer su trabajo, lanzando una última mirada a los hombres que desaparecían por el pasillo, los demás médicos no hacían más que susurrar entre ellos sus especulaciones sobre lo que podrían estar tramando el Director y Takano.

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Los dos se dirigieron en silencio a la sala de cuidados especiales, pero a diferencia del otro día, en vez de ir al lugar donde se encuentra el área de recepción, se dirigieron a una puerta que se encontraba al final del edificio. Miyagi pasó su pase por el scanner y tecleó una contraseña.

Takano pensó que todo lo que estaba relacionado con la unidad de cuidados especiales tenía una seguridad extrema.

Cuando entraron en la habitación la puerta se cerró automáticamente. Miyagi le indicó a Takano que lo siguiera hasta cierto gabinete. No había nada en la habitación más que armarios llenos de carpetas y libros, no había mesas o sillas, nada.

—Dígame Takano, ¿Qué le ha hecho cambiar de opinión?—. Preguntó Miyagi rompiendo el eterno silencio mientras buscaba algo.

—Bueno, casi parecía como si su vida dependiera de ello ayer, así que decidí pensarlo de nuevo—. Respondió Takano aflojándose la corbata.

Miyagi sacudió la cabeza y apoyó la espalda contra los armarios cuando por fin encontró lo que estaba buscando: un cuaderno.

—Takano, que no se le olvide que yo fui su mentor cuando estaba en la escuela de medicina. Y sé cuando algo ha captado su atención.

Cansado y sin dormir por toda la tensión, Takano finalmente se rompió.

—Oi, sólo acepté hacerme cargo de Onodera para ayudarle a usted. Además, ¿Qué es esto? ¿Un ritual acaso?.

—Oiga, no aceptaré una falta de respeto así a su mayor—. Miyagi resopló, pero luego suspiró ya que conocía la personalidad de Takano. —Realmente quiero dejar a Onodera en sus manos, pero me acordé de que usted es una persona muy impaciente. Puede que no sea capaz de mantenerse al día con Onodera, él es realmente un caso especial ¿sabe?—. Miyagi murmuró.

Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें