Los Polos Opuestos Se Atraen

CAP.6-Un paseo por Nueva York (Ella)

La verdad es que esta ciudad te deja con la boca bien abierta. Axel no ha parado de enseñármela y explicarme cada rincón de esta maravillosa ciudad. Disfruto mucho observándolo. Cuando queremos darnos cuenta, llega la hora de comer.

-Y dime, ¿dónde te apetecería comer?-me pregunta mirando de lado a lado buscando algún establecimiento en condiciones.

-La verdad donde tú quieras, no me importa- le respondo.

A lo lejos vemos un gran restaurante al parecer muy moderno y, decidimos optar por comer allí. Al entrar ya nos hacen sentarnos en una mesa al lado de un gran ventanal y el camarero nos da la carta. Axel pide el mismo plato para los dos y un vino de un sabor exquisito.

-Muchas gracias- le agradece Axel cuando nos sirven la comida.

-Tiene una pinta mmm...- digo.

-Hay otras cosas que tienen mejor pinta...-dice pensando que lo decía en su mente y no en voz alta.

¿Lo dirá por mí? Rápidamente cambia de tema.

-Y dime Janet, ¿qué te trae por aqui?

-He venido a estudiar diseño como ya te dije, ya que mi madre no se lo podia permitir, pero en cambio mi padre sí. Asi que es una oportunidad para que vuelva a tener más relación con mi padre. ¿Y tú?

-Yo me gradúe no hace mucho, estudie el mundo de la construcción ya que me interesaba de pequeño y hasta día de hoy no me ha ido mal.

-Ya lo veo.

-Y sobre tí, me gustaria saber más de tí.

-No hay mucho que saber. Solo soy una persona más en este enorme planeta.

-Eso no es cierto. A mi me parece que eres una mujer maravillosa.

Si empieza a decir esas cosas, acabaré roja como un tomate.

-Pero si me acaba de conocer...

-Imáginate si lo llegase a hacer...-me interrumpe.

No sé como, empezamos a hablar de amor.

-¿Tienes pareja?-me pregunta. Parece que se moria por hacerme esa pregunta.

-Estuve con un chico hará medio año o asi-le digo intentando recordar.

-¿Qué pasó?-me pregunta.

-Me engañó con otra-le digo con un tono cortante para que sepa que no quiero hablar de este tema.

-Lo siento no tenía ni idea...-dice arrepintiéndose de haber preguntado antes.

-Tranquilo, no te preocupes.-y le dedico una de mis mejores sonrisas.

-Si hubiese sido tú, le hubiese dejado estéril del golpe jajaja-intenta hacerme reír.

-Debería haberlo hecho...-me río.

-Y, ¿cómo te enterastes?

-Solo llevábamos unos ocho meses, pero la verdad o eso creo, pensaba que estabamos hechos el uno para el otro. Él era francés, al igual que toda su familia y en verano se iban a su país de origen. Yo mientras tanto me quedaba en casa e intentaba ayudar a mi madre en lo que podía. Al acabar las vacaciones, yo tenía muchas ganas de verlo, asi que decidí ir a París a darle una sorpresa. Contacté con su madre para que me diese la dirección de su casa una vez estuviese allí. Asi que cojí un avión y me puse rumbo a París. Resumiendo un poco, le iba a dar una sorpresa y la sorpresa me la lleve yo. Su madre me dijo que ella y su marido no estarían en casa pero que Alain sí, total que llegué y piqué a la puerta y esta se abrió. Supuse que me la dejó su madre abierta para que pudiese entrar. Subí las escaleras, me dispuse a abrir la puerta de su habitación y cuando la abrí, lo pillé en la cama con otra.

-¿Y qué hicistes en aquel momento? Porque no debió de ser fácil...-me pregunta Axel.

-La verdad me quede bloqueada, no sabía bien bien que hacer. Nunca había estado ante esa situación. Él se sobresaltó al verme ahí. Yo salí corriendo de allí, no quería ni verle, y con lo rencorosa que soy, eso no se me olvidaría jamás. Él intentó seguirme, recuerdo que me pidió perdón varias veces, pero su perdón ya no me servía de nada. Recuerdo que me giré, le miré con un odio increíble y le dije que se había terminado todo, que para mí ya no era nadie y que me dejase en paz. Y doy gracias porque desde entonces no lo he vuelto a ver.

-¿Te debió afectar mucho, verdad?

-Al principio sí, pero como dicen el tiempo lo cura todo. No me permití llorar por él porque no valía la pena. Y conseguí pasar página y ahora no me afecta en absoluto y lo tengo prácticamente olvidado.

-Me encantaría conocerlo para partirle la cara y enseñarle modales de como tratar a una mujer como tú.-me dice acariciándome la mano.

Me ha cogido la mano, su contacto con el mío hace que se vuelva a producir la chispa de electricidad que se produjo el día que nos conocimos. Y no me haría falta mirarme en un espejo para saber que estoy colorada.

-Gracias- le contesto y le sonrío.

Ya basta de hablar de mí, quiero saber cosas sobre él.

-¿Y tú tienes novia?-le pregunto.