Entre Heroes y Hadas

Parte 181

La marcha nupcial cesó cuando Roberta llegó al altar. Diego la miraba con ojos de enamorado,tenía un brillo incondible en la mirada,la sonrió y la tendió la mano para ayudarla a subir el pequeño escalón que los separaba. Roberta estaba muy nerviosa,le temblaban las manos,pero alcanzó a tomar la de Diego y sibió el pequeño escalón,sentir el contacto de Diego la tranquilizó y es sus ojos pudo encontrar la respuesta que,inconscientemente había estado buscando toda la mañana, Diego sí sentía lo mismo que lla, se dijo para sí Roberta,notaba en sus ojos todo el amor que él le había demostrado y también reflejaba la inquietud por ese momento que significaba el final de una etapa y el principio de otra en sus vidas. Diego siguió mirando a Roberta y cuando se armó de valo y consiguió controlar las lágrimas de la emoción,quiso decirle algo a la persona que estaba frente a él,la mujer más importante en su vida,la mñas hermosa y la más sexy que él conocía,la que hacía que la tierra y todo su mundo temblase cuando ella estaba cerca.

-Roberta...estás preciosa mi amor...no...no encuentro palabras...(susurró Diego torpemente)

-Tú también te ves divino (contestó Roberta ruborizándose por el comentario de Diego)

El cura comenzó la ceremonia y los susurros de los 358 invitados que asistían al momento del enlace cesó. Diego y Roberta ocuparon sus lugares y se sentaron en unos pequeños bancos tapizados con terciopelo rojo, los padrinos se situaban a la izquierda del novio y las damas de honor y las madrinas, que Diego y Roberta habían decidido que fueran Mabel, Alma y Lorena,ya que a las las hacía mucha ilusión, a la derecha de la novia en unas sillas de madera tallada a mano.

-Queridos hermanos...estamos aquí reunidos para unir en Santo Matrimonio a estos dos jóvenes...(dijo el cura)

Toda la iglesia estaba decorada, habían colocado centros con lirios blancos,rosas rojas y petunias en el altar y alrededor de toda la estancia, de los bancos colgaban cintas decorativas con forma de ópalo y grandes columnas de lino verde con lirios blancos rodeaban a la pareja,de una columna a otra había un puente con más flores. Y en el centro de todo estaban los protagonistas, Diego y Roberta, que se debatían entre la euforia,el miedo y el nerviosismo, se echaban pequeñas miraditas de reojo y cuando sus miradas de cruzaban, parecía que una chispa salía de ese encuentro. Todas las amigas y amigos de la pareja miraban orgullosos la escena, los dos se merecían eso y mucho más,ya habían sufrido bastante y verlos a punto de dar el "sí quiero" los emocionaba mucho. Mía y Lupita derramaban alguna lágrima cuando las palabras del sacerdote se volvían más sentimentales y rápidamente las secaba para evitar que el maquillaje se estropeara.

-No voy a llorar...no voy a llorar..(repetía Luján bajito para que nadie la oyera,lo sierto es que ver a su gatita el día más feliz de su vida,en la iglesia junto al hombre que ama era una sensación indescriptible)

El largo camino de bancos que había desde el altar hasta la puerta reflejaba la misma escena,los más allegados a la familia disfrutaban de ese momento,lágrimas de emoción también corrían por los rostros de los allí presentes. Varios conocidos leyeron agún pasaje de la biblia.

-Bien...(continuó el cura) El matrimonio es un acto de amor,no es ninguna babosada que se pueda tomar a la ligera..(el cura que les había tocado era un hombre simpático y bromista,algo mayor,con el cabello cano y poca estatura) Mi querida Roberta...¿qué puedo decir de tí? Eres una chava encantadora y te llevas a un gran hombre (el cura se acercó y la agarró la barbilla suavemente,la miró con dulzura y continuó con la ceremonia) Diego...Sabes que te conozco desde bebé...yo te bauticé y de ti la primera comunión,sé que eres un hombre fuerte,que ama y lucha por lo que quiere, cuida de Roberta. Y ahora,por favor,leed vuestros votos...(les pidió el cura volviendo detrás de la mesa del altar,Diego y Roberta se levantaron,entralazaron las manos y se miraron fíjamente a los ojos)