Capítulo 16

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Aquel día era el último partido de la temporada de los gemelos, si ganaban se llevarían el trofeo de no ser así quedarían segundos.

- Hola señora Carter -saludó Ayla a Aerith cuando llegó a su lado en las gradas de la campo.

- Hola Ayla, estas preciosa -sonrió Aerith abrazando a Ayla.

- Le presento a Emma, Emma ella es Aerith Carter la madre de Ian y Ethan.

- Hola Emma -sonrió Aerith abrazándola.

- Hola señora Carter -sonrió tímida Emma.- Debo disculparme con vosotras pero tengo que irme -señaló su traje de animadora.

- Te entendemos -sonrió Ayla y le guiñó el ojo a Emma.

Emma se fue y Aerith miró a Ayla intrigada.

- Mm...Animadora, que me presentas, gemelos. Esto me huele a algo relacionado con Ian -Levantó la ceja deduciendo Aerith.

- Quizás no debería de haberlo hecho -se tapó la cara Ayla.- ¿Se enfadará Ian?

- No creo, es muy calmado se cabrea pero por eso yo creo que no -le sonrió Aerith.

- Eso espero -dijo riendo Ayla.

- A sí que mi Ian esta con una chica y no me dice nada... -dijo Aerith reflexionando en voz alta.

- No están saliendo pero se gustan... Y creo que debería de callarme ya -dijo riendo Ayla.

- ¿Cómo es ella? -Sonrió Aerith refiriéndose a Emma.

- Es sensible y aunque parezca un poco creída no lo es tanto como lo parece, es muy observadora y es muy buena persona -la describió Ayla más o menos ya que no la conocía mucho.

- Me gusta para mi Ian -dijo Aerith riendo.

- Y hacen muy buena pareja.

El baile típico de las animadoras empezó para animar a todos los espectadores mientras que los jugadores salían al campo, ver aquella una vez más le recordó a ella misma siendo animadora.

Sonrió instintivamente, el partido empezó Ayla y Aerith iban animando a los gemelos pero al final los gemelos perdieron por siete puntos. Pero aun así saldrían a celebrarlo Aerith se fue a casa sola como siempre y suspiró.

Al llegar lo primero que hizo fue llamar a Aiden.

- Aerith que alegría que me llames -dijo un tono seductor.

- Aiden, deja las tonterías. Es algo serio.

- Me cortas el rollo, preciosa.

- Aiden me voy a llevar a los niños de vacaciones siete días. Tenemos que organizar porque supongo que también querrás llevártelos de vacaciones.

- ¿A dónde los llevarás? -Preguntó Aiden.

- A Rivera Maya, en México. ¿Tú donde tienes pensado? -Preguntó Aerith.

- A Miami y también serán siete días. ¿Pero tú sabes español para ir a México? -Dijo riendo Aiden.

- Un poco, así que cállate -rodó los ojos.

- ¿Cuándo te viene bien?

- La semana que viene -respondió Aerith.

- Pues yo me los llevaré la siguiente semana -dijo Aiden.

- Esta bien, adiós Aiden.

- Pero mujer, no seas tan fría. ¿No me dices ni un cariño ni un cuídate? -dijo con arrogancia.

- Eres un arrogante de mierda -rodó los ojos.- Tengo pareja, déjame en paz -colgó Aerith.

Seguidamente de colgar la llamada cogió el portátil de su despacho y lo llevó al salón, allí busco páginas web para comprar los billetes.

Pero tuvo que llamar a Aaron para ver si se vendría.

- Hola Aerith -saludó Aaron al otro lado.

- Hola Aaron. Te llamaba porque estoy organizando las vacaciones con mis hijos y quería preguntarte si podrías venir.

- ¿Cuándo es?

- La semana que viene.

- Esta complicado...pero lo intentaré. ¿A dónde iréis?

- A Rivera Maya, en México.

- Lo intentaré, nena. ¿Y vas con tus hijos? -Dijo Aaron rodando los ojos al otro lado de la línea.

- Así es -afirmó Aerith.

- ¿No podemos ir solos? -Preguntó Aaron.

- Aaron son mis hijos... -Aaron la interrumpió.

- Déjaselos a tu ex marido -gruñó Aaron.

- Se irán con él, dentro de dos semanas -le explicó ella.

- Pues perfecto ya organizaré yo algo -Y sin más colgó, sin dejarle tiempo a Aerith de protestar.

Aerith se encogió de hombros y compró los billetes de avión para ella y sus hijos, a la vez que reservaba habitaciones para ellos y varias actividades que harían.

Después se hizo la cena para ella sola ya que los gemelos se habían ido con el equipo y las chicas. Se puso a pensar que pronto los gemelos tendrían el permiso de conducir y tendría que hablar con Aiden para regalarles al menos un coche para los dos. Por más que evitaba hablar con Aiden tenía que hacerlo por sus hijos.

Una vez que su cena estaba lista, se la comió mientras veía un programa. Después de comérselo todo, lo limpio y siguió viendo el programa hasta la media noche. Estaba agotada y finalmente se fue a dormir.

- Emma...Mm...e-esto -dijo Ian avergonzado en aquel pub.

- ¿Qué pasa Ian? -Dijo ella riendo tierna ante la vergüenza de aquel gemelo que no imaginaba que tenía.

- ¿Puedo besarte?

- Mm... -Sin decir nada más cogió a Ian de la nuca, Ian la abrazaba por la cintura y lo besó lentamente y de manera tierna ambos querían disfrutar del beso y no tenían prisa sino al contrario.

- ¿Te gustaría tener otra cita mañana? -Preguntó Ian sin soltarla de la cintura.

- Me encantaría -sonrió ella dulce.

- ¿A las ocho? -Preguntó él.

- Perfecto -le dio un corto beso.

La noche para ambos gemelos fue bien, Ian fue a acompañar a Emma y Ethan acompañó a su novia. Ambas parejas se despidieron con un beso y varios abrazos. Al llegar a casa ambos intentaron no hacer ruido por si su madre estaba dormida y estaban en lo cierto.

Continuará...

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora